Pequeños escenarios de los ninjas como novios... situaciones graciosas, románticas, vergonzosas y cosas de todos los días...
Los personajes que entrarán son:
Kai
Lloyd
Cole
Jay
Nya
Zane
El ambiente en la fiesta era ligero y lleno de risas. Los ninjas, junto con sus amigos, habían decidido jugar un clásico juego de "7 minutos en el paraíso", y T/N no podía evitar reír nerviosamente cuando el giro de la botella la eligió a ella. Sin embargo, su nerviosismo aumentó aún más cuando Nya fue seleccionada para acompañarla al armario.
—Esto será divertido —bromeó Jay mientras guiaba a ambas chicas al armario y cerraba la puerta tras ellas.
El espacio era reducido, y apenas había sitio para moverse. Nya, siempre segura de sí misma, se acomodó lo mejor que pudo, mientras que T/N intentaba no parecer demasiado incómoda. Ambas habían sido encerradas como parte de la broma del juego, pero el ambiente, de alguna manera, se sentía diferente. Había algo en la cercanía, en la oscuridad del armario, que hacía que la tensión se intensificara.
—¿Estás bien? —preguntó Nya con una pequeña sonrisa, su voz suave pero divertida.
—Sí, estoy bien —respondió T/N, aunque su tono delataba lo nerviosa que estaba. Sabía que Nya era de las personas más seguras y valientes que conocía, pero esa confianza solo hacía que T/N se sintiera aún más consciente de la situación.
—No tienes por qué ponerte tan nerviosa —dijo Nya, inclinándose ligeramente hacia ella—. Es solo un juego.
Pero T/N no podía ignorar la cercanía entre ambas. El armario oscuro y estrecho no dejaba espacio para mucha distancia, y podía sentir el calor de Nya a su lado, lo que hacía que su corazón latiera con fuerza. El silencio entre ellas se llenó de una sensación extraña, una mezcla de expectativa y algo más profundo.
—Ya sé que es un juego —respondió T/N, intentando sonar relajada, pero su voz salió más suave de lo que pretendía—. Pero... no esperaba estar aquí contigo.
Nya rio suavemente, su tono cargado de una diversión juguetona. —¿Es eso algo malo?
T/N se quedó en silencio por un segundo, procesando la pregunta. ¿Es algo malo? No, en realidad, no lo era. Estar cerca de Nya siempre le hacía sentir segura, pero en ese momento, también la hacía sentir algo más. La tensión entre ellas crecía, y T/N no podía evitar pensar en lo atractiva que era su novia, siempre valiente, decidida y hermosa.
—No... no es algo malo —respondió finalmente, su voz apenas un susurro.
Nya sonrió, y aunque no podía verla del todo bien en la oscuridad, T/N sabía que sus ojos estaban fijos en ella. La tensión en el armario creció cuando Nya se inclinó un poco más cerca, sus rostros ahora a centímetros de distancia.
—¿Sabes? —dijo Nya, con un tono ligeramente atrevido—. Si te sientes incómoda, siempre podemos salir antes de que acaben los siete minutos.
T/N negó con la cabeza, sintiendo cómo su corazón aceleraba. —No quiero salir todavía.
Nya levantó una ceja, sonriendo de lado. —¿Entonces quieres quedarte aquí conmigo?
—Tal vez... me gusta estar aquí contigo —respondió T/N, su voz suave, pero con un toque de coquetería que sorprendió incluso a ella misma.
Nya se rio, inclinándose un poco más hasta que sus labios casi rozaron los de T/N. —Lo mismo digo.
Antes de que la tensión pudiera romperse en algo más, la puerta del armario se abrió de golpe, y Jay apareció, riendo.
—¡Se acabó el tiempo, chicas! —dijo, con una gran sonrisa.
T/N y Nya se miraron por un segundo, aún sintiendo la electricidad en el aire entre ellas, antes de salir del armario, sabiendo que esos siete minutos habían cambiado algo entre ambas.
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