Capitulo 27

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Llegando a la Cabaña

Después de un largo viaje lleno de risas y anécdotas, finalmente llegamos a la cabaña en las montañas. El lugar era aún más hermoso de lo que imaginábamos, con árboles frondosos rodeando la cabaña y un lago cristalino no muy lejos de allí. El aire fresco y la tranquilidad del entorno eran justo lo que necesitábamos para desconectar y pasar tiempo juntos.

—¡Este lugar es increíble! —exclamó Mitsuri, bajando del auto con entusiasmo—. ¡Va a ser una aventura maravillosa!

—Sí, definitivamente elegimos bien —agregó Nino, mientras observaba los alrededores con una mezcla de sorpresa y admiración.

Miku asintió con una sonrisa suave en su rostro, mientras que Sinon, siempre observadora, ya estaba explorando el lugar con su mirada aguda.

Decidimos repartir las tareas para instalarnos rápidamente. Miku y Nino se encargaron de desempacar las cosas dentro de la cabaña, mientras Mitsuri y yo llevamos la comida y las bebidas al pequeño pero bien equipado refrigerador. Sinon, siendo la más meticulosa, revisó la cabaña para asegurarse de que todo estuviera en orden y que no nos faltara nada esencial.

Primera Noche en la Cabaña

Esa primera noche, después de un delicioso asado preparado por Mitsuri y una ayudita de Nino, nos reunimos alrededor de la chimenea. El calor del fuego y la suave luz que emitía crearon un ambiente acogedor y relajante.

—Esto es perfecto —murmuró Miku mientras se acomodaba en el sofá, sus ojos cerrados, disfrutando del momento.

—Sí, después de todo el estrés de la ciudad, esto es justo lo que necesitábamos —agregó Sinon, sentada en una silla junto a la ventana, desde donde podía ver las estrellas brillando en el cielo nocturno.

Nino, que siempre había sido un poco más reservada con sus emociones, parecía relajada y feliz, algo que no pasaba desapercibido para mí.

—Estoy feliz de estar aquí con ustedes —dije, rompiendo el silencio de manera suave pero sincera—. Todo esto ha sido un cambio increíble en nuestras vidas, y no puedo esperar para ver qué más nos espera.

Mitsuri, siempre la más efusiva, se levantó de su asiento y nos abrazó a todos, uno por uno, antes de sentarse de nuevo, su rostro resplandeciente con una sonrisa cálida.

Tiempo a Solas con Nino

Al día siguiente, mientras las demás se ocupaban con sus propias actividades, Nino y yo decidimos dar un paseo por el lago. El entorno era tan pacífico que apenas hablamos durante la primera parte de la caminata, simplemente disfrutando de la compañía del otro.

—T/N —dijo Nino de repente, rompiendo el silencio—, me alegra que hayas insistido en que viniera con ustedes. Al principio, no estaba segura de cómo encajaría en todo esto, pero ahora… me siento más feliz de lo que imaginé.

Sus palabras me sorprendieron gratamente. Aunque Nino siempre había sido directa, esta vez había un matiz de vulnerabilidad en su voz.

—Estoy muy feliz de que estés aquí, Nino —le respondí sinceramente, deteniéndome para mirarla a los ojos—. Desde que llegaste, has traído algo especial a nuestras vidas. No puedo imaginar esto sin ti.

Ella me miró fijamente por un momento antes de sonreír, una sonrisa pequeña pero genuina, que solo compartía cuando estaba verdaderamente feliz.

—Gracias, T/N. —Sus palabras fueron un susurro, pero cargadas de emoción.

Caminamos un poco más hasta llegar a un banco cerca del lago, donde nos sentamos a disfrutar de la vista. El agua reflejaba el cielo azul, y todo parecía estar en paz. En ese momento, sentí que nuestra relación había dado un paso importante hacia adelante.

De Vuelta en la Cabaña

Al regresar a la cabaña, nos encontramos con que las chicas habían preparado una pequeña sorpresa. Mitsuri había encontrado un proyector y decidió que sería divertido ver una película juntos esa noche. Mientras preparaban las palomitas, Sinon y Miku discutían sobre qué película ver, mientras Nino y yo nos reíamos de su pequeña disputa.

La noche terminó con todos nosotros acurrucados bajo mantas, viendo la película mientras el fuego de la chimenea crepitaba suavemente en el fondo. No importaba lo que estuviéramos viendo, lo importante era que estábamos juntos, disfrutando del momento.

Creciendo Juntos

Durante los siguientes días en la cabaña, nuestras relaciones continuaron floreciendo. A medida que pasábamos tiempo juntos, nos conocíamos más a fondo, fortaleciendo los lazos que ya habíamos creado. Cada una de las chicas aportaba algo único a la dinámica del grupo, y poco a poco, la amistad entre ellas también se profundizó.

Miku y Mitsuri compartían una conexión especial, basada en su amor por la cocina y la búsqueda de la perfección en los pequeños detalles. Sinon, por otro lado, encontró en Nino una compañera para sus momentos más tranquilos y reflexivos, y aunque al principio parecía que sus personalidades no encajaban, pronto se dieron cuenta de que tenían más en común de lo que pensaban.

Una Nueva Etapa

Nuestro tiempo en la cabaña nos permitió fortalecer nuestras relaciones de maneras que no habíamos imaginado. Cada día traía una nueva sorpresa, un nuevo descubrimiento sobre nosotros mismos y sobre los demás. Y mientras nos preparábamos para regresar a la ciudad, todos sabíamos que habíamos comenzado una nueva etapa en nuestras vidas, una que prometía estar llena de amor, amistad y aventuras compartidas.

Continuará…

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