Kazuki despertó con un dolor agudo en el cuerpo, la sensación de haber sido arrastrado por una tormenta. Sus ojos, todavía borrosos, se ajustaron a la luz tenue del lugar donde se encontraba. A su lado, estaba Nomura, observándolo con calma, como si estuviera esperando pacientemente a que recuperara la conciencia.
—Finalmente despertaste —dijo Nomura en tono bajo pero claro—. Estabas bastante mal, pero te he curado lo mejor que pude. Ya estás a salvo.
Kazuki intentó levantarse, pero su cuerpo le recordó los golpes y las heridas sufridas. Su mente se esforzaba por entender dónde estaba y cómo había llegado ahí.
—¿Qué...? ¿Dónde estoy? —preguntó, luchando por aclarar sus pensamientos.
—Este es un lugar seguro, un refugio —respondió Nomura, mientras se levantaba y caminaba hacia la puerta—. Hay algunas personas que necesitan verte. Y tú necesitas respuestas.
Kazuki bebió un poco de agua que Nomura le ofreció, intentando calmar la sensación de confusión que lo invadía. El nombre de Lee flotaba en su mente. Lo habían secuestrado intentando obtener información sobre su maestro, pero... ¿por qué? ¿Qué importancia tenía Lee en todo esto?
—Ven conmigo, Kazuki —dijo Nomura—. Hay cosas que debes saber, y ya no puedes evitarlas.
Kazuki se puso de pie, forzando a su cuerpo a moverse a pesar del dolor. Siguió a Nomura por un pasillo sombrío y angosto. El refugio parecía escondido en lo profundo de algún edificio abandonado, donde nadie podría encontrarlos fácilmente.
Al llegar al final del pasillo, Nomura abrió una puerta de metal. Dentro, se encontraba una sala amplia, iluminada débilmente por unas pocas luces en el techo. En el centro, había una mesa rodeada por varias figuras que permanecían en silencio, sus rostros medio ocultos en las sombras. Álvaro estaba entre ellos, sentado con una sonrisa en el rostro, como si hubiera estado esperando a Kazuki todo este tiempo.
—Kazuki, parece que finalmente nos volvemos a encontrar —dijo Álvaro en un tono que mezclaba cordialidad con un leve toque de ironía—. Ya sabes quién soy, pero hay algo más que debo explicarte.
Kazuki lo miró con recelo. Recordaba su encuentro anterior, cuando Álvaro se presentó como alguien común, pero ahora, bajo esta luz, parecía una figura mucho más peligrosa.
—Estabas infiltrado... —susurró Kazuki.
—Exacto. Y no fue fácil, créeme. Esa organización es más compleja y poderosa de lo que imaginas. Y tú... tú, Kazuki, eres una pieza importante en todo esto, aunque aún no lo entiendas.
Otra figura se inclinó hacia adelante, revelando su rostro. Sofía, una mujer de aspecto frío y calculador, con ojos afilados que parecían leer a Kazuki como un libro abierto.
—Tu maestro, Lee... —comenzó a decir Sofía, sin rodeos—. No es quien crees. Para el mundo, Lee no es solo un maestro de artes marciales. En los círculos más ocultos, es conocido como alguien comparable, si no superior, a Bruce Lee. De hecho, algunos lo llaman "el Nuevo Dragón", en referencia a Bruce Lee. Pero hay una diferencia crucial... Lee es aún más letal.
Kazuki parpadeó, tratando de procesar lo que acababa de escuchar. Bruce Lee era una leyenda, pero la forma en que hablaban de su Lee era diferente, casi como si lo consideraran una figura más peligrosa, casi una amenaza.
—¿El Nuevo Dragón...? —murmuró Kazuki.
Nomura, que había permanecido en silencio hasta ahora, decidió intervenir.
—Lee no solo era un artista marcial brillante —comenzó a explicar Nomura, cruzando los brazos mientras miraba a Kazuki—. Era un hombre que llevó el combate a niveles que nadie más pudo alcanzar. Fue conocido por dominar el Jeet Kune Do al mismo nivel, o quizás más, que Bruce Lee, pero lo que lo hizo único fue cómo combinó su habilidad con un conocimiento profundo de las artes marciales tradicionales y tácticas militares.
Kazuki apenas podía creer lo que oía. Su maestro, el hombre amable que le enseñó a pelear, ¿era conocido en todo el mundo como una especie de leyenda viviente, más allá de lo que jamás imaginó?
—Lee no solo entrenaba por deporte o defensa personal —continuó Sofía—. Entrenaba para la guerra. Para enfrentarse a cualquier amenaza, sea cual sea. Fue capaz de derrotar a algunos de los luchadores más peligrosos del mundo... incluyendo a miembros de esta misma organización que ahora te persigue.
Álvaro tomó la palabra, mirando directamente a Kazuki.
—La organización a la que te enfrentas ha intentado acabar con Lee durante años. Lo ven como una amenaza. De hecho, hay rumores de que uno de sus líderes en Estados Unidos fue humillado por él en un combate hace más de una década. Eso desató una venganza que ha persistido hasta el día de hoy.
El estómago de Kazuki se retorció. Todo lo que sabía sobre su maestro estaba cambiando. ¿Por qué Lee nunca le había hablado de esto? ¿Por qué le ocultó todo ese pasado?
—¿Por qué me enseñó a mí? —preguntó Kazuki, casi en un susurro—. ¿Qué tiene que ver conmigo?
Nomura dejó escapar un leve suspiro.
—Lee vio algo en ti, Kazuki. Algo que ni tú mismo conoces. Por eso te entrenó, por eso te mantuvo a su lado. Porque, de alguna manera, tú formas parte de todo esto. La organización lo sabe y por eso te persiguen. Quieren encontrar cualquier debilidad en Lee, y piensan que tú podrías ser esa debilidad... o esa fortaleza.
Sofía dejó escapar una leve sonrisa sarcástica.
—Pero ellos no cuentan con que tú también podrías convertirte en una amenaza para ellos. Igual que Lee.
La sala se quedó en silencio por unos momentos. La tensión en el aire era palpable. Kazuki sentía cómo su mundo se desmoronaba y se reconstruía al mismo tiempo. Las sombras que rodeaban a Lee eran mucho más profundas de lo que jamás imaginó.
Álvaro se levantó de su asiento, acercándose a Kazuki.
—Ahora entiendes, ¿verdad? Esto no es solo sobre ti o sobre tu maestro. Es mucho más grande. Hay líderes en todo el mundo que quieren deshacerse de personas como Lee, personas que se atreven a desafiar su poder. Aquí en España, uno de los líderes más fuertes de la organización dirige las operaciones, pero sus superiores están en Estados Unidos. Si queremos vencerlos, tenemos que empezar por aquí.
Nomura asintió.
—Nuestra misión es desmantelar esta organización poco a poco, golpeando sus puntos débiles. Pero para eso necesitamos saber más sobre Lee. Tú eres la clave para entenderlo. Necesitamos saber más de lo que te enseñó, lo que sabía... todo.
Kazuki sintió la presión de las miradas sobre él. Pero una pregunta seguía ardiendo en su mente.
—¿Por qué lo llaman "el Nuevo Dragón"? ¿Quién es realmente Lee? ¿Cómo llegó a ser tan poderoso?
Álvaro lo miró con seriedad.
—Lee es más que una leyenda. Es una amenaza para aquellos que quieren mantener el control. Y si quieres sobrevivir a lo que viene, Kazuki, tendrás que aceptar que tu maestro no era solo un hombre... era algo más.
Kazuki se quedó en silencio, las dudas consumiéndolo. ¿Quién era realmente Lee? ¿Qué secretos escondía? Las respuestas parecían cada vez más lejanas, pero una cosa era segura: su vida, tal como la conocía, había cambiado para siempre.
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¿Quieres morir o sobrevivir?
ActionKazuki Baldur ha conocido el sufrimiento y la soledad desde una edad temprana. Nacido en el pequeño pueblo de Elorrio, en el País Vasco, su vida ha sido una constante lucha. Con unos padres ausentes y una escuela llena de hostilidad, Kazuki ha apren...