treinta y uno: un arcoíris, como esta pasión

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"Cuando la guerra termine, nos casaremos y la tierra crecerá flores tan hermosas como tú, y tu vientre llevará la niña más hermosa del universo." — (Extracto de una carta encontrada en el bolsillo de un soldado muerto durante la segunda guerra mundial, en 1939)

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Apreté en mis manos mi bolsa de mano con la carta dentro, intentando respirar pausadamente para calmar mis nervios. El viento otoñal que entraba por la ventana del auto abajo refrescaba mi cara, miré mi reflejo en el vidrio cuidando que mi maquillaje se viese decente.

Hyunjin entró en el estacionamiento privado de un edificio en una zona buena de Seúl, miré curiosa como esto era incluso más lujoso que el hotel al que fuimos la otra vez. Esto era toda una discoteca de lujo, un club nocturno dónde la gente podría también explorar sus fetiches ciertos días a la semana.

El resto del tiempo, y sin reservaciones exclusivas (te daban acceso a estas fiestas luego de asegurarse que las personas que decían practicar BDSM de verdad lo practicaran), el club era simplemente un club nocturno más. Tan ordinario como los de Itaewon por las noches de los sábados.

Pero no esta noche. Hoy era una fiesta exclusiva temática. Y la temática de todo el mes sería Halloween. Me estiré levemente para verlo mejor, asomándome en la ventana, las luces naranja y blancas alumbrando las paredes por fuera. En neón, el nombre del club: La Caja de Pandora.

—Estás nerviosa, ¿cierto?

Me giré a ver a Hyunjin, el cuero sintético de mi traje sonó contra el asiento del auto rentado. Le vi mirar mi cara con preocupación en la suya.

—Un poco—mentí—. Pero no es por la fiesta.

Hyunjin desvió su atención de mí hacia el empleado de parking, que quería tomar nuestro auto en la entrada lateral VIP del club.

—No se preocupe, puedo estacionarlo yo mismo. Quiero hablar con mi novia por un segundo.

—Sí, Señor. Hay un puesto por allá a unos cuantos autos de distancia, tomaremos las llaves al entrar.

—Gracias—le sonrió, era esa sonrisa destellante idol suya que te mataba y te robaba parte de tu corazón. El chico estaba anonadado, y no sabía si era por la belleza de Hyunjin o si era por que lo reconoció como Hyunjin de Stray Kids.

De cualquier forma, por contratos legales del lugar que Hyunjin me explicó existían, el staff no podían hablar de absolutamente nada que pasara en estas noches o literalmente terminarían con los peores cargos legales de sus vidas. El joven no diría nada a sus amigos de la universidad ni por que le pagaran.

Hyunjin estacionó el auto en el puesto vacío, y en segundos, lo apagó y se giró a verme fijamente.

—Dame la mano, tenemos que hablar—hice lo que me pidió, sus ojos en los míos de forma tierna—. Dime, ¿qué te pasa?

Inhalé profundamente, pero tomé mi cartera con mi mano libre y la abrí como pude, sacando la carta dentro.

—No... soy muy buena con las palabras, y lo sabes...—expliqué—Pero esto es para ti.

Miró el trozo de papel doblado hacia dentro con ojos curiosos, lo tomó en su mano, sin abrirlo.

—¿Puedes leerlo para mí?

—Hyunjin...

—Por favor.

Sus ojos quemaban en los míos con la sencilla petición. Tomé aire, junto al papel de nuevo, y lo abrí para leerlo. Mis ojos viajaron a la primera palabra.

미술 (art) - hwang hyunjin (stray kids) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora