미술 (art) - hwang hyunjin (stray kids) (+18)

veintitrés: azul zaffre, como la noche que consumí tu alma (+18)

"Ven a dormir conmigo: haremos el amor, él nos hará" – Julio Cortázar.

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LARGA NOTA DE AUTORA: este capítulo será picante. Más picante que las escenas en Hopeful, el primer fanfiction de esta serie. Haré un trigger warning, advierto que a partir de ahora, Art como historia se adentrará en el vasto mundo de los fetiches sexuales, los ataques de pánico por flashbacks de traumas, y la hipersexualidad como respuesta al estrés post-traumático. Narraré el episodio de estrés post-traumático que tuve la primera vez que tuve sexo luego de mi abuso. Nunca hablé de ello con nadie más que no fuese mi psicóloga, mis mejores amigos, y mis ex-parejas con quienes practiqué BDSM.

Como persona que practica las cosas que narraré en ciertas escenas a partir de ahora, insisto muchísimo en esto, si te llama la atención algún fetiche mencionado en este fanficion, por favor recuerda informarte previamente y practicar BDSM de forma segura. El BDSM va más allá de lo que 50 sombras de Grey nos ha vendido (una mentira), y la comunicación y consentimiento de ambas partes es clave. Aquí también abriré un espacio seguro para discutir fetiches sin juzgamientos. Y recuerda... Tu salud mental y física importa, sobre todo, en el sexo explorativo.

Sin más, por favor, disfruten de este y los próximos capítulos. Y gracias por el apoyo inmenso a esta historia.

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Vivienne: POV

Los besos eran demasiado obscenos.

En la habitación de hotel tipo suite de Hyunjin, todo lo que se escuchaba en el silencio era la vibración lenta de las paredes por el aire acondicionado, y su lengua luchando por dominar la mía. Nuestras manos tocándonos, desabrochaba sus pantalones a la par que él tocaba mis pechos por encima del vestido, desesperado.

Le saqué el cinturón, dejándolo caer apenas terminé de halarlo para tocar desesperada su entrepierna, buscando el cierre. El sonido metálico hizo eco en la sala de estar de la suite, la pared contra la que me tenía ahogó parte del sonido en la obscuridad de la habitación. No había más que una lámpara de pie encendida en una esquina.

Le sentí sonreír en mi boca, cuando escuchó el botón desabrocharse. Aproveché para jadear una respiración, mis pechos subían y bajaban en sus manos por que él me ahogaba con sus besos desde hacían minutos.

Recosté mi frente en su camisa de bestir blanca desabrochada, su pecho tonificado cotra mi piel a la par que él tanteaba tras mi vestido, buscando el cierre que estaba al costado y no atrás.

—Le pediré disculpas a Donatella por esto luego—jadeó, metió sus dedos entre mis senos y el vestido, y haló hacia abajo con tanta fuerza que el vestido se razgó en dos en la parte delantera.

Ahogué un grito que él calló con otro beso, apretando mis pezones entre sus dedos. Gemí en su boca, mis piernas tensándose cuando todo mi cuerpo se electrocutó con el movimiento. Hyunjin soltó mi boca por un segundo, agachándose un poco, tomando mis piernas y alzándome en sus brazos.

Enrosqué mis piernas en sus caderas, sin dejar de besarlo en ningún segundo. Bajé a su cuello, lamiendo y mordiendo y arañando mi camino ahí, arrancándole la camisa de los hombros a la par que mis uñas lo marcaban. El gruñido bajo que soltó al sentirme clavar y rasgar me hizo gemir en voz baja, sentí lo que quedara de mi vestido humedecerse más.

Con fuerza medida, me dejó en mis rodillas frente a él sobre la cama tamaño Queen, mis piernas se hundieron en el colchón tan suave. El cabello de Hyunjin era un desastre, y estaba segura que el mío también, miré con atención los rasguños en su cuello comenzar a sangrar levemente.