Cuando el corazón habla [✔]

VEINTIUNO

CAPITULO 21

MELISSA BROW

Tres meses después:

—¡Lukas! —grité y me reí fuertemente, mi estomagó dolía demasiado.

—Niña bonita. Te dolerá el estómago de tanto reír.

Murmuró Lukas, y por instinto comencé a relajarme un poco. Mordí mi labio suavemente mientras Lukas me bajaba cuidadosamente en el suelo.

—Melissa, estuve publicando mis poemas en una plataforma y estoy recibiendo demasiado apoyo. Te agradezco demasiado, sin ti, no hubiese cumplido mi sueño de que mis poemas fueran reconocidos.

—Estoy muy orgullosa de ti, Lukas. Sé qué serás el mejor poeta de todos los tiempos.

Revelé y el me abrazo suavemente.

—Melissa... No es por nada, pero te he visto más delgada. ¿Estás bien?

—Sí, solo es estrés por lo exámenes. No he comido por un tiempo.

—Debes comer. No esta bien que te descuides y dejes de comer por unos exámenes.

Me regaño y agaché mi cabeza como perrito regañado.

—Lo sé, pero son muy importantes los exámenes. Si dejó una materia, adiós beca.

—Tranquila, no te dejes llevar por eso. Sé qué pasarás todas las materias. ¿Cómo vas con Adriana y tú otro amigo?

Me preguntó y lo miré.

—Adriana está de viaje en Malasia, y hablando de Félix... Lo extraño demasiado.

—Lo extrañas, claro. —Dijo y lo mire seriamente, ¿qué le pasaba?

—¿Estas celoso?

—¿Por qué debería estar celoso, niña bonita?

—¿Estás drogado? —Pregunté y él solamente soltó una carcajada en mi cara

—Drogado por ti—Siguió riéndose en mi cara, me estaba empezando a molestar un poco.

—Deja de reírte—le susurré a Lukas intentando sonar sería, pero no funcionaba él aún seguía riéndose.

—No puedo—balbuceó él entre risas aún.

Lukas colocó su cabeza en mi hombro, me quedé sorprendida demasiado por su repentina actitud. No quería que las personas de la calle malinterpretaran está situación, aunque no me importaba las opiniones de los demás, por el momento necesitaba una compañía en mi vida.

Él se separó de mi hombro y sé quedo observándome a los ojos, podía ver claramente como sus ojos azules revelaban un brillo intenso.

—Tienes unos ojos hermosos—dije y él me sonrió, revelando sus dientes tan blancos.

—No es la primera vez que me lo dicen—murmuró mirándome todavía.

—Ah sí—elevé una de mis cejas—¿Te lo dicen seguido? —Inquirí.

—Me gusta como te ves celosa. Eres tan tierna y sexi, con todo respeto—murmuró burlón, y mostró una sonrisa lobuna en sus labios rosados.

Desvié mis ojos hacia un punto de la calle y observé a una linda pareja besándose en los labios. Detestaba un poco que Lukas me dijera lo tierna que me veía, siempre me lo recordaba constantemente, pero con unas simples palabras de él, hacia que mi corazón palpitara como quisiera.