CAPÍTULO 72.- primer fragmento

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—¿Cómo le la manada turca no contesta? —Liam detuvo su revisión de documentos mirando a Liana sorprendido.


—No es que no contesten, es que no nos quieren dejar hablar con Murat porque lo tienen confinado, al parecer creen que, si hay un ataque a su manada, primero irán contra la familia del alfa —Liana suspiro—, apuesto a lo que quieras que Murat debe estar encerrado en contra de su voluntad.


Liam miró a Bael.


—Si estuviera en peligro usaría el brazalete —Bael miraba su celular—, después de lo que pasó a Natsuki, todos confirmaron que tenían sus brazaletes bien puestos.


—No podemos ir —Estefan negó con la cabeza—, me muero por traer a Joon aquí, pero está en un refugio seguro lejos de todo junto a mi hijo. Nadie dejará el palacio. No después... no nos arriesgaremos.


Liam asintió.


—Gabriela dice que están haciendo un banquete en honor a nuestros abuelos —explicó Liana revisando su celular—, eso suena muy bonito.


—Cuando terminemos aquí... —Liam no terminó de hablar porque la puerta de su despacho se abrió.


Oliver asomo la cabeza, los presentes se pusieron de pie de inmediato.


—Papá... digo mi Rey —Liam sonrió—, saliste de tu habitación.


El Rey entró despacio mirando a sus queridos sobrinos y su hijo.


—Chicos me alegra verlos —Oliver se acercó a Estefan y Bael, les palmeó la espalda—, sus padres me echan en cara que le deje todo el trabajo a Liam, pero veo que ustedes también están ocupando sus puestos.


Estefan resopló y Bael sonrió con malicia.


—Nuestros padres son unos vagos, hace casi un año fueron dejándonos su trabajo de a pocos —Estefan le hizo un gesto a Seraniel y Liana para que salieran—, vamos a dejarlos solos, Liam debe ponerte al día antes del banquete.


Salieron del despacho dejando solos a padre e hijo.


—Papá..., lo siento, no quería que dijeran que hago tu trabajo —se disculpó Liam—, solo quería...


—Estás listo —Oliver camino con paciencia hasta Liam.


—¿Ah?


—Mira, incluso ya eres de mi mismo tamaño, no me había dado cuenta —Oliver se paró enfrente de Liam—, a veces olvido que ya no eres un cachorro. Sé que estás casado y tienes una preciosa hija, pero mis ojos siempre te ven como mi pequeño cachorro. Mi pequeño, mi niño.


A Liam rápidamente se le llenaron los ojos de lágrimas, Oliver le acarició el rostro.


THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora