CAPITULO 10
"SIGUIENDO EL RASTRO DEL CORAZÓN"
Mientras las luces del televisor parpadeaban suavemente en la habitación de Adriana, el aroma a palomitas y Coca-Cola llenaba el aire. Estábamos tumbadas en el sofá, envueltas en mantas, riendo y comentando la última película que estábamos viendo. Sin embargo, mi mente estaba lejos de la trama de la película. La imagen de Derek seguía presente en cada rincón de mis pensamientos, cada vez más persistente y absorbente.
Adriana, con una actitud juguetona, me miraba de reojo mientras navegaba por su teléfono. En un momento, su expresión cambió a una mezcla de determinación y travesura.
—Vamos, Melissa. Sigue a Derek en Instagram —dijo Adriana, acariciándome la espalda suavemente mientras yo me estremecía un poco por el contacto inesperado.
Mi corazón dio un salto en mi pecho. ¿Seguir a Derek? La idea de estar un paso más cerca de él, aunque solo fuera en las redes sociales, me aterraba y emocionaba al mismo tiempo. Era un deseo que había reprimido durante tanto tiempo, una tentación que temía enfrentar.
—No, Adriana. Pensará que lo estoy acosando o algo así —pronuncié, mirando seriamente el celular de Adriana. Sentía un nudo en el estómago solo al pensar en la posibilidad de que él pudiera ver mi perfil y saber que existía.
Adriana frunció el ceño con una mezcla de frustración y cariño.
—Eres joven, Melissa. Vamos, inténtalo. Además, lo verás más sin camisa —dijo con una risa juguetona y un brillo en los ojos que parecía retarme a dar el siguiente paso.
Estábamos en un momento tan relajado, pero la conversación había tomado un giro inesperado. Mi fobia social y mi nerviosismo se manifestaban en una montaña rusa de emociones, haciendo que mi mente se tambaleara entre la excitación y el miedo. La idea de seguir a Derek era casi tan aterradora como el pensamiento de ser rechazada por él.
—Pero... ¿y si me nota? ¿Y si piensa que estoy desesperada? —dije, mi voz temblando un poco mientras miraba a Adriana con incertidumbre.
Adriana tomó un sorbo de su Coca-Cola, sus ojos llenos de comprensión y paciencia.
—Melissa, si te hace sentir más cómoda, solo hazlo. No tienes que pensar en lo que él pueda pensar. Si lo sigues, solo muestra que estás interesada, y eso está bien. Todos lo hacemos. —dijo ella, con un tono alentador que me hizo cuestionar mi propia timidez.
Con un suspiro resignado, miré el teléfono de Adriana. Las notificaciones parpadeaban, recordándome que la vida continuaba más allá de mis miedos y dudas. Tomando el celular con manos temblorosas, me aventuré a buscar el perfil de Derek. Las fotos aparecieron en la pantalla, y mi respiración se volvió irregular. Derek sonreía en algunas, en otras mostraba sus músculos tonificados en la playa, y en otras, parecía estar disfrutando de momentos cotidianos con amigos.
Cada foto era una mezcla de perfección y vulnerabilidad que me atrapaba y me hacía desear estar más cerca de él. La última foto, en particular, me hizo detenerme en seco. Era una imagen de Derek mirando hacia el horizonte, con el sol poniéndose detrás de él. La luz dorada caía sobre su rostro, resaltando la intensidad de sus ojos azules y la expresión pensativa que llevaba. Era como si en esa foto se capturara una parte de su alma, un pedazo de su esencia que me hacía sentir un dolor agudo en el pecho.
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Cuando el corazón habla [✔]
Teen Fiction[COMPLETADA] Cuando el Corazón Habla es una conmovedora historia de amor y redención. Melissa, una joven que ha enfrentado el dolor y la pérdida, descubre que el amor verdadero puede surgir en los lugares más inesperados. A través de sus encuentros...