¿Esto Es Un Sueño?

Capitulo 26

Una Rutina en Armonía

Con el paso de las semanas, nuestra vida juntos comenzó a tomar una rutina agradable. Cada mañana, nos despertábamos al sonido de las risas suaves de Mitsuri y Miku, quienes solían competir por ver quién podía preparar el desayuno más delicioso. A veces, Nino se unía con una actitud un poco más reservada, pero siempre con una sonrisa en su rostro al ver cómo compartíamos el tiempo juntos.

Explorando la Ciudad

Un fin de semana decidimos salir todos juntos para explorar la ciudad. Desde que Nino y Sinon se habían mudado, no habíamos tenido la oportunidad de hacer un recorrido completo, y Mitsuri estaba emocionada por mostrarles sus rincones favoritos.

—¡Tenemos que ir al parque que está cerca del río! —exclamó Mitsuri mientras caminábamos por las calles—. Es un lugar tan tranquilo y hermoso.

—Me encantaría verlo —respondió Sinon con una sonrisa, mirando a su alrededor con curiosidad.

Llegamos al parque, y como siempre, Mitsuri tenía razón. El lugar era un pequeño oasis de paz en medio de la ciudad, con árboles altos y un río que fluía suavemente. Nos acomodamos en una manta bajo un árbol, disfrutando del sol y la brisa fresca.

Miku, siempre la más callada pero observadora, se sentó cerca de Sinon y comenzó a hablarle sobre sus recuerdos de la infancia, cómo solía jugar en parques similares con sus hermanas. Nino se unió a la conversación, aportando sus propias anécdotas, y pronto todas estaban riendo y compartiendo historias.

Momentos de Intimidad

Esa tarde, mientras Mitsuri y Miku se alejaron para buscar algo de comer, quedé a solas con Nino y Sinon. Nos recostamos en la manta, mirando el cielo azul, y la conversación tomó un tono más personal.

—Nunca pensé que llegaría a compartir mi vida de esta manera —dijo Nino de repente, con la vista fija en el cielo—. Siempre fui más reservada, pero ahora, estando aquí con ustedes, siento que puedo ser yo misma.

—Entiendo lo que dices —respondió Sinon suavemente—. A veces, las cosas que menos esperamos son las que más necesitamos.

Me volví hacia ellas, notando la sinceridad en sus rostros. Me acerqué a Nino, tomando su mano, y luego miré a Sinon.

—Estoy agradecido de que estén aquí conmigo. No podría imaginar mi vida de otra manera.

Nino se sonrojó un poco, pero apretó mi mano con fuerza, y Sinon me dedicó una sonrisa cálida.

Una Decisión Importante

Más tarde esa noche, después de haber regresado a casa y habernos acomodado en la sala, Mitsuri nos miró con seriedad, pero con una chispa de emoción en sus ojos.

—He estado pensando en algo —dijo, captando nuestra atención—. Ya que todos vivimos juntos y nos llevamos tan bien, ¿por qué no hacemos algo especial, algo que celebre nuestra relación?

—¿Como qué? —preguntó Miku, intrigada.

—¡Un viaje! —exclamó Mitsuri, sonriendo ampliamente—. Podríamos ir a algún lugar especial, lejos de todo, donde podamos disfrutar de la compañía del otro sin ninguna distracción.

La idea fue recibida con entusiasmo, y pronto comenzamos a planear nuestro primer viaje juntos. Decidimos que iríamos a una cabaña en las montañas, un lugar rodeado de naturaleza, donde podríamos desconectar del mundo y centrarnos en nosotros mismos.

El Inicio de una Nueva Aventura

Los días previos al viaje estuvieron llenos de emoción y preparativos. Sinon se ofreció a encargarse de las provisiones, asegurándose de que tuviéramos todo lo necesario. Nino, que siempre había tenido un buen sentido de la moda, se ocupó de que todos estuviéramos preparados para cualquier clima. Miku, con su talento para la organización, se encargó de la logística, mientras que Mitsuri se encargaba de mantener el ánimo alto, sugiriendo actividades que podríamos hacer una vez llegáramos.

Finalmente, llegó el día del viaje. Subimos al auto, con el maletero lleno de nuestras pertenencias y la música sonando alegremente en la radio. A medida que nos alejábamos de la ciudad, podía sentir la emoción creciendo en el ambiente. Era más que un simple viaje; era el comienzo de una nueva etapa en nuestra relación.

Un Futuro Brillante

Mientras conducía por la carretera serpenteante hacia las montañas, no pude evitar sentir una profunda gratitud por todo lo que había sucedido en los últimos meses. Había pasado de estar solo a estar rodeado de personas que no solo me querían, sino que también se querían entre ellas. Y mientras miraba hacia el futuro, no podía esperar para ver qué nuevas aventuras nos esperaban.

Continuará...