A la frontera de Zekrom una gran muralla se yergue orgullosa desde hace milenios, muestra en sus paredes el linaje de una dinastía ancestral draconiana que estuvo presente desde los albores del tiempo. Y para proteger este invaluable tesoro de su especie, vías de trenes fueron instaladas en diversos niveles de su perímetro exterior. Locomotoras cargadas con fusiles, pólvora y balas de cañón pasan en horarios regulados con el fin de vigilar el sitio ante cualquier amenaza que pudiera vulnerar su estado físico. Mes a mes los dragones deben luchar contra hordas de Pokémon salvajes que tratan de entrar en su territorio, aunque la mayor de las amenazas y a quien designan todo su odio, no es a otra que a la región colindante de Reshiram; terreno al que ellos han denominado como "La cuna de la herejía". Tal fue su enfoque en cuidarse de sus movimientos todo este tiempo, que jamás imaginaron un ataque venido desde dentro de sus propios muros.
—¡Movilicen a las tropas! —clamó un Gabite aterrado por el gran pulso morado que acaba de pasar justo a un lado suyo y que calcinó al Heracross que tenía de compañero, recogiendo su lanza de acero entre evidentes tambaleos—. ¡Llamen a Mythos, y al maestro Dymlos, pero sobre todo... llamen a mi mamá! —Lloró el dragón a grito abierto.
—¡¿Dónde está Märchen?! —preguntó el Archaludon desesperado, zarandeando con fuerza a la Hakamo-o que debía ser su compañera de vigilancia cuando las puertas del elevador se abrieron y solo apareció ella junto al Drakloak en una zona diferente de la frontera—. ¡No me digan que...!
—¡Mythos, por favor! —sonó la agitada voz de su maestro a través de su omniesfera—, ¡Te necesitamos en la primera línea de defensa! ¡Por si no lo sabes, este enemigo es...!
—Que se encarguen los demás —respondió el dragón de acero tajante y después cerró el canal—. Yo iré a buscar a Märchen. —Intercambió con la Hakamo-o tanto su lugar en la plataforma como su omniesfera con la de ella y activó el botón de descenso—. Cualquier noticia que tengan comuníquenmela de inmediato.
—¡Mythos!, ¡Mythos! —repitió su nombre el Dragonite un par de veces a la bola de cristal mientras esta mostraba una señal que advertencia sobre el error en la conexión—. ¡¿Por qué tenía que pasar justo ahora?!
—Eso es lo que se ganan por haberlo mimado tanto y concederle todos sus caprichos —dijo una voz burlona por detrás del dragón panzón—. Ahora no es más que un niñote berrinchudo haciendo lo que quiere. Ya déjalo, no hace falta en nuestras filas para hacernos cargo de esta molestia. ¿No es verdad, muchachos?
El Salamance que fungía como líder de una brigada menor extendió sus alas y emprendió vuelo junto al resto de su pelotón que siempre le tuvo envidia a las aclamadas proezas del Archaludon.
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—¿Clemente san? —Notó la Fraxure a su amigo marchando hacia el muro detrás de los dragones de Salamance—. ¿A dónde vas? Se supone que en estos casos debemos quedarnos en la escuela.
—¿No te enteraste? —respondió el Arctibax emocionado—. El imbécil de Mythos finalmente mostró su verdadera cara y abandonó su puesto cuando más se le necesitaba. Ahora la seguridad de Avanzada depende de Chaltier y su brigada. Ahí es donde entraré yo, ¡a ganarme mi propio nombre!
—¡¿Qué?! ¡Pero si él...! ¡Pero si nosotros...!
—Tú quédate aquí si quieres —cortó el dragón de hielo con fastidio—. ¡Yo iré a por Märchen!
—¿Tatsumaki-denka? ¡¿Qué le pasó a Tatsumaki-denka?!
—Nadie ha obtenido aún una respuesta suya. Igtenos y Berselius la abandonaron a su suerte allá afuera. ¡Así que iré a acabar con lo que sea que hizo la brecha en el muro antes de que se encuentre con ella!
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Pokémon: La fuga del soñador
FanficUn Lucario que pasa sus días soñando con convertirse en caballero y un Lycanroc obsesionado con recuperar lo que le fue arrebatado, unen sus fuerzas a las de un Espeon desesperado por conseguir un objeto legendario procedente de la era mitológica. ...