Pokémon: La fuga del soñador

Capítulo 9: Irracional

—¡Todos de pie! —Demandó un soldado dentro de uno de los salones más importantes y elegantes de la capital de Aurea. 

El lugar se encontraba repleto de Pokémon, tanto soldados como residentes comunes. Todos se habían reunido para escuchar el aviso importante que el reino estaba por anunciar. La guardia real se encontraba al habla, presentando a sus anfitriones. Y de pie en el foro junto a ellos se podía ver a Red, acompañado de sus soldados, todos sentados  en las primeras filas.

—¡Recibamos con un fuerte aplauso y una ovación a Gallade White, el caballero más valeroso de todo el reino de Áurea! —Hizo reverencia el Stantler que servía como presentador para saludar al Pokémon entrando por la puerta principal del recinto al mismo tiempo que todos comenzaron a aplaudir con alegría.

Acompañado del himno del reino tocado por trompetistas militares, portando una capa de fino terciopelo rojo, un casco bañado en oro, unos guantes que hacían juego al casco, adornados con piedras preciosas y unas grebas que dejaban ver la cresta real del palacio. Recorrió Gallade su camino por la alfombra roja hasta llegar al frente, donde se presentó tomando la palabra, agradeciendo primeramente a los presentes por su lealtad al reino. Pasando en cuanto pudo al tema principal por el que se habían reunido aquél día.

—¡El reino de Plata ha caído! —Exclamó con fuerza—. Gracias a los valientes esfuerzos del General Red y de un heroico Lucario sus fuerzas han sido mermadas lo suficiente para que nosotros podamos efectuar nuestro contraataque. —Informó en cuanto el ambiente lleno de bullicio le dio la oportunidad—. Justo en este momento nuestras tropas se encuentran tomando el control del castillo principal de Plata. —Pidió a Red tomar la palabra entre aplausos y vitoreos.

—Muchas gracias a todos por los aplausos. —Comentó primeramente con orgullo—. Pero nada de esto hubiera sido posible sin mi equipo aquí presente conmigo y los valerosos actos de quien se convirtió en mi mejor amigo aquella noche. Luchando siempre con honor dentro del campo de batalla hasta el final. —Realizó una pequeña pausa para controlar sus emociones—. El hijo prodigio de Ao Kusanagi. ¡Por favor pasa al frente, Cian Kusanagi! —Exclamó—. El rey mismo desea nombrarte caballero honorario. —Sonrió llenó de felicidad aplaudiendo a la entrada triunfal de su mejor amigo.

Llevando una armadura y capa encima, apareció Lucario en el salón, recorriendo la misma alfombra roja que Gallade había recorrido. Un poco apenado por que todos lo estuvieran viendo, centró su atención en alcanzar a su amigo justo debajo del trono del rey. El cual se encontraba cubierto en un manto de seda blanco que dejaba ver únicamente la sombra del Pokémon sentado en el lugar más importante de todo el Reino de Áurea.

—¿Cian? —Preguntó Charmeleon extrañado—. ¿Qué ocurre? ¡Vamos! —Le motivó extendiendo su brazo desde el foro para que su amigo le tomara de la mano—. Date prisa o no podrás alcanzarme.

Lucario, notando que apenas y se había movido de su lugar, intentó correr tan rápido como sus piernas, que llevaban esas pesadas grebas y botas, le permitían. Pero cuanto más corría, más grande se hacía el tramo que los distanciaba, convirtiendo el salón en una especie de pasillo sin fin.

—¡¿Qué está pasando?! —Se preguntó molesto al mismo tiempo que el sonido de aquella maquinaria gigante que los atacó en el valle se dejó escuchar en el exterior del castillo—. ¡No puede ser! —Se negó a creer que fuese posible su aparición cuando de pronto la pared de uno de los costados fue destruida. Atacando el foro justo donde se encontraba Charmeleon y el Rey—. ¡¡Red!! —Gritó con todas sus fuerzas. Despertando del sueño que lo tenía sumergido y prisionero.

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Lunes 17 de Octubre del año 5066. 5:30 PM. En algún lugar del reino de Plata