CAPÍTULO 71.- primer fragmento

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—¿Cómo estás?


Bael entró al despacho de Natsuki, este estaba sentado en su escritorio con gesto derrotado.


—Solo hace unas horas lo arrope, antes de eso me dio una reliquia familiar y conversamos de eso, era el anillo que ha estado en mi familia desde que mi tatarabuelo se lo dio a su mate. Me dijo que quería verme casado antes de morir—dijo Natsuki afligido—, ahora... ahora jamás podrá verme casado.


Bael se cruzó de brazos. Dejando a Natsuki observar un punto fijo hundido en su dolor.


No había nada qué pudiera decirle que lograra consolarlo.


—Algunos de tu manada están limpiando a tu abuelo —dijo después de un momento de silencio—, sé que necesitas estar solo, pero realmente necesitamos comunicar esto al Reino.


Natsuki asintió.


Decidieron darle un rato de descanso a la manada antes de que todos en el exterior intervinieran, pero Bael realmente necesitaba comunicarse con el Rey y el escuadrón mayor por lo pasado.


—Si, está bien —Natsuki trago saliva—, soy un alfa y debo estar para mi gente.


—Que seas un alfa no quita que hayas perdido a tu abuelo—Bael sonrió con tristeza—, todos saben lo mucho que adorabas al alfa Hiro, nadie de esta manada podía recriminarte que te encierres un día o dos a llorarle. Nos quedaremos aquí para ayudarte en todo, Aiko ya es toda una luna caminando de un lado a otro ayudando a recoger a los caídos.


Natsuki cerró los ojos.


—No soy el único de luto.


—Al parecer no hay tantos caídos en tu manada como los cazadores, tu manada dio una buena batalla —hablo Bael alabando—, hubieran acabado con ellos sin nuestra ayuda, ustedes fueran mucho más rápidos en respuesta que los franceses.


—Deberías dar la noticia, puede que no esta no sea la única manada en la mira —respondió Natsuki preocupado—, nunca se sabe con esos desgraciados.


En ese momento la puerta del despacho se deslizó bruscamente, Bastian entraba con los ojos llorosos directo hacia su amigo.


—¡Nat! —profiero Bastian lanzándose hacia el alfa japonés—, ¡Cuánto lo siento Natsuki!


El alfa griego abrazó con fuerzas a Natsuki llorando a cantaros, Natsuki respondió su abrazo con la misma efusividad.


Bael miró hacia Estefan, que llegaba después de Bastian.


—Sabía que necesitaba a su mejor amigo con él —Estefan se encogió de hombros.


—Dejémoslos solos —Bael sacó a Estefan de ahí.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora