1. La batalla de los 8 Potters.

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El sol estaba ocultándose lentamente, Harry aún podía ver unos pocos rayos de luz asomarse a lo lejos desde su ventana. Los Dursley se habían ido hacía unas horas y él se quedó solo en la casa de Privet Drive.

El silencio de la casa se escuchaba demasiado, algo muy irónico, y hacía zumbar sus oídos. Subió a su cuarto, Hedwig lo esperaba fuera de su jaula, arriba de un ropero. La lechuza lo veía y por un segundo el joven Potter sintió todo el cariño que el ave le había dado desde hacía tantos años.

¡Uuhh! ¡Uuhh! Escuchó, sin embargo, Hedwig no había ululado, Harry desvió la vista y observó que fuera de la ventana de su habitación había una diminuta lechuza café, que tocaba el vidrio con su piquito, la reconoció de inmediato y la dejó entrar.

¡Hola Jenzys! — saludo a la pequeña lechuza de los hermanos Tremblay-Vital — ¿Hoy no traes una carta? — preguntó al darse cuenta de que el ave no traía ningún mensaje — ¿Qué su...? — Harry vio al ave salir volando por la puerta de su habitación y decidió seguirla — ¿Qué pasa Jenzys? ¿Suced...? — el chico se detuvo boquiabierto en la pequeña sala de estar de la casa.

— ¡Harry! — Hermione se abalanzó sobre ella dándole un afectuoso abrazo — ¿Cómo estás? — le preguntó sin soltarlo.

— ¡Bien, me alegro que estén aquí!

— ¡Hola Harry! — Ron abrazó a su mejor amigo cuando Hermione lo soltó — Esperamos no haber tardado.

— Para nada... Hola Pansy — Harry saludó a la pelinegra que estaba sentada, muy cómodamente, en uno de los sillones de los Dursley, y que tenía Jenzys en el hombro.

— Pottercito — Pansy se levantó y caminó hasta él — Un gusto verte — dijo abrazándolo con afecto — ¿Cómo estás? — le preguntó separándose de él para después tomar a Hermione de la mano.

— Ahora mucho mejor ¿Qué hacen aquí? — preguntó el chico limpiando sus anteojos.

— Venimos a llevarte a un lugar más seguro Harry las cosas han empeorado estos últimos meses y no podemos permitir que te suceda algo — habló Kingsley Shacklebolt, un Auror de vestimentas tradicionales.

— Además, mañana es tu cumpleaños ¿No es así? — Emilia Vital también se encontraba ahí, tenía el cabello un poco más corto, pero sus chinos seguían siendo fabulosos — Pansy nos lo comentó, entonces creemos adecuado venir antes por ti.

— Así es, cuando lleguemos al lugar donde nos quedaremos verás lo que hemos preparado, incluso Tracey ayudó — Elliott se acercó y le susurró lo último a Harry — Tracey... ¿Tracey?

— ¡Aquí estoy! — escucharon decir desde la cocina — Hola Harry — Tracey saludo al joven de anteojos cuando regresó a la salita — ¿Qué es esa cosa rectangular que tienes en la cocina?

— ¿Qué cosa?

— La que tiene la puertita y hace ruiditos...

— ¡Aaaah! Des el microondas — exclamó él chico con diversión.

— Bien, ya tendremos tiempo para hablar de artefactos muggles por ahora tenemos que irnos — habló Arthur Weasley.

— Hola Harry, soy Bill Weasley un placer.

— Harry, siéntete con la libertad de burlarte de nuestro hermanito mayor — Fred llegó de la cocina comiendo algo y abrazó a Bill por los hombros.

Franqueza, convicciones y respuestas de Pansy Parkinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora