– ¡Arh! ¡Maldición! – farfulló Pansy molesta – ¡Vamos estúpida planta crece! – gruñó observando una planta de colores apagados frente a ella.
– ¡Pansy! ¡Ya te dije que así no vas a lograr que crezca! – espetó Tracey – ¡Es una planta! ¡También sienten!
– ¡Ay claro que no!
– ¡Claro que sí! ¡Es un ser vivo! ¡Como tus bobas criaturas!
– ¡Mis criaturas no son bobas!... Además ¡¿Desde cuándo te crees tan lista?! ¡¿Por qué rayos crees que sabes más de plantas que Yo?!
– ¿Tienes una memoria de mierda o qué? ¡Yo tengo un éxtasis en herbología! ¡Tú apenas conseguiste un súper a las expectativas!
– ¡Fue la única materia en la que me ganaste! ¡Y la única junto con encantamientos en la que tuviste un éxtasis!... ¡Cabeza de babosa!
– ¡¿Cabeza de babosa?! – exclamó Tracey indignada – ¡Soy un millón de veces más bonita que tú Parkinson!
Habían pasado unos días desde que Zach e Isa entraron a su nueva escuela y los pequeños aún no tenían oportunidad de enviar cartas, pero Pansy no se había olvidado de su hermanito, Zach le había pedido cuidar sus plantas. Además, ella misma se había propuesto hacer el intento de cultivar algunos de los materiales necesarios para la poción matalobos, sin embargo... las plantas nunca habían sido lo suyo.
En muchas materias no se comprometía lo suficiente como para sacar mejores calificaciones, por ejemplo, pociones, en la que había decidido fallar a propósito en quinto año y no conseguir su éxtasis solo para molestar a Sebastián, pero en herbología era diferente. No era buena y le frustraba demasiado.
– ¡Deja de llorar Davies tus lágrimas evitarán que mis plantas crezcan bien!
– ¡Tú eres la única que evita que tus plantas crezcan! ¡Incluso arruinaste las plantas de Zach!
– ¡No es cierto tonta!
– ¡Claro que sí imb!... – ¡Piuf!... Un destello había pasado junto al justo al lado de Tracey – ¡¿Me arrojaste un hechizo?!
– ¡Te lo mereces por entrometida!
– ¡Desmaius! – exclamó Tracey molesta, su hechizo rozó a Pansy que la miró tan indignada como ella.
Ambas Slytherins iniciaron una pequeña batalla, arrojándose hechizos... qué se sentían algo agresivos, pero no lo suficiente para hacerse daño real... o muy grave
– ¡Tracey! ¡Pansy! – Emilia llegó a la parte del patio donde las chicas peleaban y las separó con un hechizo – ¡¿Qué rayos hacen?! ¡Uno de sus hechizos casi golpea a Joey!
– ¡Mi madre por suerte está bien! ¡¿Qué rayos hacen Pansy?! – preguntó Hermione, que había llegado detrás de Emilia.
– Debió ser uno de los hechizos de Tracey, tiene pésima puntería – habló Pansy enojada.
– Claro que no fui Yo, todo esto es tu culpa. Tú empezaste idiota
– ¡Tú fuiste la que...!
– ¡Basta! – exclamó Emilia furiosa – ¡Pansy! ¡Mira el brazo de Tracey! – dijo señalando el brazo herido de la chica – ¡Esa herida es un Diffindo! ¡Te dije que dejaras de jugar con ese hechizo! – exclamó mirando a su hija – ¡Y Tracey! ¡Mira el hombro izquierdo de Pansy! ¡Sabes que está herido!
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Franqueza, convicciones y respuestas de Pansy Parkinson.
Hayran KurguDespués de los eventos que pusieron en peligro sus vidas Hermione, Pansy y el resto de jóvenes magos y brujas, intentan recuperarse y sanar sus heridas... sin embargo la guerra mágica avanza y no pretende esperar a nadie. Pansy se tendrá que enfren...