CONFESIONES DE UNA SCORTS (4/4)

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LA PRIMERA VEZ

Seguía con mi nueva rutina, estudio de lunes a viernes, luego atendía clientas, ya estaba ganando más dinero, así que estaba ya buscando opciones para irme a vivir cerca de la universidad.

Era sábado, alrededor del mediodía, estaba haciendo planes para otras cosas, cuando llegó el mensaje de Fernanda.

<Hola. Johana, ¿cómo estás?, hay una clienta nueva que está programando una cita para ahorita, ¿estás disponible?>

<Hola. Fer... la verdad estaba haciendo otros planes, pero, ok, confirma, ¿El chófer viene por mí?>

<Dame unos minutos, ya te confirmo>

Al final de unos minutos acordamos que la clienta pasaría por mí, acordamos la hora y el lugar, esta vez sí parecería que estaba contratando a una puta, casi todos los servicios eran en un apartamento, una casa o un hotel, y yo llegaba tratando de ser lo más discreta posible, pero esta vez sería un poco diferente, la clienta pasaría por mí a una esquina de un centro comercial y luego iríamos a un motel, de esos que se usan solo para ir a tener relaciones, cobran por hora y también el aviso no fue un día antes, mínimo, como solía ser, pero yo confiaba en Madame y el filtro que le hacía a las clientas.

Me alisté para la cita, como siempre lo hacía, me vestí con un pantalón blue jeans, una blusa casual, unos zapatos deportivos y mi kit, que para estas alturas consistía siempre en una tanga adicional, un consolador, lubricante y un plug anal.

Para estas fechas aún me movilizaba en transporte público, el centro comercial me quedaba a unos quince minutos en autobús, llegué unos minutos antes, tenía la descripción y placa del vehículo, había quedado esperar en una esquina en la entrada, estaba parada cuando vi acercarse un carro como el que me llevaría, paro un poco antes de donde yo estaba y puso las luces de emergencia, me acerqué y vi que la placa coincidía, así que caminé, el carro tenía los vidrios polarizados, así que toque la ventana del copiloto y esta empezó a bajar.

-Hola, ¿Eres Cristiana?

-Hola, sí, ¿tú eres la chica del servicio?

- Sí, soy Elektra.

-Pasa, pasa- dijo, con un tono notablemente nervioso.

Era una mujer joven, de treinta años según me contó después, de baja estatura, delgadita, pelo negro liso, con rasgos asiáticos, subí al vehículo y la saludé, intenté darle un beso en la boca, pero me puso la mejía, ella estaba aún más nerviosa que yo, y realmente me causó gracia.

-Perdona el desorden del carro, no me dio tiempo de limpiarlo.

-No te preocupes, es lo de menos.

-Gracias, igual me da pena, vamos ¿verdad?

-Sí, vamos, será un gusto atenderte, es un servicio de tres horas, según me dijeron.

-Sí, eso me dijeron, perdona, yo no soy de hacer esto.

-No te preocupes, tú tranquila.

Manejó por unos diez minutos, mientras íbamos en el camino me contó un poco de ella, su papá era de Taiwán y su mamá de mi país, ella nació aquí, el papá era dueño de tiendas de ropa, ella lo ayudaba a llevar el negocio y me comentó por qué contrataba mis servicios, ella desde siempre supo que era lesbiana, pero su familia no lo aceptaba, estuvo casada por compromiso unos años, pero no aguantó mucho tiempo, tuvo una hija, pero siempre su gusto era por mujeres, había tenido alguna pareja mujer, pero lo mantuvo en secreto y llevaba ya tiempo de no tener pareja y alguien le comentó del servicio y se animó a tomarlo.

Censurado Vol. 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora