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(  CHAPTER TWENTY NINE! )
" aproximaciones. "



Jimin se había presentado ante Taehyung, con lágrimas en los ojos, suplicando una segunda oportunidad. El dolor y la desesperación se reflejaban en su rostro, después de haber visto a su novio con su ex esposa. Taehyung, por otro lado, se sentía triunfante, su plan maquiavélico había funcionado a la perfección. Había logrado atrapar al chico que amaba, y ahora lo tenía en su poder. En ese momento, Taehyung no podía creer su suerte. El futuro que había imaginado con Jimin solo para él, parecía tan lejano, casi inexistente, pero ahora lo tenía en su poder. Y no estaba dispuesto a dejar que se le escapara.

Con la aceptación de Jimin de vivir con él, Taehyung decidió tomar medidas drásticas para asegurarse de que el amor que sentía por Jungkook no reviviera. Le impidió ver a sus hermanos, temiendo que fuera una fuente de comunicación con Jungkook. Solo podía hablar con ellos por teléfono de vez en cuando, y siempre bajo supervisión.

También le prohibió bailar, queriendo transformar a Jimin en un joven pulcro y recatado. Comenzó a moldearlo a su imagen y semejanza, vistiéndolo, peinándolo y maquillándolo con elegancia.

Contrató instructores de piano y lenguas para cultivar su mente, y entrenadores para mantenerlo en forma. No le importaba que la gente dijera que lo estaba controlando. Lo único que importaba era que Jimin era suyo, y no iba a permitir que se fuera.

Y entonces, para asegurarse de que Jimin nunca volviera con Jungkook, Taehyung decidió comprar una isla privada. Allí, podría mantenerlo aislado y protegido, lejos de cualquier influencia exterior que pudiera amenazar su relación que tanto le había costado obtener.

La obsesión de Taehyung por Jimin era palpable, y su determinación para mantenerlo bajo su control era inquebrantable.

—Señor, aquí tiene lo que me pidió —dijo uno de sus hombres, entregándole una pequeña bolsa de plástico con una pastilla de un color amarillo vibrante—. MDMA, me aseguré de que viniera del mejor laboratorio, espero haber hecho bien mi trabajo —informó con la cabeza gacha.

—Bien hecho. Ya puedes irte —respondió Taehyung, su voz llena de satisfacción, y le entregó la pastilla a la cocinera—. Póngalo en la cena de Jimin, y asegúrense de que se coma todo.

La sonrisa de Taehyung estaba llena de malicia. Habían pasado tres meses desde que hizo a Jimin su novio, y durante todo ese tiempo había respetado que el chico no quisiera tener relaciones con él, ya que lo que le había hecho antes aún le pesaba en la conciencia, inclusive le había asignado una habitación solo para él. Sin embargo, ya no podía soportarlo por más tiempo. Cuando imaginó su relación con Jimin, los imaginaba haciendo el amor como locos enamorados, pero eso no estaba pasando. Así que debía estimular un poco las cosas para que finalmente sucediera.

Jimin terminó su cena, había comido todo, pues las cocineras se encargaron de hacer los platillos que más le gustaban. No quedó nada en los platos. Luego de eso, como todas las noches, tomó una ducha y se fue directamente a la cama. Pero al momento de ponerse la pijama, algo inusual sucedió.

—¿Es esto mi pijama? ¿Por qué el cambio tan repentino? —preguntó a las sirvientes, mirando el conjunto de satén rosa y encaje color negro, de una camiseta de tirantes y un pequeño short.

—El jefe así lo ordenó, por favor permita que le coloquemos lo que el señor pidió —respondieron las sirvientes.

Finalmente, Jimin accedió. Las sirvientes lo vistieron, aunque también lo peinaron y le pusieron lociones y cremas que nunca le había puesto antes de dormir. Pero Jimin lo dejó pasar. Después de eso, simplemente se metió a la cama e intentó dormir, pero no pudo.

Vendedor de caricias ┊𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora