Cuando el corazón habla [✔]

VEINTIOCHO

CAPITULO 28

MELISSA BROW

Oficialmente estamos casados, jamás pensé que llegaría ese momento, y más que mi sueño de casarme en la playa se cumplido completamente. Ahora estábamos en nuestra casa, la casa que ambos habíamos comprado con mucho amor. Tenía demasiada hambre, pero lo bueno que la comida pronto llegaría.

—Quiero... Que escuches una canción en específico, Melissa— murmuró Lukas colocando el disco.

La melodía comenzó a sonar encerrándose en la recámara de ambos. Mis ojos no se alejaban de su cuerpo en donde solo podía ver su perfil y su traje negro, la letra empezó con una frase característica. Él se acercó lentamente a mí y comenzó a balancearse de un lado a otro con una mano en su pecho.

Su rostro mostraba una felicidad palpable, sus ojos me hacían sentir cálida, en cambio, los míos comenzaban a picar, iba a llorar, estaba a punto. Agrandé aún más mi sonrisa, mis mejillas las sentí calientes, lo más seguro es que estaban coloradas por lo nerviosa que me encontraba.

Sus labios se unieron con los míos, creando un suave beso, me había acostumbrado a su tacto, a la forma en que sus labios acariciaban los míos.

—¿Te acuerdas cuando te besé por primera vez? Dios santo... Sentí que mi alma abandonaba mi cuerpo y era la persona más feliz —me dijo Lukas, su mirada brillante con la luz que emanaba nuestro amor.

—Fue algo lindo —murmuré, sintiendo cómo cada palabra estaba impregnada de una nostalgia dulce. Recordar ese primer beso era como volver a vivir ese instante, la magia en el aire, el mundo a nuestro alrededor desvaneciéndose en un segundo.

—No sé cómo expresar lo que siento por ti, Melissa, pero... —continuó, su voz temblando un poco—. A veces, siento que las palabras no son suficientes, que el amor que tengo en mi corazón por ti es tan inmenso que el universo queda pequeño ante su grandeza.

Mi pecho se llenó de calidez, y sabía que este momento era perfecto, pero también había algo más. Lukas se separó un poco, mirándome a los ojos con una seriedad que nunca había visto antes.

—He estado trabajando en algo, y quiero compartirlo contigo —dijo, aclarando un poco su garganta y otra melodía comenzó a sonar.

—Everyday I wake up next to an angel. More beautiful tan words could say. The saud it wouldn't work but whar did they know? — Cantó en un murmuro causado que yo cerrara los ojos, él dejo un casto beso sobre la parte trasera de mi oreja y continuó— Never in my dreams did I think that this would happen to me. As I stand here before my woman.

Escuchar eso por parte de él, creo que fue lo suficiente para que mi corazón doliera y las palabras que amenazaban con salir de mi boca, lo hicieron.

—Eres increíble, Lukas —le dije, sintiendo cómo su amor me envolvía como un abrigo cálido—. No tengo palabras.

Me acercó nuevamente hacia él y, en un acto de amor puro, sus labios encontraron los míos de nuevo, llenos de una ternura infinita. Este beso fue diferente, era un pacto silencioso, una promesa de que, sin importar lo que el futuro trajera, siempre estaríamos juntos.

—Eres la mujer que tanto amo —susurró Lukas, su voz temblando con emoción—. Nunca te alejes de mi lado. Quiero morir a tu lado, quiero absolutamente todo a tu lado.

Sus palabras resonaron en mi corazón como un canto de sirenas, hipnotizándome. Sentía cada latido, cada suspiro, cada promesa en el aire entre nosotros. La música seguía sonando de fondo, una melodía suave que nos envolvía, haciéndonos olvidar el mundo a nuestro alrededor.