9. Expreso. Parte 2: Consejos.

174 25 13
                                    


¡Hiii! ¡Hiii! En un abrir y cerrar de ojos la mortífaga fue embestida por un enorme Abrazan. El caballo alado entró al vagón dando patadas a los mortífagos cercanos, mientras que la persona enmascarada sobre su lomo atacaba a los que se acercaban al grupo de jóvenes y miembros de la orden que apenas volvían a levantarse.

– ¡Destructo! – exclamó la persona que saltó del lomo del Abrazan, cayendo frente a una mortífaga.

– ¡¿Y esa mascarita de arpía?! – se burló la mujer.

– ¡Es una Banshee ignorante! – exclamó la enmascarada, dándole un puñetazo en el rostro a la bruja, que cayó al piso inconsciente – ¡Demonios! ¡Mi mano! – se quejó Tracey – ¡¿Por qué rayos los muggles pelean así?! – se preguntó a sí misma.

– ¡Hey, estoy tan agradecida de verte "arpía"! – Ginny corrió los brazos de la joven Slytherin – ¡Es una suerte que estés aquí!

– Creí que eres más lista Weasley, no soy una arpía – habló Tracey con un poco de molestia.

– ¡Ayúdenos! – exclamó Harry que peleaba junto a Ron y Luna contra varios mortífagos.

– Iré con ella – dijo Elliott, refiriéndose a Emilia – Está sola y...

– No, ella no está sola – le informó Tracey – Está con... con el Clabbert...

– Voy contigo, seremos cuatro allá arriba – habló Hermione decidida – Subamos a ayudarles.

– ¡Esperen, voy con ustedes! – exclamó Luna corriendo hasta ellos – Aquí abajo ya hay suficiente gente... ¡Gracias por venir! – dijo abrazando a Tracey – ¡Bien, subamos!

En el techo del vagón Emilia y Bellatrix seguían luchando. El rostro de la rompe maldiciones tenía varios cortes, de su sien derecha corría un hilo de sangre, su ropa había dejado de verse pulcro y limpia y ahora estaba rasgada, sucia y cubierta por el polvo de las explosiones.

Bellatrix no lucía mejor, su brazo izquierdo tenía un corte profundo del que salía sangre sin parar, tenía el cabello mucho más despeinado y sus piernas temblaban, apenas pudiendo mantenerse de pie.

– Creo que lo peor que puede hacer una persona es subestimar a su oponente – dijo Emilia con voz entrecortada – ¿No lo crees?

– No... creo que lo peor que puede hacer una persona es bajar la guardia – habló la mortífaga con una sonrisa cínica.

– ¿De verdad...?

¡BOOM! Una explosión cayó cerca de Emilia, arrojándola unos pocos metros atrás y dejándola inconsciente. Cuatro mortífagos habían sido los responsables.

– Sí, estoy segura que es lo peor que puede hacer una persona – dijo Bellatrix, acercándose lentamente hacia Emilia – Qué lástima que no me dijiste tu nombre, debo admitir que eres buena – dijo apuntando con su varita – ¿Algo que decir antes de morir?

– Sí – habló Emilia mirándola a los ojos – Tienes razón... sobre no bajar la guardia... ¡Stup! – terminó de decir escupiendo sangre a los pies de la bruja.

– Sé que tengo razón... ¡Muérete maldita traidora de la sangre! ¡Avada Ked...!

¡CRACK! Bellatrix salió disparada, cayendo sobre los mortífagos que atacaron a Emilia por la espalda.

– Bueno Madame Lestrange, sí se me permite opinar, en lo personal pienso que es peor no seguir consejos propios – habló una figura enmascarada con voz graciosa que bajó de un hipogrifo – ¿No lo cree? – preguntó sin esperar respuesta – En fin... ¡Destructo! – exclamó iniciando el ataque contra el grupo de seguidores del señor tenebroso.

Franqueza, convicciones y respuestas de Pansy Parkinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora