ocho: lavanda, como mi ilusión

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"Ella no podía escapar de los ojos que la sostenían. Ojos tan oscuros, tan negros como la noche, que sin embargo brillaban con algo de calidez, que mantenían esos ojos alejados de la frialdad." (Lora Leigh, Maverick)

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—...Y me dijo que sí le atraigo—me abracé a mí misma, sintiendo escalofríos al recordarlo. Rowoon estaba boquiabierto mirándome—. ¿Por qué me miras así? Tú eras el que tenía días insistiéndome que él estaba enamorado de mí.

Se aclaró la garganta, pasando su mano por su cabello que le caía en la cara.

—Bueno, Vivienne, no esperaba era que te lo dijera así.

—Bien, ya me lo dijo. ¿Ahora qué?—levanté una ceja, caminábamos por la universidad enganchados de brazos mientras hablábamos, intentando no decir el nombre de Hyunjin para que nadie sospechara que hablaba del idol Hyunjin, no algún otro Hyunjin.

—Tenemos que pensar cómo proceder con esto—dijo, determinado.

—Creo que no hay mucho que no podamos hacer con Hurón—inventamos ese apodo para no decir su nombre en sitios públicos—. La verdad creo que... tenemos que esperar a ver qué hará ahora.

—Obviamente te invitará a una cita cuando vea que tú si estás interesada—guardé silencio ante eso. Rowoon paró su paso, haciéndome frenar al halarme hacia atrás por nuestros brazos entrelazados. Lo miré, para encontrarme con su mirada dura—. Por qué estás interesada, ¿cierto, Vivienne Kim?

Lo miré sin moverme.

Cierto, Vivi...

—Creo que se aburrirá de mí luego que vuelva de su gira y no me contactará de nuevo.

Giró los ojos cansado.

—Ay mierda, no de nuevo—tomó mi cara entre sus manos, acercándome a él—. Mírame a los ojos. Eres mi mejor amiga, por un buen motivo.

—Lo sé.

—Eres maravillosa, Vivi.

—Sí, lo sé. Me lo has dicho cuando me ataca la baja autoestima...

—Y eres tan maravillosa que ese Hurón vio en ti algo que no vio en alguien más, de acuerdo a lo que te dijo.

No dije nada de nuevo. Tragué saliva.

—¿Pero qué tal si sólo lo hace por que está aburrido?

—Por favor, Vivienne—frunció el ceño, enojado. Palmeó mi mejilla levemente, sin hacer fuerza—, mírate. Lo tienes a tus pies. Está jodidamente perdido de amor por ti y...

—Rowoon, seamos realistas. Es... Es el Hurón—me contuve de decir Hwang Hyunjin—. Sabes las condiciones en las que él vive, completamente opuestas a mí. Por dios, va a eventos en París de Versace todo el tiempo, debe de revolcarse con modelos y actrices todo el tiempo...

—¿Y qué diablos tiene que ver eso? Por que hasta donde yo sé, de todas esas modelos y actrices, te escogió a ti. La mismísima Vivienne Kim, futura traductora de Francés simultánea para la embajada Coreana en Francia—de forma dramática, dijo todo alabándome. Mis ojos cansados por la ansiedad y noches sin dormir se entrecerraron en una carcajada.

Era la primera vez que reía en días.

—Si me lo preguntas a mí, eso es mil veces más interesante que alguna modelo esquelética que cena ensalada todos los días.

—¡Rowoon!—me reí en voz baja, tomando sus manos en mis mejillas para bajarlas. Él rio también, con esa voz grave suya reverberando en el aire.

La gente nos miraba, pero estaba acostumbrada a que la mitad del cuerpo estudiantil de cada sitio donde estudiábamos pensara que Rowoon era mi novio y no mi mejor amigo. Pero el contacto físico era nuestro lenguaje de amor, desde niños, a fin de cuentas nos acostumbramos a ignorarlos.

미술 (art) - hwang hyunjin (stray kids) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora