THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN 2

CAPÍTULO 73.- primer fragmento

—¿Entonces no podemos regresar al Reino de modo incógnito? —preguntó Zagan.

—No, al menos que quieras que te masacren inmediatamente —respondió Mammón—, no creo que estén muy contentos con ustedes después del pequeño regadero que dejaron.

Zepar lanzó una roca tan lejos que está chocó con un cartel abandonado derrumbándolo.

—No fue nada difícil acabar con ellos, creí que íbamos a luchar con un Rey, pero eran un grupo de ancianos inútiles —Zepar se volteo a mirar al nuevo cuerpo del hechicero le encontró a Mammón—, ¿Por qué mandarnos con seres tan insignificantes?

—Porque pueden ser insignificantes para ti —siseó Mammón observando a su alrededor—, pero no los eran para ellos, era una manera de mostrarnos. De que supieran las consecuencias de enfrentarnos y para que su mente este nublada por la ira, ahora su objetivo no será solo protegerse, ellos buscarán venganza y serán más imprudentes por eso.

—Esa artimaña nos costó Belial —Zagan camino despacio mirando el horizonte—, ¿Por qué no cumplieron la parte de su trato?

—Porque Lucifer no hace tratos, si no hay lealtad no hay nada —Mammón sonrió con malicia—, además Belial es una rata escurridiza, no me sorprendería que vuelva a nosotros, él siempre está donde le conviene.

El hechicero oscuro apareció ante ellos, haciendo una pronunciadísima reverencia.

—Dime algo Roux —hablo Mammón con cara de asco—, ¿Por qué siempre los lugares donde nos traes son tan horribles?, sé que hay lugares mejores en este mundo.

—Perdóneme mi señor, pero el mejor lugar para esconderse son los olvidados y abandonados por los humanos —Roux junto sus manos sin mirar a los demonios a los ojos—, por ejemplo, este tierra fue golpeada por la guerra y tiene residuos tóxicos en una larga extensión que hace que ni una criatura se acerque. Es ideal para que los huevos crezcan correctamente.

—¿Y dónde están? —Mammón volvió a mirar por todos lados—, dijiste que había miles, y no veo nada por aquí.

—Están detrás de un velo mágico de invisibilidad —explicó Roux—, puede que normalmente no venga nadie, pero es mejor tomar precauciones con cosas tan importantes.

—Pues retira el velo —Mammón agitó su mano en el aire en muestra de su exasperación—, quiero ver las réplicas de mi creación.

Roux asintió al instante sus manos brillaron de color verde por la activación de su magia. Con un movimiento ágil sobre el aire quitó el velo de invisibilidad que cubría varias hectáreas.

Zagan y Zepar se asombraron de todo lo que vieron acercándose el uno al otro. Mammón soltó una risa estridente. Ante ellos apariencias cientos y cientos de huevos con criaturas terribles en su interior.

—¡Fantástico! —Mammón no dejaba de regocijarse ante lo que veía —, ¿Les diste las mejoras que te explique?