Capitulo 39

2 0 0
                                    

Días después del tranquilo atardecer que compartieron, la relación entre Shinobu y T/N comenzó a profundizarse de manera natural. Aunque Shinobu era una persona reservada y enigmática, con el tiempo, T/N logró captar pequeñas señales que demostraban su creciente afecto hacia él. A pesar de su apariencia serena, T/N notó que Shinobu tenía una calidez única que, aunque sutil, estaba siempre presente.

Una tarde, T/N decidió invitar a Shinobu a dar un paseo por un sendero cercano a su casa. Sabía que ella disfrutaba de la naturaleza y del aire libre, algo que compartían en común.

"Shinobu," llamó T/N suavemente mientras se preparaban para salir. "Pensé que podríamos caminar un poco por el bosque. El clima está perfecto hoy."

Shinobu levantó la vista de su libro y le sonrió levemente. "Me encantaría, T/N. Siempre es agradable estar en la naturaleza, especialmente en buena compañía."

Mientras caminaban, ambos se sumieron en una conversación tranquila. Hablaron de sus vidas antes de conocerse, sus sueños y temores. Shinobu, aunque siempre cautelosa al compartir detalles personales, se sintió segura con T/N y le reveló más sobre su vida como Pilar del Insecto. Le habló de su hermana Kanae, de su juramento de proteger a los inocentes y de su determinación por acabar con los demonios.

"Es un camino solitario a veces," confesó Shinobu, mirando las hojas que caían suavemente alrededor de ellos. "Pero encontrar a personas como tú, T/N, hace que todo el esfuerzo valga la pena. Es como si el universo finalmente me diera un respiro."

T/N la miró con una mezcla de admiración y compasión. "Entiendo lo que dices. A veces la vida puede ser abrumadora, pero creo que es en esos momentos cuando más necesitamos apoyo. Estoy aquí para ti, Shinobu, y quiero que sepas que no tienes que cargar con todo sola."

Shinobu lo miró, sorprendida por la sinceridad en sus palabras. Había conocido a muchas personas en su vida, pero pocas veces había sentido un apoyo tan genuino y desinteresado. Sin embargo, a pesar de su tranquilidad aparente, T/N podía ver el dolor detrás de sus ojos.

"Gracias, T/N. A veces olvido que es posible confiar en alguien así," dijo suavemente, casi en un susurro. Sin darse cuenta, había comenzado a caminar más cerca de él, hasta que sus hombros se rozaron suavemente.

T/N notó el gesto y, sin pensarlo mucho, tomó su mano. Fue un acto sencillo, pero para Shinobu fue un símbolo poderoso de confianza y afecto. Sentir la calidez de su mano en la suya le brindó una sensación de seguridad que no había experimentado en mucho tiempo.

"Prometo que estaré aquí, Shinobu," dijo T/N, mirándola directamente a los ojos. "Y no solo en los buenos momentos. En lo que sea que venga, quiero enfrentar todo contigo."

Shinobu sintió un leve rubor en sus mejillas, pero no apartó la mirada. "Me haces sentir algo que no pensé que volvería a experimentar, T/N," confesó. "Y aunque me asusta un poco, quiero que sepas que aprecio cada momento que pasamos juntos."

El paseo continuó en silencio, pero no era un silencio incómodo. Ambos se sentían conectados de una manera que no necesitaba palabras para expresarse. El sonido de las hojas bajo sus pies y el susurro del viento eran los únicos testigos de su creciente vínculo.

Al llegar a un claro, Shinobu se detuvo y soltó la mano de T/N para mirar el paisaje frente a ellos. La luz del sol se filtraba a través de las copas de los árboles, creando un espectáculo de sombras y luces que bailaban suavemente en el suelo.

"Es hermoso," dijo Shinobu, respirando profundamente. "Gracias por traerme aquí, T/N."

T/N se acercó a ella, envolviendo su brazo alrededor de su cintura en un gesto protector. "Siempre que quieras venir aquí, estaré encantado de acompañarte."

Shinobu se permitió apoyarse en él, cerrando los ojos y dejando que la paz del momento la envolviera. "Me alegra haberte encontrado, T/N. Tal vez el destino no sea tan cruel después de todo."

T/N sonrió, acariciando suavemente su cabello. "El destino puede ser misterioso, pero a veces, nos da regalos que nunca esperábamos. Y creo que encontrarnos fue uno de esos regalos."

Mientras el sol comenzaba a descender, tiñendo el cielo de naranjas y rosados, ambos permanecieron en el claro, disfrutando de la tranquilidad del momento. Era solo el comienzo de lo que prometía ser una relación llena de comprensión, apoyo mutuo y un amor que crecía con cada día que pasaba.

Continuará...

¿Esto Es Un Sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora