Pequeños escenarios de los ninjas como novios... situaciones graciosas, románticas, vergonzosas y cosas de todos los días...
Los personajes que entrarán son:
Kai
Lloyd
Cole
Jay
Nya
Zane
Era una noche tranquila en Ninjago, una de esas noches en las que el aire se sentía fresco y el silencio envolvía todo. T/N había salido a pasear sola por las afueras de la ciudad, buscando despejar su mente tras un largo día. El bosque cercano ofrecía una paz que siempre la reconfortaba, pero esa noche, algo se sentía diferente. Había una presencia que no podía explicar, como si alguien la estuviera observando desde las sombras.
Caminaba lentamente entre los árboles cuando lo vio. Sentado en una roca, con la luna iluminando su figura, estaba Zane. Había algo en él que siempre le había parecido extraño, pero nunca le había dado demasiada importancia. Él era parte del equipo de ninjas, una máquina en apariencia, pero tenía un corazón más puro que la mayoría. Sin embargo, esa noche, había algo diferente en su mirada.
Zane levantó la vista, sus ojos brillando bajo la luz de la luna, y esbozó una pequeña sonrisa. Parecía calmado, pero T/N notó que algo lo inquietaba.
Zane: Solo... contemplando la noche- respondió él, con esa calma característica que siempre le había reconfortado. Pero había un trasfondo en su voz que no había escuchado antes.
T/N se sentó a su lado, tratando de descifrar lo que lo preocupaba. Zane era normalmente una figura imperturbable, siempre calculando y midiendo todo con precisión. Pero esa noche, parecía vulnerable.
T/N: ¿Estás bien? - preguntó ella, con una mezcla de curiosidad y preocupación- Pareces... diferente.
Zane la miró, y por un momento, sus ojos brillaron con un matiz distinto. Era un brillo más intenso, casi sobrenatural, y T/N sintió un pequeño escalofrío recorrerle la espalda.
Zane: T/N, hay algo que no te he contado- dijo Zane suavemente, bajando la mirada- Algo sobre mí que nunca he compartido, porque no quería que me vieras de manera diferente.
T/N: frunció el ceño, claramente preocupada- Zane, puedes contarme lo que sea. Sabes que siempre estaré aquí para ti.
Zane sonrió de forma melancólica, agradecido por su confianza, pero sabía que esto era más complicado. Después de un largo silencio, levantó la vista hacia el cielo.
Zane: No soy solo un androide- dijo finalmente- Ni siquiera soy completamente humano, pero hay algo más. Soy un vampiro.
Las palabras resonaron en el aire, y T/N lo miró con sorpresa. No había esperado escuchar algo así de Zane. Después de todo, ¿Cómo podía ser un vampiro si ni siquiera era completamente humano? Pero al observar su mirada, entendió que no estaba mintiendo. Zane no bromeaba con esas cosas.
T/N: ¿Cómo es eso posible?- susurró ella, aun procesando la revelación.
Zane: Fue un accidente- explicó Zane con calma- Durante una de nuestras misiones, algo sucedió. Algo... cambió en mí. No soy como los otros vampiros, pero tengo los mismos instintos. Me alimentaba de fuentes alternativas para no hacer daño a nadie. Pero temía que, si lo sabías, te alejarías.
T/N lo miró, sintiendo una ola de ternura por él. Aunque la revelación era impactante, todavía veía al Zane que conocía: bondadoso, protector, y siempre preocupado por los demás. Le tomó la mano, su toque cálido contrastando con la fría piel de Zane.
T/N: Zane, no importa lo que seas- dijo suavemente- Siempre has sido tú. No tengo miedo.
Zane la miró, visiblemente conmovido por sus palabras. Aunque su rostro no mostraba emociones como los demás, sus ojos brillaban con gratitud. Ella lo aceptaba tal como era, sin miedo ni juicio. La conexión entre ellos solo se había hecho más fuerte.
Zane: Gracias, T/N- susurró Zane- Prometo que siempre te cuidaré, de la misma forma en que tú me aceptas ahora.
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