cinco: naranja, como el atardecer

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"Si te amara menos, sería más capaz de hablar de eso." (Jane Austen, Persuación)

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—¡Bienvenido!—la voz de Vivi junto a la de su compañero de trabajo llenó mis oídos, haciéndome sonreír. Pero para mi sorpresa, hoy la vi quitándose el delantal y colgarlo en un gancho en la pared, lo que se ganó mi mirada curiosa.

—Oh, ¿no trabajas hoy?—pregunté, inclinándome a modo de saludo.

—Vivi está a punto de salir a su descanso—aclaró el barista, antes de encararla—. Vivi, ¿quieres sentarte con tu amigo hoy? Puedo servirles mientras comes tu cena y descansas antes del cierre.

No pude evitar sonreír al ver a Vivi abrir los ojos de par en par y taladrarlo con la mirada.

—¿Qué? De todas formas tu hora de descanso no es remunerada, puedes pasar tiempo con él en vez de sentarte sola a comer en la cocina como siempre lo haces.

Ella murmuró algo por lo bajo, tan bajo que no la escuché, pero suspiró y me miró a la cara.

—¿Quisieras sentarte en algún lado en específico?—preguntó, mirándome como una cachorrita perdida.

—Ahm...—me perdí en sus ojos por un segundo—Puedo sentarme donde quieras, la verdad. Pero, ¿quieres salir afuera? El atardecer está muy bonito hoy—ofrecí. En realidad, quería aprovechar para tener un rato a solas con ella.

Asintió con la cabeza baja, y subimos las escaleras hasta el balcón. Nos sentamos en una mesa diferente en la que me senté con Jisung la última vez, ella se sentó frente a mí. Pero noté que estaba tan nerviosa como yo, aunque intentaba disimularlo.

Saqué mis cosas para dibujar a carboncillo esta vez, y ella comenzó a comer, su silencio ameno acompañándome.

—Y...—soltó en voz baja—¿De verdad te gusta venir aquí? ¿A este café?

Levanté la mirada, de rebuscar entre mis cosas todo lo que necesitaría para dibujar, a ella que masticaba y me miraba. El viento despeinó su cabello, líneas rojas pintando el cielo naranja tras ella.

Y me di cuenta. Tenía que dibujarla. Tenía que dibujar esto. Así que, mientras le hablaba, comencé a tomar mis lápices de colores y a guardar mis carboncillos.

—Sí, de verdad me gusta el ambiente aquí—la miré, sonriendo de lado con satisfacción. Vi sus mejillas sonrojarse al verme sonreírle así—. Siento que puedo dibujar tranquilo, comer algo delicioso, y estar en buena compañía.

Sus mejillas terminaron de encenderse al escucharme, tosió su comida un poco.

—¿Y tú?—le pregunté—¿Te gusta ir a otros sitios en tu tiempo libre?

—¿Tiempo libre? Hace mucho no sé que es eso—se rio en voz baja—. Salí de exámenes finales esta semana pasada y ahora estoy a punto de salir en vacaciones de verano por unas semanas antes de volver a la universidad otra vez para mi último año.

—Felicidades, te graduarás pronto—le dije, de forma honesta. Ella revoloteó sus pestañas, sonriendo de forma encantadora y encogiéndose de hombros toda feliz.

—Gracias, gracias. Pronto seré la traductora Vivienne Kim a tu servicio.

Dejé de hacer mis líneas guía con lápiz para verla fijamente. Dios, era hermosa.

—Lo tendré en cuenta y le diré a los chicos—asentí. De repente, recordé algo—. ¡Ah! Iré a París pronto.

Sus ojos se iluminaron.

미술 (art) - hwang hyunjin (stray kids) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora