Capítulo 7: Revelaciones Peligrosas

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Aiden sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras la transmisión se conectaba con Lyria. Había aprendido a confiar en ella y en su red de contactos, y si decía que había algo urgente, sabía que debía prestarle atención. Cuando finalmente su rostro apareció en el holoproyector, Aiden notó la preocupación en sus ojos.

“Lyria, ¿qué ha sucedido?” preguntó Aiden, tratando de mantener la calma, aunque la tensión en su voz era evidente.

Lyria se inclinó hacia adelante, susurrando como si temiera que alguien más pudiera escuchar. “He obtenido información que podría cambiarlo todo, Aiden. La Federación de Comercio ha avanzado más rápido de lo que pensábamos. No solo están planeando un bloqueo completo de Naboo; están en contacto con un poder más oscuro, algo que podría transformar la situación en una crisis mucho más grande.”

Aiden sintió un nudo formarse en su estómago. “¿De qué estás hablando? ¿A qué te refieres con un poder oscuro?”

Lyria tomó un respiro profundo antes de continuar. “Mi contacto en Coruscant ha oído rumores sobre un hombre misterioso que está manejando los hilos desde las sombras, influenciando a la Federación. Este individuo tiene una agenda más grande, una que involucra a la República misma. No sé todos los detalles, pero parece que hay más en juego que solo el control de rutas comerciales. Este hombre, este ‘Lord Sidious’, podría estar manipulando a la Federación para sus propios fines.”

El nombre resonó en la mente de Aiden. Sidious. Era un nombre que nunca había escuchado antes, pero la implicación era clara. Si la Federación de Comercio estaba siendo influenciada por una fuerza externa con acceso al poder y la política de la República, entonces la situación era mucho más peligrosa de lo que había anticipado.

“¿Sabes algo más sobre este Sidious? ¿Su ubicación, sus objetivos?” preguntó Aiden, tratando de mantener la mente enfocada.

Lyria negó con la cabeza, su expresión sombría. “Todo lo que sé es que está vinculado de alguna manera con los niveles más altos de la Federación. Mi contacto cree que es un Sith, uno de esos antiguos seguidores del lado oscuro que la República pensaba que habían desaparecido. Si eso es cierto, estamos lidiando con algo mucho más grande que un simple conflicto político.”

Aiden cerró los ojos por un momento, tratando de procesar la información. Los Sith, si es que realmente uno de ellos estaba involucrado, significaba que la situación era infinitamente más compleja y peligrosa. Los Sith eran conocidos por su poder y su capacidad para manipular, y si Sidious estaba tirando de los hilos, entonces Naboo podría ser solo el primer paso en un plan mucho más grande.

“Gracias, Lyria. Esto cambia todo. Mantén los oídos abiertos y hazme saber si descubres algo más. Esto… esto podría ser el comienzo de algo muy peligroso.”

Lyria asintió, su expresión grave. “Cuídate, Aiden. Estamos jugando en un tablero mucho más grande de lo que imaginábamos.”

La transmisión se cortó, dejando a Aiden solo en su estudio, sumido en un torbellino de pensamientos. No podía permitirse el lujo de entrar en pánico, pero la gravedad de la situación lo estaba empezando a pesar. Necesitaba pensar en sus próximos pasos con cuidado. Si un Sith estaba involucrado, cualquier movimiento en falso podría ser desastroso no solo para él, sino para todo Naboo.

Decidió que no podía afrontar esto solo. La Reina Amidala necesitaba saber lo que estaba ocurriendo, pero tenía que ser discreto. No podía simplemente presentarse en el palacio real y decir que un Sith estaba conspirando contra ellos. Necesitaba una razón para hablar con ella que no levantara sospechas.

Llamó a Mara, quien llegó rápidamente a su estudio. “Mara, necesito que organizes una reunión con la Reina. Hazlo bajo el pretexto de discutir la situación económica y la seguridad en Theed. Nada fuera de lo común, pero asegúrate de que sea pronto.”

Mara asintió con profesionalismo. “Lo haré de inmediato, señor Dallen. La Reina estará informada y preparada para recibirlo.”

Aiden observó cómo Mara se retiraba, agradecido por su eficiencia y lealtad. Sabía que tenía que manejar esta situación con suma delicadeza. Si la Reina Amidala descubría la verdad, podría entrar en pánico o, peor aún, tomar decisiones precipitadas. Necesitaba presentarle la información de una manera que la preparara para lo que vendría, sin asustarla innecesariamente.

Mientras esperaba la confirmación de la reunión, Aiden decidió repasar sus contactos en otros sistemas. Necesitaba asegurarse de que sus esfuerzos para formar una coalición continuaran, a pesar de la amenaza inminente. Malastare estaba casi asegurado, y Ryloth estaba en proceso de decisión. Pero necesitaba más sistemas. Corellia, Talasea, y quizás incluso Alderaan, si podía conseguir su atención.

Sabía que contactar a todos esos sistemas llevaría tiempo, y tiempo era algo que no tenía. Pero también comprendía que necesitaba una base fuerte antes de poder enfrentarse a la Federación y al misterioso Sidious.

Mara regresó poco después, interrumpiendo sus pensamientos. “Señor Dallen, la Reina Amidala ha accedido a reunirse con usted esta tarde. La cita será en sus aposentos privados, como usted solicitó.”

Aiden asintió, agradecido por la rapidez de Mara. “Gracias, Mara. Prepárame un informe sobre la situación en Theed y sobre los recursos disponibles para enfrentar un posible bloqueo. Lo necesitaré para la reunión.”

Mara asintió y salió rápidamente para cumplir la tarea. Aiden, mientras tanto, se dirigió a su cuarto para prepararse. Sabía que la Reina Amidala era joven pero increíblemente capaz y dedicada a su gente. La clave sería ganarse su confianza y hacerle ver que él estaba de su lado, que compartían un enemigo común.

Cuando llegó la hora, Aiden se presentó en el palacio con la actitud calmada y segura que siempre proyectaba. Fue recibido por uno de los ayudantes de la Reina, quien lo guió a los aposentos privados. La Reina Amidala lo esperaba allí, luciendo su habitual atuendo regio, aunque su expresión era más relajada que durante sus apariciones públicas.

“Señor Dallen, es un placer recibirlo. ¿Cómo puedo ayudarlo en este momento tan difícil?” preguntó la Reina con una voz tranquila y melodiosa.

Aiden hizo una ligera reverencia antes de responder. “Majestad, he venido a discutir algunos asuntos urgentes sobre la seguridad de Naboo. La situación con la Federación de Comercio es más peligrosa de lo que imaginamos. He recibido información preocupante que creo que necesita conocer.”

Amidala lo observó con atención, sus ojos oscuros y profundos evaluándolo. “Por favor, continúe.”

Aiden eligió sus palabras con cuidado. “Parece que la Federación de Comercio está siendo influenciada por un poder externo, uno que tiene sus propios planes para Naboo y posiblemente para toda la República. No puedo entrar en detalles completos ahora, pero lo que he descubierto sugiere que estamos enfrentando algo más grande que un simple bloqueo comercial.”

La Reina mantuvo su compostura, pero Aiden pudo ver un destello de preocupación en sus ojos. “¿Y qué sugieres que hagamos, señor Dallen?”

Aiden sabía que este era el momento decisivo. “Debemos fortalecer nuestras defensas y asegurar alianzas con otros sistemas. No podemos permitirnos enfrentar esta amenaza solos. Estoy trabajando en formar una coalición, pero necesito su apoyo, Majestad. Juntos, podemos resistir a la Federación y a cualquier otro que intente someternos.”

Amidala guardó silencio por un largo momento, antes de finalmente asentir. “Confío en tu juicio, Aiden. Haz lo que sea necesario para proteger Naboo. Te apoyaré en lo que pueda.”

Aiden sintió una ola de alivio al escuchar sus palabras. Había logrado asegurar el apoyo de la Reina, al menos por ahora. Pero sabía que la verdadera prueba estaba por venir. La batalla por Naboo, y quizás por toda la región, apenas comenzaba.

EL ASCENSO DE UN IMPERIO EN NABO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora