Capitulo 33

4 0 0
                                    

Habían pasado varias semanas desde que Lizbeth se unió a nuestra peculiar familia. La dinámica en casa se había vuelto más interesante y, sin duda, más animada. Cada una de las chicas aportaba algo único al grupo, y ver cómo interactuaban entre ellas era algo que me hacía sonreír constantemente.

Miku y Lizbeth se llevaban especialmente bien. Liz tenía un gran conocimiento sobre historia y, aunque su especialidad era la forja de armas, también tenía un montón de datos curiosos que compartía con Miku mientras charlaban en la cocina. A menudo, las encontraba a las dos sentadas juntas, compartiendo una taza de té y hablando sobre temas históricos, artefactos y leyendas, con Miku tomando notas mentalmente, fascinada por cada palabra de Liz.

Nino, por otro lado, tenía una relación más amistosa-rival con Mitsuri. Ambas compartían una energía vibrante y competitiva. En los días soleados, solían organizar pequeñas competencias entre ellas, desde quién podía preparar el plato más delicioso hasta quién podía correr más rápido alrededor del jardín. Siempre terminaban riendo juntas, olvidando la competencia en sí y disfrutando del simple hecho de estar en compañía.

Ichika, con su carácter astuto y observador, se convertía en una especie de mediadora cuando había pequeños desacuerdos entre las chicas. Ella tenía esa habilidad innata para entender a cada una y sabía exactamente qué decir para calmar los ánimos. Era como la hermana mayor que todas necesitaban, y a menudo la veías aconsejando a Nino o ayudando a Mitsuri a elegir un atuendo para las cenas especiales que organizábamos en casa.

Sinon era la más reservada del grupo, pero también la que más necesitaba apoyo emocional. Aunque inicialmente parecía distante, con el tiempo comenzó a abrirse más, especialmente con Ichika, quien tenía una paciencia infinita para escucharla. Pasaban largas horas conversando en la terraza durante las noches, compartiendo historias del pasado y, a veces, simplemente disfrutando del silencio juntas.

Yo, mientras tanto, me encontraba en medio de todo, observando cómo estas relaciones crecían y se fortalecían. A menudo me unía a sus conversaciones o actividades, intentando no inclinarme hacia ninguna de ellas para que todas se sintieran igualmente especiales. Sabía que no era fácil para ellas compartir su atención conmigo, pero cada día me demostraban que estaban dispuestas a hacer que funcionara.

Una noche, mientras estábamos todos reunidos en la sala, decidimos hacer una pequeña fogata en el jardín. Mitsuri, con su entusiasmo característico, sugirió que cada una compartiera una historia o anécdota que les hubiera marcado. Una a una, las chicas comenzaron a abrirse, revelando partes de su pasado que aún no conocía. Fue una experiencia reveladora para todos nosotros, una que nos unió aún más.

Cuando llegó mi turno, decidí hablar sobre cómo me sentía increíblemente afortunado de tenerlas a todas en mi vida. Les agradecí por ser tan comprensivas y por la paciencia que mostraban, no solo conmigo, sino también entre ellas. Cada una de ellas tenía algo que me hacía sentir completo, y me esforzaría cada día por ser alguien digno de su amor.

Al terminar mi discurso, hubo un momento de silencio antes de que Nino, con su típico tono tsundere, dijera: "No te creas tan importante, esto también es gracias a nosotras." Todas se rieron, y después, cada una de ellas me abrazó, confirmando una vez más lo afortunado que era.

A medida que la noche avanzaba, y el fuego comenzaba a apagarse, las chicas se acomodaron alrededor mío, apoyándose en mis hombros y compartiendo el calor de la fogata. En ese momento, supe que, aunque aún faltaban más chicas por unirse a nuestra familia, el vínculo entre las que ya estaban era irrompible.

Continuara..

¿Esto Es Un Sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora