Franqueza, convicciones y respuestas de Pansy Parkinson.

8. Expreso. Parte 1: Sobre las vías.

– Nos veremos pronto – dijo Hermione con resignación – Vendré en Navidad.

– Tranquila, encontraré una forma para poder ir a Hogsmeade sin que sea peligroso... nos veremos antes de lo que crees

– Qué cursis... – Tracey interrumpió a la pareja – Cada que las escuchó hablar siento que caí en un bote de miel

– También te extrañaré a ti Tracey – comentó Hermione – Aunque no demasiado – bromeó.

– Tranquila Granger, me aseguraré de que Pansy siga completa para cuando la vuelvas a ver... no tendrá ni un solo rasguño nuevo y le ayudaré a encontrar una forma para ir a Hogsmeade para verlos a todos...

– ¡Awww! La serpiente rubia nos extrañará – Ginny había salido de la nada y saltado sobre la espalda de Tracey, quién por suerte la logró atrapar – Yo también te extrañaré a Davies – dijo tomando el cachete de la chica y apretándolo con fuerza – Por cierto, buena atrapada.

– Sí muy buena... ¿¡Por qué demonios te estoy cargando!?

– Porque me ama... ¡Ouch! – exclamó la pelirroja al caer al suelo – ¡Largo de mi habitación Davies!

– Es mi habitación Ginny... – habló Pansy – Y tu habitación y la de Tracey es la misma.

– Ya veo, ya veo... Ustedes dos serpientes horribles se confabulan contra mí – dijo de forma dramática – Vámonos Hermione, vayamos con Rony y Harry.

– Pero yo no quiero ir... – antes de poder siquiera terminar de hablar, Hermione salió de la habitación jalada del brazo por Ginny.

– Este lugar se volverá muy silencioso ¿No? – comentó Tracey – Todos esos leones bobos se irán y Zach e Isa entrarán a la escuela muggle pronto – dijo sentándose en la cama.

– Sí, solo estaremos nosotras y los adultos... Vamos, tenemos que despedirnos de Harry y Ron, y quiero pedirle a Mione que le dé esto Luna – comentó la pelinegra con un libro y un cuaderno en la mano – Es una recopilación de animales y criaturas, y este es mi cuaderno de apuntes. Quiero que Luna siga buscando la reserva a todas las nuevas criaturas que pueda haber.

– Sí, vamos. ¿Crees que Neville piense que es raro que le dé esto? – preguntó con un brazalete – Él me ha ayudado mucho en las batallas, él y Luna... A ella le di un dije que diseñé para ella y se lo di la última vez que estuvieron aquí, pero aún no había terminado este – comentó sosteniendo el brazalete de plata.

– Creo que le gustará mucho – dijo sonriendo – ¿Cómo lo escondiste de Jawley?

– ¡Con mucho esfuerzo!... Bueno vamos antes de que se marchen

Ambas chicas bajaron a la sala de estar de la guarida, en donde ya se encontraban los equipajes de sus amigos y sus amigas además de algunos miembros de la orden.

Si bien era cierto que no encontraron cosas que les hicieran sospechar de un nuevo ataque o emboscada, no querían confiarse y algunos miembros acompañarían a los chicos a King Cross para tomar el expreso a Hogwarts, entre ellos Emilia, Elliott y Remus.

Hermione, Ron, Ginny y Harry se despidieron de los pequeños Tremblay - Vital, de Pansy y de Tracey, y partieron acompañados de los adultos. Las tres chicas y el chico que se quedaron en la guarida, vieron llenos de tristeza, ¿Y por qué no decirlo? Un poco de envidia, como sus amigas y amigos se iban para comenzar otro año en Hogwarts. Los melancólicos semblantes de Zach e Isa reflejaban el pesar que sentían en sus corazones, no les parecía nada justo que sus padres los obligarán a permanecer ahí, y aún peor, que después los enviarán a una escuela muggle. Por otro lado, las dos Slytherins solo pensaban que, sí las cosas fueran solo un poco diferentes habrían vuelto junto con todos a Hogwarts, solo un mínimo cambio en todo lo sucedido les pudo haber llevado al castillo, pero las cosas habían resultado en esa situación y por el momento tenían que aceptarlo.