Madeline es silencio, inseguridad y sueños escondidos en una libreta.
Victoria es luz, fama, y aunque todos la ven... muy pocos realmente la conocen.
Ambas buscan algo que se sienta real.
Un choque.
Una mirada.
Una conexión inevitable.
No fue casua...
Pasaron horas y Maddy seguía sin responder los mensajes de Vicky.
En la pantalla de su teléfono, una notificación tras otra marcaba los intentos de Vicky por contactarla: mensajes de texto, notas de voz y un par de llamadas que habían quedado sin contestar. Pero Maddy no tenía fuerzas para responder. Sabía que ignorarla no era justo, que probablemente Vicky estaba preocupada, pero cada vez que miraba la pantalla y veía su nombre, el nudo en su estómago se apretaba más.
Vicky, por su parte, revisaba su teléfono con el ceño fruncido, su preocupación creciendo con cada minuto que pasaba sin respuesta. Había enviado varios mensajes, empezando con un simple:
Vicky 💖 3 llamadas perdidas Todo bien, mami? ¿Cómo estuvo tu día?
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Cuando no recibió respuesta, intentó nuevamente:
Vicky 💖 Maddy, ¿estás ocupada? Avísame cuando puedas. Te quiero baby 💘
Y luego, más tarde:
Vicky 💖 Are u okay? Me tienes preocupada. Llámame cuando veas esto, por favor ¿Hice algo mal? Si es así, por favor hablemos Mami?.. 10 llamadas perdidas Acho Madeline por favor contesta mis llamadas Maddy.. ? Madeline?! 3 llamadas perdidas Carajo explícame que paso?!? Estas bien?!! Mierda Madeline contesta!!
El reloj avanzaba y cada mensaje sin contestar la hacía sentir más inquieta. Sabía que Maddy solía responderle rápido, sobre todo después de un día largo. Había algo que no cuadraba.
La ansiedad se apoderó de Vicky. Su mente comenzó a buscar posibles razones para el silencio de Maddy, pero ninguna tenía sentido. Todo había estado bien entre ellas... al menos eso creía. Había aprendido a reconocer las señales de angustia en Maddy y sabía que, si algo estaba mal, debía enfrentarlo juntas. Pero esta vez, el silencio de Maddy era un muro infranqueable.
☆
De vuelta en el departamento, Maddy, se dirigió al baño, dejó el teléfono en el lavabo y abrió la llave del agua, dejando que el sonido llenara el silencio, mientras trataba de ignorar el temblor que recorría sus manos. Se mojo la cara con agua fria, necesitaba calmarse, recuperar el control antes de hacer algo impulsivo. Pero cada vez que cerraba los ojos, las imágenes volvían a su mente. La sonrisa de Vicky en las fotos. La cercanía entre ella y esa desconocida.
El conflicto interno se intensificaba, como si una parte de ella gritara que debía confiar en Vicky, pero la otra, más temerosa, la hacía dudar.
Cuando salió del baño, vio la pantalla del teléfono encendida con una llamada entrante: Vicky 💖. Por un momento, su mano titubeó, casi respondiendo. Pero el nudo en su garganta y la inseguridad la detuvieron. El teléfono dejó de sonar, y Maddy apagó la pantalla de golpe, incapaz de enfrentarse a lo que pudiera decir.
