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El cuarto estaba en completo silencio. Afuera, la isla seguía en curso, pero dentro, todo era calma. Maddy dormía tranquilamente, envuelta en las sábanas, su respiración lenta y profunda. Su cuerpo aún se sentía pesado por el cansancio de la noche anterior, y su mente flotaba entre sueños hasta que—

—¡¡eaaahhhh!!

El estruendo de múltiples voces gritando invadió el cuarto, haciéndola brincar del susto. Sus ojos se abrieron de inmediato, y su corazón latía con fuerza mientras intentaba entender qué demonios estaba pasando. Apenas tuvo tiempo de procesar el caos cuando sintió un peso encima de ella.

— Felicidades, baby —exclamó Vicky, abrazándola con tanta fuerza que la dejó sin aire por un segundo

— ¡¿Qué... qué pasa?! —balbuceó Maddy, aún medio dormida, mirando alrededor con el ceño fruncido.

Pero no tuvo oportunidad de obtener una respuesta porque, en cuestión de segundos, el resto del grupo se sumó, rodeándola en un abrazo grupal caótico y lleno de emoción. Mari, Josh, Jonu, Bona y Mauro saltaron sobre la cama, riendo y gritando, mientras Maddy intentaba procesar lo que estaba sucediendo.

— ¡No entiendo nada! —dijo entre risas nerviosas, su cuerpo atrapado bajo el de Vicky

Fue entonces cuando Vicky se separó apenas lo suficiente para mirarla a los ojos, con una sonrisa que le iluminaba todo el rostro.

— Baby, tu canción superó los siete millones de streams en menos de 24 horas —anunció con una mezcla de orgullo y emoción pura.

Maddy sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Su corazón pareció detenerse por un segundo antes de latir con fuerza.

— ¿Qué...? —susurró, sus ojos reflejando incredulidad.

— Y no solo eso —añadió Mariana, sosteniendo su teléfono frente a Maddy para que viera la pantalla— Estás dentro del top 10 global de Spotify.

Maddy se llevó una mano a la boca, sin poder creer lo que veía. Su nombre, su canción, ahí en la lista junto a grandes artistas.

— ¿¡Qué!? —exclamó, sus ojos recorriendo los rostros de todos como si buscara alguna señal de que era una broma.

Pero no lo era. Todos la miraban con emoción genuina, sonrisas enormes y ojos brillantes de orgullo. La habitación entera parecía vibrar con la energía del momento. 

Todos volvieron a gritar y aplaudir, saltando sobre la cama como niños en Navidad. Vicky la abrazó nuevamente, besando su mejilla entre risas.

— Mami, te dije que iba a ser un éxito —exclamó Vicky, volviendo a abrazarla— ¡Lo lograste mi amor!

— ¡Lo lograste, cabrona! —gritó Bona, saltando en la cama

Maddy sintió su corazón acelerarse mientras su mente finalmente procesaba la magnitud de lo que estaba pasando. Su canción no solo había sido escuchada... se había vuelto un éxito. La emoción la golpeó con tanta fuerza que no pudo hacer otra cosa más que reír y, de repente, las lágrimas brotaron sin que pudiera evitarlo. Era una sensación abrumadora, una mezcla de felicidad, incredulidad y alivio.

—Esto... esto es una locura —logró decir, riendo con incredulidad

Vicky tomó su rostro entre sus manos  y le dio un beso rápido, antes de apoyar su frente contra la de ella.

—Estoy tan, tan orgullosa de ti —susurró con dulzura, mirándola directo a los ojos, mientras limpiaba las lágrimas de Maddy

Maddy sintió que su pecho se apretaba aún más, pero esta vez de gratitud. No solo por lo que estaba pasando con su música, sino por la gente que tenía a su alrededor. Cada uno de ellos, con su apoyo y amor incondicional, había sido una pieza clave para que ella llegara hasta aquí.

INTERLINKED  ✉︎  Young MikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora