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El sol se colaba suavemente a través de las cortinas, bañando el cuarto con una luz cálida y dorada. Entre las sábanas revueltas, Vicky despertó lentamente, sintiendo el cuerpo de Maddy pegado al suyo. La calidez de su piel, el ritmo tranquilo de su respiración, y la sensación de su brazo aún abrazándola la hicieron sonreír con ternura.

Recordó cómo se sentía la piel de Maddy contra la suya, la forma en que sus dedos se aferraban a ella, los susurros entrecortados, los besos urgentes. Con una sonrisa en los labios, Vicky deslizó los dedos por la espalda desnuda de Maddy, trazando círculos suaves en su piel. Maddy se movió ligeramente, murmurando algo entre sueños antes de hundirse de nuevo en el sueño.

Vicky, sin prisa, se quedó observando a Maddy. La forma en que su cabello caía desordenado sobre la almohada, cómo sus labios estaban entreabiertos, la forma en que su pecho subía y bajaba con cada respiración.

Me tiene mal — pensó

—Acho que bella —susurró en voz baja, más para ella misma que para despertar a Maddy.

Finalmente, después de unos minutos, Maddy comenzó a moverse. Se estiró ligeramente, frunciendo el ceño antes de entreabrir los ojos. Su mirada, aún somnolienta, se encontró con la de Vicky.

—Buenos días, mami—dijo Vicky con voz suave, inclinándose para dejar un beso en su frente.

Maddy parpadeó un par de veces antes de esbozar una pequeña sonrisa.

—Mmm... Buenos días, amor —murmuró, su voz aún rasposa. Instintivamente, su mano buscó la cintura de Vicky, atrayéndola hacia sí para acurrucarse más.

— Dormiste bien?

—Mmm... sí — susurró Maddy, su voz todavía arrastrada por el sueño— Aunque... Me duele todo —susurró con una sonrisa.

Vicky soltó una risita, acariciando su cintura con suavidad.

—Te dije que te preparara', baby —bromeó, dejando un beso en su mejilla.

Maddy le dio un leve codazo sin dejar de sonreír y escondió el rostro en el cuello de Vicky.

—No me arrepiento —susurró

Vicky soltó una risa baja, sin poder evitar dejar un beso en su frente antes de murmurar, divertida:

—Acho, nos van a llegar queja' de sonido

Maddy levantó la cabeza lentamente, un poco sonrojada pero sin poder contener su sonrisa.

—Cállate —respondió, antes de volver a esconderse de nuevo en su cuello.

—¿Yo? Si fuiste tú la que anoche—

Maddy le tapó la boca con la mano antes de que pudiera terminar la frase.

—Ni se te ocurra terminar esa oración Victoria

Vicky rió contra su palma y luego atrapó su muñeca con suavidad, alejándola lo suficiente para poder besar sus nudillos.

— Te amo, mami —murmuró con suavidad— Ya necesitaba sentirte y tocarte

Maddy soltó una risa suave, sin separarse de ella, deslizando su mano lentamente por los tatuajes de Vicky.

—¿Tenemos que levantarnos ya? —preguntó, aún acurrucada en su abrazo

Vicky miró el teléfono en la mesita de noche y luego volvió a centrar su atención en Maddy.

—Nah, podemos quedarnos un rato ma'

Maddy solo asintió y cerró los ojos de nuevo, disfrutando del calor de Vicky contra su piel. Afuera, el mundo podía esperar un poco más.

INTERLINKED  ✉︎  Young MikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora