미술 (art) - hwang hyunjin (stray kids) (+18)

veintiséis: incarnadine, como todo en mi mente

"Lo he intentado, es tan conveniente que esto pase en el peor momento. Comienzo a sobrepensar todo en mi mente, y no sé cómo fingir si no puedo sentir absolutamente nada. Ha sido así por un tiempo, veo las horas pasar antes de que me de una crisis. Desearía ser cualquier persona excepto yo mismo ahora, pero todo en lo que me enfoco es en la línea borrosa." — (Everything in my Mind - Nevertel)

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Vivi no estaba bien, y me estaba dando cuenta. La cuestión era, ¿cómo proceder ahora que todo estaba bajo mi percepción de las cosas? Tenía que ser con amor, y paciencia.

Así que decidí empezar por lo más básico.

Por mis clases de canto y prácticas de rap con Jisung, no pude volver a casa temprano como lo planeaba. Así que tuve que correr fuera de nuevo luego de una ducha rápida, el representante Yoon llevándome al sitio donde acordamos vernos ella y yo.

Por ser una cita improvisada con Vivienne, puse esfuerzo en ello para ayudarla a distraerse de su perturbada mente por unas horas.

El restaurante estaba en el Mercado Shinheung, en Yongsan-gu. Era un mercado abandonado que ahora estaba lleno de restaurantes y tiendas pequeñas, en la villa de Haebangchon, lejos de zonas de turistas y visitado por jóvenes de fuera de la villa, como nosotros. Por tanto, consideraba que era seguro ir con Vivienne siendo yo una celebridad.

Y la verdad, me daba igual si algún adolescente me reconocía. Quería ya que todo el mundo comenzara a sospechar que tenía novia. Quería retar al mundo, quería lucir a Vivi, no esconderla. No me importaba mucho nada, sólo ella.

Podríamos comer algo, tomar vino, ir al mercado de arte de la zona, y simplemente caminar y pasar un rato ameno. Mi agenda me estaba matando, a ella le hacía falta despejarse, yo le daría la notici que tenía que darle en un ambiente tranquilo... era perfecto.

Al llegar, frente a la entrada sentada en unos escalones, la vi. Su cabellera la hacía resaltar, y se ganaba la mirada de todos los locales curiosos por ver a una supuesta extranjera ahí. Hoy vestía jeans, una camiseta blanca con bordados, y ahora sí tenía la cara con poco maquillaje. Sus pecas claras le daban un toque, y me recordaban un poco a Yongbok.

—Hola—le saludé, sonriente. Levantó la mirada hacia mí, como si la hubiese sacado de sus pensamientos y la hubiese asustado.

—Hyunjin—soltó con voz suave, me alegró que se alegrara de verme. Tomé su mano en la mía, levantándola del piso. Se sacudió los pantalones, cerca de mí, así que aproveché la distancia corta y besé su frente.

—¿Lista para la cita de esta noche?—me emocioné.

—Sí. Nunca he venido aquí, pero me gusta. Qué lindo este sitio, es rústico y tranquilo.

Nos tomamos de la mano, caminando perezosamente dentro del mercado por su pasillo principal, veíamos los distintos restaurantes que había. El atardecer terminaba de ponerse, por lo que los callejones estrechos nos cubrían en una obscuridad que encontraba encantadora. Lo suficientemente obscuro para que nadie me notara en los pequeños grupos de gente esparcidos, lo suficientemente claro para que viéramos por dónde caminábamos.

—Mira esas flores—señaló ella, eran unas macetas frente a un café. Leí la vidriera, era un café con bebidas preparadas al momento. Pero ella no parecía interesada en tomar cafeína, aún así, Vivi me notó mirando el sitio—. ¿Quieres alguna bebida, Hyunjinnie?

Sus ojos verdes me estudiaban con cautela, preguntándose mentalmente si necesitaba café o no luego de trabajar hoy.

—Creo que un té me ayudaría—acepté.