Capítulo 17: Promesas en la oscuridad

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—¿Dices que nos dirigimos a una especie de parálisis del planeta? —Preguntó Cian a Levigis ahora que podía retomar el tema que había quedado pendiente aquella tarde tras sufrir un accidente de impacto contra un gran árbol debido a la nula experiencia de Magenta al volante. Situación que les había obligado a preparar un campamento de emergencia a la sombra de ese mismo tronco de avanzada edad en lo que Amaranto intentaba reparar el motor del vehículo.

Pese a que aún era relativamente temprano, la oscuridad comenzaba a apoderarse del día gracias a la inmensa cantidad de nubes negras en el cielo, una imagen ominosa que presagiaba la llegada de una gran tormenta se hacía presente sobre sus cabezas.

—La verdad es que ahora mismo carezco de una respuesta o guía que nos encamine a encontrar la luz de dicha cuestión. —Respondió Levigis tras un breve suspiro, sin dejar de mirar las nubes que se asomaban entre las ramas, haciendo que se preguntase si esa fina capa de madera y hojas sería suficiente para protegerlos de la lluvia—. No hemos tenido tiempo de ensayar el libreto antes de que este nos fuera arrancado de las manos por aquel leviatán en medio del océano. —Continuó hablando con un poco de desgane—. Mi segunda réplica era tratar de intercambiar más información con Andes Magmar. Desafortunadamente ha llegado a mis oídos que tú mismo le has echado del escenario. —Agachó la cabeza tratando de hacer sentir culpable a Cian de sus actos—. Nuevamente nos encontramos en busca de talento para reanudar nuestra obra.

—¿Quién es... Andes Magmar? —Levantó Cian un poco el mentón al cielo, llevándose la mano a la cabeza para rascar sus orejas, tratando de hacer memoria sin mucho éxito. Pese a que el nombre le sonaba, le fue imposible recordar quién lo había mencionado antes o dónde lo había escuchado.

—Lo más importante ahora es encontrar comida antes que nos gane la lluvia o la noche. —Se levantó Espeon de su lugar para ir con Amaranto a que éste le informase sobre sus avances con el motor.

—Dentro de todo se ve bien, parece que podremos seguir nuestro curso a buen ritmo. —Explicó el perro nocturno—. Lo único que necesito ahora es un poco de agua para sustituir la que se perdió en la fuga del radiador. —Señaló limpiándose el aceite de la frente con el brazo derecho.

—Le pediré a Cian que vaya al río cercano. —Dió Levigis media vuelta para volver a dónde Lucario y darle su nueva orden. No pudo dar un paso cuando Amaranto frenó su avance al sujetarle de la cola con la mano izquierda. Planeaba conseguir el agua por su propia cuenta y quería que este le acompañase personalmente hasta allá. Comprendió de inmediato el carácter de la situación que su amigo Lycanroc proponía; aceptando su plan con gusto.

—Amaranto y yo iremos al río a conseguir un poco de agua con el fin de reponer la que ha perdido nuestro medio de transporte. Lo más probable es que tengamos que recurrir a pasar aquí la noche. —Se reunió Espeon con Lucario y Mienshao para dar instrucciones—. Por lo tanto necesito que ustedes dos vayan en busca de frutos o alimentos en la cercanía para el lado opuesto a nuestra dirección. En caso que lleguen aquí primero su próxima instrucción será que busquen leños y troncos secos en los alrededores más distantes al río. Menester será iniciar una fogata que nos proteja de la inexorable oscuridad con las ramas más secas del lugar. —Habló claro y sin palabras extrañas esta vez, no quería ninguna clase de malentendido.

Cian cuestionó sobre el tiempo que les podía tomar conseguir agua siendo que conocían con exactitud la ubicación del río, pero Espeon se rehusó a responder alegando que sus órdenes eran absolutas y debían cumplirse al pie de la letra. Reconociendo casi de inmediato las verdaderas intenciones de Levigis, Magenta se puso de pie con una cara completamente ruborizada e intentó jalar a Cian para que le acompañase lejos. Lucario tuvo que partir con Mienshao sin quedar conforme con las respuestas y las actitudes de sus compañeros.

Pokémon: La fuga del soñadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora