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¿Como debería empezar? ¿Con un saludo simple y después las disculpas? o quizá deberia iniciar con las disculpas y que posterior a eso pasara lo que tuviera que pasar... De esa manera se saltaría la parte incómoda antes de ir de lleno con el tema ¿no?

Ansiaba hacerse el loco y huir pero eso no sería para nada ético, Connie merecía de él mas esfuerzo, si continuaba ignorando la situación llegaría a un punto sin retorno y no lo vale, quiere a Connie como un hermano y una disculpa es lo mínimo, eso sin mencionar que su presencia le hacía falta así como la de Sasha, ningún sentido tiene quedarse sin ellos por un error tan tonto.

Tocó un par de veces la puerta de la casa de Connie, respiró hondo y guardó las manos en los bolsillos de su sudadera. La espera fue una tortura, pero luego de unos desgastantes minutos la puerta frente a él se abrió revelando a un muchacho apenas más bajo que él y que reconoció al instante debido a su cabeza rapada. No estaba nada contento, pero tampoco se mostró disgustado por verle.

—¿Qué haces aquí? —Cerró la puerta detrás de él y cruzó los brazos, con los ojos bien puestos sobre Jean para encargarse de no pasar por alto absolutamente ningún detalle—. ¿Necesitas algo?

—No, no, vengo a hablar contigo —aclara timidamente—. ¿Tienes un minuto disponible?

Reflexionó para sus adentros con apenas una mueca ligera y casi nada notoria, pero con un breve asentimiento le permitió a Jean proceder.

—Adelante.

—Lamento mucho mi actitud —comenzó a decir Jean, lleno de pena y arrepentimiento. Connie abrió los ojos impresionado—. Tienes razón en muchas cosas y lo siento, he sido un pésimo amigo desde la muerte de Marco e incluso desde antes. Les fallé mucho a Sasha y a ti, a ti especialmente que eres mi mejor amigo y quien mas me ha estado apoyando, debí estar más presente para ti en vez de consumirme en mi propio egoísmo. Debí ser más honesto contigo y decirte desde el principio que no estoy bien.

Desconcertado por las disculpas (y sin saber como asimilarlo) Connie hizo un breve análisis en Jean. ¿En serio estaba arrepentido? Jean nunca pediría disculpas si no lo sintiera de todo corazón, por muy herido que se pudiera sentir, conoce a su amigo y este es demasiado blando como para mentir con eso. Y que irónico, porque nunca imaginó esas disculpas ni por mucho que conociera al chico, ni mucho menos le gustó escucharlas, se volvió bastante incómodo por lo poco habitual que es oír un lo siento genuino.

Connie se encogió de hombros con un sobreactuado desinterés, negando con la cabeza por pura inercia.

—Está bien, yo sólo hable por andar enojado.

—No, no está bien Connie. Yo no estoy bien y tienes toda la razón. —La confesión, acompañada de una tensión palpable en el cuerpo de Jean, despertó mayor curiosidad en su amigo—. No sé que pasa conmigo, de niño no era capaz ni de ocultar cuando rompía un jarrón y ahora me siento que me estoy asfixiando por tantas mentiras, ya ni siquiera sé quien soy más allá de esta farsa.

—Jean, no es tan así...

—Eso es lo que tú crees, eso es lo que todos creen pero la verdad es otra. Tengo que aceptarlo,  soy un asco, una mentira, y no está mal confesarlo lo malo sería que lo continúe ignorando.

—Mira, yo me pasé de grosero —Jean quería seguir hablando, pero el gesto severo de Connie bastó para callarlo—. Entiendo tu punto y es válido, al final no soy quien para negarte que eres muy estúpido, pero seamos justos el uno con el otro, todo este tiempo no hice más que tratar de forzarte a tener una reacción, una respuesta...

—Es lo mínimo.

—No Jean, no está en nosotros exigirle a los demás que tengan una reacción ante algo que a nosotros nos moleste. Yo sólo me enfoqué en eso, en que no tenía las respuestas que quería, que no tenías la actitud que yo esperaba en vez de sólo cambiar mi punto de vista y darme cuenta que, de una u otra forma, era mi propia formar de actuar contigo la que seguía intensificando esa distancia entre tú y yo. Debí hacer las cosas de otra manera en vez de explotar.

Voces que fabrican sueños ¦ Jearmin ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora