My Asesina Ideal

Capítulo 33

Lea

~º~

—Tenemos que movernos Lea.—Dice Mattia sobresaltando me.

—¿A donde?

—A la cede de la CIA Jack acaba de enviarte la foto de D'Angelo y es nuestra oportunidad para atraparlo.

—Tienes razón.

Me levanto rápido mientras me visto con el primer atuendo que encuentro, que es un Jean y camiseta con tenis blanco.

Mattia y yo nos subimos al auto mientras el conduce hasta la cede.

—Vaya llegaron tempranos.—Dice Leonardo

—Tenemos una foto de D'Angelo.—suelta Mattia de repente.

—No están bromeando conmigo.

—Jack me la envió esta mañana, puedes verla con tus propios ojos.

—A ver.

Me acerco a Leonardo mientras le enseño la foto.

—Jack me envió varias fotos.

Los demás están sentados en círculos esperando que muestre las imágenes, no la había abierto por que me la envió para una sola vez cada una.

Al poner cada foto, el Hacker de la CIA comenzó a redactar los datos y a escribir investigarlo.

—Lo encontré.—Dice el Hack— su nombre completo es Vittorio D'Angelo tiene 29 años y tiene un hermano menor que se llama........

—Que sucede?—Le pregunta Mattia.

—No tengo ninguna duda de que el sea D'Angelo en primer lugar encontré una foto de él con Dante D'Angelo.

—Que.—Dicen los demás mientras se acercan a ver la foto de cerca.

—Como fue que no encontramos esto.—Pregunta Alessandro.

—No lo sé, lo importante ahora es que pongan un boletín, Mattia habla con las autoridades y pídele que pongan una orden de aprensión contra el Mafioso Vittorio D'Angelo y haz que le saquen copias a estas fotos. Las quiero pegadas en todos los muros, las ciudades,y metro su cara pegada.

~º~

—Como va todo.—Le pregunta D'Angelo a Jack.

—Tal como pediste pero no entiendo por que quisiste que le de una foto tú....

—Eso no importa ahora, te dejo tengo cosas que hacer.

Lea

~º~

—Ahora que sigue ya conseguí todo lo que quisiste.

—Ahora solo nos queda esperar por que vamos atrapar a César a través de D'Angelo.

—Estaremos pendiente a cualquier cosa y Lea necesita más reposo aún no está lista.

Me subo al auto hasta que llegamos a la casa me desmonto pero Mattia me toma por la muñeca mientras me pega a él.

—Quieres hacerlo aquí.

— Qué tiene de malo.

Mattia me pega más a él.

—Aquí no mejor adentro.

Entramos a la casa mientras nos besamos sus manos están en mi cintura mientras sus labios no dejan de moverse y van en sintonía con los míos tan suaves y delicados.

—Quiero hacerlo aquí.

—! quieres hacerlo en todos los lados!

— sí, quiero probarte en toda la casa quiero sentirte hacerte mía una y otra vez mientras te lo hago en todos los rincones que tiene esta casa y no voy a descansar hasta que lo cumpla.

—¡ hazme tuya !

Mattia comienza a desnudarme quitándome la ropa con rapidez esta vez no es cariñoso pero aún así es excitante, comienza a besarme el cuello para después quitarme la camiseta mientras toma mis pechos entre sus manos y comienza masajearlos mientras los chupa y los muerdes haciéndome retorcer del placer.

— ¡al piso!— Me dice en tono demandante.— quiero ver cómo me lo mamas.

Me agacho lentamente mientras le quito la correa y le bajó el pantalón dejando su miembro erecto duro a la espera de mi boca, comienzo a meterlo en mi boca hasta el fondo sintiendo como choca con mi garganta. Trato de meterlo entero en mi boca pero es muy grande y no me cabe, Mattia envuelve mi cabello sus manos en forma de puño mientras guía los movimientos y comienza a follarme la boca.

—¡Glou,Glou,Glou,!

Era lo único que se escuchaba el sonido de su sexo mientras me penetraba los labios.

— arriba preciosa.

Mattia me carga mientras se deshace de toda la ropa que tengo puesta, y me levanta mientras coloca el condón en su miembro lo pasa por mi entrada, desde arriba hasta abajo así mojándome a la vez mientras yo estaba más sedienta. Necesitándolo cada vez más y más dentro de mí, me sentía estresada cada vez que lo pasaba me ponía impaciente y quería sentirlo.

—¡Ya mételo!— dije agotada de toda esta situación.

Mientras él lo disfrutaba la tortura le encantaba verme así sedienta y necesitada de él y a la vez de su cuerpo sabiendo que es el único que puede complacerme.

— te lo dije lea que algún día tú ibas a estar necesitada de mí, y me ibas a pedir que te folle.

Mattia entra en mi mientras aprieto los cojines del sofá y comenzamos a besarnos mientras mi cuerpo se retorcía por cada estocada que él me daba haciéndome retorcer y que mi cuerpo tiemble ante el.  

—¡ Ah ah !— mis gemidos estaban esparcidos por toda la casa por suerte no había nadie si no ya habría escuchado todo.

— Quieres más, quieres que te dé más lea Dímelo, pídemelo te daré más.

Mattia tuvo que sostenerse del sofá mientras sus tocados se volvían más salvajes más profundas más placentera mientras me daba la folla de mi vida.