22. Entrada furtiva.

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Isa, no creo que sea necesario qu...

Quiero saberlo papá — la adolescente de trece años lo interrumpió y le dio la espalda.

Pansy, ¿Podrías ayudarme? — Elliott se revolvió el cabello, frustrado por la necedad de su pequeña.

Isa, no tienes porqué saberlo...

— ¡Quiero saberlo Pansy! — Isa volteó a ver a su hermana muy furiosa. Tenía cortadas por todo el rostro, su ojo derecho morado y bajo su ropa, en la parte superior de su cuerpo tenía un vendaje que cubría desde su hombro derecho hasta la cintura, además de un vendaje en la mano izquierda — ¡¿Por qué demonios no lo entienden?! — gritó una vez más — ¡¿Cuántos murieron?! — exigió saber con los ojos llorosos.

Dile Elliott — Emilia estaba parada en el centro de la habitación.

Estaban en la habitación de los pequeños en la guarida. Tracey veía a Isa desde la cama de Zach, preocupada por lo alterada que lucía la pequeña.

De acuerdo... Murieron doce maestros, los que estaban haciendo guardia el domingo, y... — Elliott guardó silencio, tomó aire y continuó — Y... Poco más de cien... de cien estudiantes.

Isa se giró, les dio la espalda y caminó hacia la ventana. En esa posición, viendo el campo que rodeaba la guarida comenzó a llorar, intentando que no la escucharan.

Déjalo salir bebé — Emilia se acercó despacio y la abrazó.

Fu... fueron demasiados, mamá... — Isa escondió el rostro en el pecho de su madre y la abrazó con más fuerza.

Lo sé cariño...

— Zach y yo quisimos quedarnos para intentar protegerlos, pero... No sirvió de nada... ¡Me asusté y murieron frente a mí!

— No fue tu culpa cariño... Isa bebé, mírame — Emilia sujetó el rostro de su hija y la miró a los ojos — De verdad, no fue tu culpa — acarició sus mejillas con cariño — Nada de eso fue tu culpa bebé.

— Hija, tú y tu hermano fueron muy valientes. Demasiado valientes — Elliott se acercó y tomó sus manos.

Sí Isa, yo a tu edad ni siquiera hubiera pensado enfrentarme a mortífagos — concordó Pansy.

Y, además, sus patronus nos salvaron, nos ayudaron como no te imaginas Isa — comentó Tracey — ¡Y por Merlín! ¡Tú patronus es una quimera!

Pero... Se llevaron a Zach... Se llevaron a mi hermanito... — dijo destrozada, y apretó sus puños haciéndose daño — ¡No me di cuenta y....! ¡Me lanzó un hechizo para apartarme!... Vi cómo empujó a esa mujer horrible y luego... Solo desaparecieron y me desmayé... ¡Perdóname mami! — exclamó alterada, cayendo al suelo envuelta en los brazos de su madre.

No amor, no fue tu culpa corazón. En verdad — Emilia la abrazó más fuerte que antes, esperando que con ese abrazo la pequeña pudiera sentir sus verdaderos sentimientos.

Pansy, Elliott y Tracey se miraron abatidos, no podían hacer mucho en esa situación y lo sabían, así que solo salieron, dejándolas solas y pasado un largo rato Emilia salió del cuarto en dirección a la sala de la guarida. Al llegar vio que las chicas y su esposo estaban acompañados de Hermione, Joey, Molly, Ginny, Luna y Harry.

¿Notaron que Isa está más alta? — comentó Tracey con la mirada fija en el suelo.

Claro que sí... 151 cm, creció cinco cm — mencionó Pansy sentada sobre unos cojines en el suelo junto a Luna y Hermione.

Franqueza, convicciones y respuestas de Pansy Parkinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora