The battle

71 11 1
                                    

Diario de Orlaith Morcant

Capítulo 36: El regalo de la vida

Fecha: 3 de enero 1493

Nunca imaginé que la vida pudiera cambiar de esta manera. Había llegado a un punto en el que no sabía si mi corazón era capaz de amar más, si era posible que el amor creciera más allá de lo que había conocido, hasta que él llegó.

Mi pequeño. Mi hijo.

Desde que supe que iba a ser madre, todo adquirió un nuevo significado. No solo por el simple hecho de que una nueva vida estaba por comenzar, sino porque sentí, más que nunca, que tenía un propósito. Un propósito más grande que yo misma. Como si, de repente, mi existencia hubiera tenido sentido de la forma más profunda.

Su nombre es Tayen. No es solo un nombre; es una promesa, un reflejo de todo lo que soy ahora, un recordatorio de lo que mi vida ha llegado a ser gracias a él. Tayen es mi sol, el destello de luz que ilumina mis días, aun cuando todo parece oscuro.

Recuerdo el día en que nació como si hubiera sido ayer. Su pequeño rostro, tan inocente y lleno de vida. Cuando lo sostuve en mis brazos por primera vez, no pude evitar que las lágrimas cayeran por mis mejillas. Sentía que el amor, tan inmenso y tan puro, me desbordaba. Era como si todo mi ser hubiera sido creado para ser su madre.

Y mi esposo, mi amor. Él ha sido mi roca, mi apoyo, el que me ha acompañado en este viaje. No importa cuánto tiempo haya pasado, cada día a su lado sigue siendo tan especial como el primero. La forma en que cuida a Tayen, con tanto cariño, es algo que jamás podría haber imaginado. Él es el mejor padre que podría haber deseado para nuestro hijo.

Mi vida, en todos los aspectos, ha mejorado desde que conocí a mi esposo, y ahora con Tayen, mi felicidad no tiene comparación. Cada día, cada momento que paso con ellos, me recuerda lo afortunada que soy. A veces, me siento como si fuera a estallar de tanta gratitud, por tenerlos en mi vida, por haber recibido el regalo más hermoso que el universo podría ofrecer.

Tayen, mi hijo, es la razón por la que me levanto cada mañana. Por él, haría todo lo posible, todo lo necesario. No hay sacrificio que no esté dispuesta a hacer por su bienestar, por su felicidad. Haría todo por él, sin pensarlo, sin dudarlo. No importa lo que me cueste, mi amor por Tayen y mi amor por mi esposo me da una fuerza inmensa. Moriría por ellos sin pensarlo ni un segundo.

Este capítulo de mi vida, de hecho, de nuestras vidas, es el más hermoso. Y sé que, sin importar lo que pase en el futuro, siempre estaré aquí para él, para ambos. Porque, después de todo, son mi todo. Y con ellos, mi vida tiene más sentido que nunca.

...

La batalla estaba a punto de comenzar. Las tensiones eran palpables, y cada minuto que pasaba parecía arrastrarme más cerca de lo inevitable. Nos encontrábamos ocultos en la espesura del bosque, el terreno húmedo bajo nuestros pies, el aire cargado de esa extraña mezcla de anticipación y miedo. Estábamos listos para atacar, pero a la vez, mi mente no podía dejar de divagar, nerviosa por lo que vendría. La sensación de que no podía escapar de lo que se avecinaba se aferraba a mi pecho, como una piedra que no podía sacar de mis pulmones.

Seth, con su rapidez habitual, había ido a avisarle a los Cullen, a Edward y Bella, lo que estaba por suceder. Todos estábamos en silencio, aguardando el momento adecuado. Pero, a pesar de la preparación, mi cuerpo seguía tensándose, mi estómago retorcido por la ansiedad. La guerra no era un concepto lejano ahora; estaba a la vuelta de la esquina, y todo lo que podía hacer era esperar, preparada para lo peor.

Embry, que estaba cerca de mí, sintió mi inquietud y, con un gesto casi automático, se acercó para que lo tocara. El simple contacto de su piel me dio un leve alivio. Mis manos temblaron al acariciar su lomo, y lo sentí agacharse para que pudiera montarlo. Me subí, ya lista para lo que fuera. No podía evitar pensar que lo que sucediera en ese momento podría marcar nuestras vidas para siempre.

¡¿Acaso él es mi impronta?! - Embry CallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora