LIBERTAD PROHIBIDA 🏳️‍🌈

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Hoy les voy a contar mi experiencia en prisión, podría decir que fue lamentablemente, pero la verdad es que mi estancia en ese lugar fue de lo mejor que he experimentado por esa razón les voy a contar el por qué.

Estuve seis meses dentro del penal de mujeres de mi ciudad, debido a que me culparon de unos hechos que en realidad no cometí, pero como era un eslabón y blanco muy fácil, caí, caí porque para a la fecha no tenían cumplibles y el caso estaba retomando relevancia en la opinión pública, pero de ¿qué me culparon? Por delito de omisión en un fraude que tuvo lugar en la empresa para la cual trabajaba como edecán en ese entonces. Era una agencia de modelos, a la cual aspiraba a pertenecer pero nunca me dieron una oportunidad real de crecimiento ya que había bastante nepotismo, incluso algunas chicas que llevaban menos tiempo que yo lograban tener más oportunidades dentro de esta empresa, varias empresas y clientes preguntaban por mí y querían contratarme pero yo estaba en un área en la cual no podía ser contratada y solo me dedicaba a organizar pasarelas y eventos, algo me decía que debía salirme de ahí pero me di cuenta demasiado tarde, después me enteré que no era del agrado de la directora de la agencia y es que en su adolescencia había tenido problemas con mi madre, jamás me imaginé que terminaría vengándose conmigo a tal grado que ella fue la que me inculpó en toda esta situación, ella y su esposo fueron los verdaderos delincuentes y defraudadores pero se las ingeniaron para crear falsas evidencias en las que ellos no apareciera en nada, por lo mismo buscaron a quienes inculpar sin importar que fuera gente inocentes.

Sabía que saldría libre pero mi abogado me recomendó aceptar la sentencia ya que la había logrado reducir a solo 6 meses y así fue como se dieron las cosas para que yo llegara a prisión.

Recuerdo muy bien el primer día cuando llegué al lugar donde iba a pasar medio año. Era un sitio enorme y por supuesto algo deteriorado, estaba muy asustada y también un tanto preocupada y triste, pero sabía que la sentencia había sido muy ligera y que solo era cuestión de soportar un poco de tiempo y ser paciente, mi sentencia se acortó debido a que me mandaron a una de las prisiones de mayor seguridad con reclusas muy peligrosas y de mala reputación del país, por eso era mi miedo.

Ya estando adentro me mentalice que tenía que ser fuerte mentalmente y que a la vez debería ser sumisa para no tener problemas con nadie. Me custodiaban hasta dentro dos oficiales mujeres con las cuales no medie ni una sola palabra, solo se limitaron a trasladarme. Me metieron a un cuarto un tanto pequeño dónde estaba una guardia alta, fuerte, muy robusta de cabello corto y tez morena clara, cuándo me miró entrar no disimuló su libido y me recorrió de arriba a abajo con la mirada, cerró la puerta con pasador y vi que tomó un reloj que estaba en el escritorio y puso una alarma, no alcance a ver cuánto tiempo la programó para que sonara, pero se me hizo un poco extraño.

—Lorena, ni nombre es Lorena. ¿Cuál es el tuyo? — preguntó en un tono molesto.

—Ok. Anaiz— respondí.

—Muy bien Anaiz... Vamos a divertirnos un poco, desnúdate— me dijo y yo me puse nerviosa, pero empecé a desvestirme lentamente con la mirada fija de la guardia sobre mí. Primero me saqué la blusa quedando solo con brasier y posteriormente me bajé el pantalón, llevaba puesta una tanguita diminuta, la mirada lasciva de Lorena me recorría de pies a cabeza, fue entonces que la miré a los ojos.

—¿Por qué te detienes? Te falta lo más importante.— dijo.

Me saqué el brasier y vi cómo se le salieron los ojos a la oficial, intenté ignorar sus gestos de libido y me baje la tanguita, literalmente la guardia se relamía los labios ya no había disimulo alguno.

—Voy a tener que revisarte bien, para verificar que no ingreses nada, ese es mi trabajo— dijo la mujer colocándose unos guantes.

—¿Pero a que se refiere? Si ya no llevo nada puesto.

Censurado Vol. 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora