CAPÍTULO 40 (FINAL)

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Alina

Despierto con la cabeza dándome vueltas y la vista nublosa,me tomo un par de segundos tratando de centrarme y comienzo a detallar mi alrededor.

Una habitación oscura con paredes de metal,no hay ni siquiera un colchón.

La realidad me golpea cuando miro mi cuerpo y veo toda la sangre qué llevo encima recordando de quien es.

La bilis me sube a la garganta y termino vomitando sobre el suelo,mis ojos se llenan de lágrimas mientras vomito una segunda vez.

Quiero arrancarme el vestido,el olor a sangre y vomito se intensifica en las siguientes horas en donde nadie viene por mí.

No se donde estoy ni que harán conmigo.

Me quedo hecha un ovillo en la esquina de la habitación sin ganas de nada.

Siento que las horas pasan y pasan mientras sigo encerrada en la misma posición,tengo los ojos hinchados y las lágrimas dejaron de salir hace rato.
Tengo la boca seca y el estómago me gruñe a cada rato.

-Ya pasará- me digo a mi misma -alguien vendrá por mi.

Mi hermano debe estar buscándome,incluso Conor podría también estarlo.

Pero en el fondo deseo que él venga por mi.

Quiero estar en sus brazos,quiero que me diga que va a protegerme y cuidarme como en otras ocasiones.
Pero el tiempo sigue pasando y no viene nadie.

Mis esperanzas se derrumban cada segundo.

Abrazo con mas fuerza mis piernas acostada sobre el suelo.

Me tiembla todo el cuerpo y no se que más hacer para callar las voces de mi cabeza,para apagar todo lo que se me viene encima.

Los recuerdos de hace 10 años vuelven a mí,Dominico disparandole a mi madre,sus maltratos,el secuestro de Ale,el mio,la muerte de Bruno,el dolor de mi amiga.

Todo se repite en mi cabeza.

El odio con el que Viktor me miró la última vez que lo vi junto a sus palabras que me rompieron el corazón.

Y lo último,la muerte de Isa.

~¿Que pecado estoy pagando?

No lo entiendo.

Busco el collar en mi cuello,esa mitad de ala colgando de la cadena,pero no está.

Lo dejé en casa de Viktor.

Me doy cuenta que también perdi eso y siento como mi pecho arde.

Cuando por fin creí que la vida me estaba dando algo de felicidad.

Esos momentos de mi boda y luna de miel fueron los más felices.
Pero todo se borro en un parpadeo.

Alguien abre la puerta de donde estoy pero ni siquiera me molesto en levantar la vista.

Escucho sus pasos acercándose y me jalan del cabello para que me ponga de pie.

-El jefe quiere verte- me dice el hombre que toma mi brazo para comenzar a arrastrarme hacia afuera.

No me rehuso,no peleo,solo dejo que haga lo que quiera conmigo.

Tampoco es que tenga fuerzas para hacer algo.

Mi cuerpo y mis pies se mueven en automático,no porque se los ordene.

Subimos por una escalera para después adentrarnos en un pasillo del cual salimos y nos da paso a una casa lujosa.

D'Angelo #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora