Aiden respiraba profundamente, cada inhalación un esfuerzo mientras se preparaba para el siguiente asalto. El duelo con Darth Maul había superado cualquier enfrentamiento que había tenido en su vida pasada. La intensidad del combate, la precisión letal de Maul y el poder abrumador del lado oscuro lo habían llevado al límite. Sin embargo, aún estaba de pie. Su cuerpo, aunque herido, se mantenía firme.
Darth Maul, por su parte, irradiaba una furia contenida. Su sable láser ahora reducido a una sola hoja brillaba intensamente, y sus ojos carmesí lo observaban con odio absoluto. Había subestimado a su adversario y eso lo enfurecía aún más. Para Maul, la derrota no era una opción, y menos contra alguien que parecía un simple mortal en comparación con la grandeza del lado oscuro.
“Debo admitir”, dijo Maul con su voz profunda y gélida, “que has demostrado más habilidad de la que esperaba. Pero eso solo hará que tu caída sea más significativa.”
Aiden no respondió. En lugar de hablar, centró toda su energía en el momento presente. El enfrentamiento final se acercaba, y sabía que un solo error podría costarle la vida. No podía permitirse vacilar.
Maul fue el primero en moverse, su velocidad inhumana haciendo que el aire alrededor de él se agrietara. El Sith lanzó una serie de ataques frenéticos, con su sable girando y zumbando a una velocidad vertiginosa. Aiden, anticipando cada movimiento, bloqueaba y esquivaba, pero cada vez sentía que sus reflejos disminuían un poco más. El cansancio se estaba acumulando.
En uno de los intercambios, Maul lanzó un golpe lateral que Aiden apenas pudo bloquear. El choque de las espadas hizo que una vibración recorriera el brazo de Aiden, debilitando su agarre. Maul aprovechó el momento y lo empujó con la Fuerza, haciéndolo retroceder varios metros. Aiden se tambaleó, apenas manteniendo el equilibrio.
“Eres fuerte, pero no lo suficiente”, dijo Maul con desdén.
Aiden, respirando pesadamente, sabía que no podía seguir enfrentándose a Maul en un combate directo. El Sith tenía una ventaja considerable en términos de resistencia y poder, pero Aiden tenía algo que Maul no poseía: la capacidad de adaptarse y pensar estratégicamente en el calor del combate.
Rodeado por el oscuro paisaje de las montañas, Aiden utilizó la Fuerza para sentir el entorno. Necesitaba un plan, algo que lo ayudara a nivelar el campo de juego. Entonces lo vio: un conjunto de rocas grandes, precariamente equilibradas sobre una cornisa a cierta distancia. Si lograba maniobrar a Maul hacia esa zona, podría usar el terreno a su favor.
Aiden decidió cambiar su enfoque. En lugar de mantenerse a la defensiva, adoptó una postura más ofensiva, lanzando una serie de ataques rápidos. Sabía que Maul era lo suficientemente hábil para bloquearlos, pero su objetivo no era vencer al Sith en este momento, sino empujarlo hacia donde necesitaba que estuviera.
Maul, sorprendido por la agresividad renovada de Aiden, retrocedió ligeramente. Aunque bloqueaba cada golpe, notó que su oponente lo estaba forzando a moverse en una dirección particular. Sus ojos se entrecerraron con suspicacia.
“¿Qué intentas?” Maul lanzó un golpe feroz, forzando a Aiden a saltar hacia atrás, pero Aiden continuó empujándolo en la dirección deseada.
Finalmente, Aiden logró posicionar a Maul cerca de la cornisa con las rocas inestables. Ahora era el momento. Aiden desvió un ataque de Maul y, con una ráfaga de la Fuerza, golpeó las rocas, haciendo que cayeran sobre el Sith.
Maul, con reflejos sobrehumanos, saltó ágilmente para evitar ser aplastado, pero la maniobra había hecho que bajara la guardia. Aiden aprovechó el momento para lanzar un golpe con su sable láser hacia el costado de Maul. El sable de Aiden cortó la carne del Sith, causando una herida profunda.
Maul rugió de dolor y furia, retrocediendo mientras su sable láser caía de su mano. La herida, aunque no mortal, lo había debilitado considerablemente. Se tambaleó, mirando a Aiden con odio puro.
“¡Esto no termina aquí!”, gritó Maul. Con un movimiento rápido, usó la Fuerza para empujar a Aiden hacia atrás, dándose el tiempo suficiente para retirarse.
Aiden, aunque herido, no pudo perseguirlo. El duelo lo había dejado agotado física y mentalmente. Observó cómo Maul desaparecía en la oscuridad, su figura envolviéndose en las sombras del paisaje montañoso. Aunque había herido al Sith, sabía que Maul no era alguien que se rendiría fácilmente. Esto era solo una victoria temporal.
Horas más tarde, Aiden regresó a Theed, donde Mara, Panaka y otros líderes de la resistencia lo esperaban ansiosamente. Su apariencia desgastada y la sangre en su ropa contaban una historia que no necesitaba ser explicada.
Mara fue la primera en acercarse. “¿Estás bien?” preguntó, sus ojos llenos de preocupación.
Aiden asintió lentamente. “Maul ha sido herido, pero no lo derroté. Regresará.”
El capitán Panaka, siempre pragmático, cruzó los brazos. “¿Qué tan pronto crees que volverá?”
“No lo sé”, respondió Aiden, “pero debemos prepararnos. La Federación de Comercio no ha terminado con nosotros, y Sidious tampoco. Maul es solo la punta del iceberg. Algo mucho más grande está en juego aquí.”
Mara intercambió una mirada con Panaka, sabiendo que Aiden no exageraba. Habían ganado una batalla importante, pero la guerra estaba lejos de terminar.
“El pueblo de Naboo está contigo, Aiden”, dijo Mara con convicción. “Hemos resistido hasta ahora, y seguiremos luchando.”
Aiden asintió, pero en el fondo de su mente, sabía que las cosas solo se volverían más complicadas. La presencia de Darth Maul en Naboo había demostrado que Sidious estaba dispuesto a todo para lograr sus objetivos, y si Maul volvía —lo cual era seguro que lo haría—, la batalla sería aún más difícil.
Mientras las estrellas brillaban sobre la pacífica ciudad de Theed, Aiden se permitió un breve respiro, sabiendo que la paz sería efímera. La sombra del lado oscuro seguía cerniéndose sobre Naboo, y aunque había ganado una pequeña victoria, la guerra contra Sidious y sus secuaces solo acababa de comenzar.
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EL ASCENSO DE UN IMPERIO EN NABO
Science FictionUn hombre del siglo XXI muere en un accidente y se reencarna en el universo de Star Wars, justo antes del Asedio de Naboo. Con recuerdos de su vida pasada y un conocimiento profundo del futuro, decide aprovechar la oportunidad para construir un impe...