veinte: amarillo quercitrón, como esta calidez en mi pecho (trigger warning)

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"Los que estamos de luto no estamos solos. Pertenecemos a la compañía más grande del mundo: la compañía de quienes han conocido el sufrimiento." (Helen Keller)

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Trigger Warning: este capítulo puede resultar visceral para algunos lectores, ya que toca el tema del luto repentino por la pérdida de un hijo. Por favor, pido que se lea con precaución. Si te resulta difícil de leer, siéntete libre de saltar a los últimos párrafos a partir de la línea divisora de escenas. Y como siempre digo, como tema principal de esta serie de fanfics de Stray Kids; insisto mucho en esto, STAY: tu salud mental importa.

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Apreté mi lightstick en mi mano, sentándome en el asiento tan céntrico que Bangchan y Brooklyn consiguieron para mí. Me giré levemente, escuchando el cuchicheo de las fans emocionadas al ver a Hyunjin y su guardaespaldas sentados a unos cinco asientos de nosotros, o al menos, de mí.

Planeamos esto en Corea. Nadie podía saber que este asiento me lo otorgaron ellos, y hasta ahora, era una fan más en el montón. Y la verdad es que, por una noche, me gustó sentirme así. Una chica más del montón, me sentía normal por primera vez en mucho tiempo.

Tenía mi suéter de Stray Kids que compré en el stand de mercancía, mi Jiniret en mi bolso (un par de STAY comentaron que olía delicioso... y me puse nerviosa, por que Hyunjin lo perfumó para mí antes de salir del hotel), mi photocard de colección con Hyunjin del último álbum colgando en mi bolso; y por si fuera poco, mis uñas en gel con un diseño que Hyunjin había usado en negro y rojo hace años.

Papá y mamá aceptaron que viajáramos juntos a Grecia al concierto en el Faliro Olympic Arena, sobre todo por que Hyunjin terminó accediendo a que papá pagara por mi habitación de hotel. No era tan cara como las de Hyunjin y Brooklyn, y el resto del grupo, pero no necesitaba tanto espacio.

Sólo una cama dónde caer al final de la noche tan intensa que tendría, era mi tercer concierto de Stray Kids en mi vida, pero este era distinto. Todo era distinto.

—Oh, disculpa—la chica rubia a mi lado me habló en inglés, me tensé al verla. Me imaginé un escenario en el que ella pudiese ver a través de mí, y saber que salía con Hyunjin, aunque no hubiese nada que nos atara—. Quería decirte que me gustan mucho tus uñas.

—¡Oh!—jadeé, riendo en voz baja, le mostré mi mano con gusto—Gracias, fui al bar de uñas en Corea antes de venir a Grecia.

Ella se mostró emocionada, las luces a nuestro alrededor se apagaron y la música instrumental pre-concierto sonó. Estaba a punto de comenzar, pero ambas estábamos en nuestro propio mundo.

—Están preciosas—afirmó, su acento marcándose—. ¿De dónde eres?

—Soy surcoreana, pero mi madre es de Francia. ¿Y tú?—sacudimos nuestros lightsticks al son de la música, era la instrumental de Chk Chk Boom.

—Soy Española.

—Ahhh, ¡eso explica tu acento tan bonito!—me reí, feliz.

—El tuyo también es precioso, me encanta.

Asentí con la cabeza, pero sentí los vellos de mi nuca levantarse levemente. Miré disimuladamente al otro lado, como si no quisiera la cosa, y me encontré con Hyunjin mirándome sonriente. Luego se giró al frente, y se hizo el tonto.

Me vio hablar con la fan.

Sonreí levemente, aguantandome la carcajada. Estaba manteniendo un ojo sobre mí de forma disimulada, y eso me hizo sentir querida de cierta forma.

미술 (art) - hwang hyunjin (stray kids) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora