Decisiones IV / último capítulo

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Chan agarró la chaqueta y salió del departamento, en dirección al segundo, con dos objetivos en mente.

Aclarar las cosas con Seungmin y tomar una decisión, y besarlo.

Es que, maldita sea. No había dejado de pensarlo desde el día anterior. Su mente no hacía más que pensar y pensar en ese último beso que le dió en el pequeño vestíbulo.

Llegó al departamento y entró sin tocar. Minho estaba sentado en la sala con sus gatos y Jeongin, viendo la televisión.

—No sabía que en Australia se entra a las casas ajenas sin tocar — comentó el maknae con sarcasmo.

Chan lo miró burlón.

—No sabía que en Corea dejan las puertas de los departamentos abiertos — le respondió divertido, causando risas en ambos chicos sobre el sofá.

—¿A que vienes, Chan? ¿Buscas algo? — preguntó Minho, con la vista en la tele.

—Busco a Seungmin, necesito hablar con él.

—Está en su habitación.

Chan les agradeció y se dirigió al pasillo, cargando una gatuna mirada pícara por detrás, entró por una puerta blanca que tenía pegatinas de perritos, micrófonos, el logo del grupo y PuppyM feliz, junto con el nombre del chico en lettering morado. Que creativo. Era la primera vez que visitaba el segundo departamento y la verdad era que era exactamente igual al primero.

Seungmin estaba acostado bajo sus colchas, con la mano izquierda cerrado en un puño sobre su boca, su teléfono en forma horizontal en su mano derecha y una expresión deprimida en el rostro.

— ¿Sucede algo? — preguntó como si nada.

A Seungmin se le salió un saltito del susto.

— Ay, ¿Pero que putas te pasa? Me asustaste horrible, imbécil — lo insultó, soltando el teléfono con su serie en pausa y sobándose el rostro con ambas manos.

Benditas manos de oro, pensó Chan.

—Tú me dijiste que viniera y yo te hice caso — contestó sin más preámbulo.

—Yo no te dije absolutamente nada.

—Pero me dejaste tu chaqueta.

Seungmin abrió los ojos al acordarse y suspiró, derrotado.

—Bien.

Chan fijó su vista sobre el teléfono ajeno, aún encendido con la imagen de cierta chica conocida en pausa.

—¿Estás viendo Cha Cha Chá otra vez? — rió el mayor.

—Es que me encanta esa serie.

—¿En que capítulo vas?

—En el quince, cuándo Hyejin le dice al jefe Hong que confíe de una vez en ella y le cuente su pasado.

Chan, sin borrar la sonrisa del rostro, le dice que debería de dejar esa obsesión suya por esa serie, a lo que Seungmin solo se limita a sacarle la lengua.

—Hey, ¿Porque nunca respetas a tus mayores? Niño tonto.

Seungmin le sonrió coquetamente.

—Eso no decías hace dos noches — se jactó, con una sonrisa de completo pervertido.

Chan por poco y se pone a hervir de lo rojo que se puso.

—Maldito sinvergüenza.

Ambos rieron, aunque el momento divertido duró tan solo unos segundos, pues se pusieron serios de la nada, sin saber que decir.

¡Maldito Soju!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora