CAPÍTULO 74.- tercer fragmento

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—¿No crees que esto esta algo fácil? —preguntó Estefan partiendo a una arpía en dos—, digo que casi terminamos con los de arriba y parece que abajo no les va nada mal. Tuvimos más problemas con la perra de Elizabeth.


Bael hizo que una ráfaga de fuego se desplegará alrededor de él calcinando a todas las criaturas que intentaban acercarse.


—Tienes razón —Bael miraba a su alrededor frunciendo el ceño—, ni siquiera han aparecido los gemelos demonios.


—Ve a darle un vistazo a Odette y Noel —Estefan chasqueo con la boca—, esto me da mala espina, acabaré con lo que falta por mí solo.


—No me quedaré ni cinco minutos —dijo Bael.


Entonces Bael desapareció para aparecer fuera del lugar donde se escondía mágicamente el altar lunar. Ingresó al limbo del tiempo y vio que todo parecía normal ahí.


—¿Qué pasa? —Noel se aterrorizo al verlo y se puso delante de Odette—, ¿Qué pasa con la batalla de afuera?


—Si, todo parece normal, el ataque ya empezó, pero no han aparecido los demonios —se explicó Bael sin acercarse mucho porque no quería alterar más a Noel, sabía que su presencia sería visto como una amenaza para su amigo—, me pareció muy raro, así que vine a dar un vistazo.


—Se supone que nadie de ellos puede ingresar aquí —Noel se tranquilizó un poco.


—¿Todos están bien? —preguntó Odette preocupada.


—Si, hasta donde sé —asintió Bael—, no es tan terrible, pero debo volver, no duden en usar sus pulseras al diminuto avistamiento de algo raro.


Noel y Odette asintieron. Bael se acercó al límite del territorio del altar lunar y al cruzarlo sintió que todos sus sentidos le gritaban peligro. Se teletransporto inmediatamente de nuevo al lado de Estefan solo para quedarse anonadado con lo que veía.


—Ahora si se armó la grande —silbo Estefan—, ¿Esas cosas son lo que creo que son?


—Dragones —Bael soltó una carcajada incrédula al escuchar el rugido de las bestias a lo lejos—, ¡Dragones!


—No se supone que deban poder pasar —escucharon una voz detrás de ellos, al voltear notaron a Dylan flotando por su propia magia—, hay más de cien magos reforzando los bloqueos mágicos.


Bael escuchó los rugidos que se hacían más cercanos y algunos soltaron llamas, noto que no era llamas verdes de magia oscura de los hechiceros humanos. Una vibra maligna llegó a él, por la mirada de Estefan supo que este también la sintió.


—Díganle que dejen de usar su magia para los refuerzos mágicos y se concentren en meterse a la lucha —habló Estefan gruñendo.


—¿Por qué? —Dylan frunció el ceño—, se supone que los bloqueos mágicos están para evitar que los demonios ingresen y ustedes luchen fuera de los límites para que no pongan en peligro a los demás.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora