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Abigail

Las palabras de Madame Clarisse se repiten en mi cabeza una y otra vez, retumbando y provocando que me maree, encuentro una silla y consigo llegar a ella antes de desmayarme, va a arruinar mi carrera si intento salvar a una amiga, ¿Cómo he podido llegar a este punto? Más bien ¿Cómo ha podido llegar ella a este punto? Se supone que siendo nuestra profesora debería preocuparse por nosotras, por nuestra salud y por tener un futuro garantizado y bueno, y en cambio prefiere ir con amenazas únicamente porque no sabe comportarse como una profesora de verdad.

Si mi antigua profesora Mariola se enterase de esto, se pondría furiosa y tomaría medidas, tal vez pueda contactar con ella y contarle lo que está pasando, tal vez ella tenga alguna idea de que puedo hacer al respecto. Además, yo también tengo buenos abogados que podrían ir contra los de Madame Clarisse, no voy a permitir que arruine mi futuro, ni que se salga con la suya, debe pagar por los trastornos que está provocando en todos los bailarines y bailarinas de la universidad, y por todos aquellos que ya se han marchado, pero que también han sufrido su maltrato.

- Abby ahora vuelvo ¿vale? Tengo que devolverle los zapatos a su dueño – escucho la voz de Alex a lo lejos y noto que deja un beso en mi cabeza antes de marcharse.

Miro la puerta que da a la salida de bastidores y me entran ganas de salir corriendo, por hoy he terminado y hasta mañana por la mañana no estarán las clasificaciones en el tablón de la entrada, así que me quito el tutú y me pongo los pantalones de chándal encima de las medias, las zapatillas y una camiseta, guardo el resto de las cosas en mi taquilla y al girarme me asusto al ver a Abril, no la he escuchado entrar.

- Joder que susto, te voy a tener que poner unos campanillos o algo – se ríe y se acerca para abrazarme, aunque en realidad estoy aterrada por lo que pueda pasar ahora, ella estaba entre el público, ha visto que he bailado con Alex, y ahora voy a tener que acarrear con las consecuencias – oye lo que has visto... no es lo que crees, de primeras no sé qué hacia él aquí, pero te prometo que no es lo que crees y que hay una buena explicación, no hay nada entre Alex y yo, no es nadie para mi...

- Eso es muy bonito de escuchar Abigail... - se me cae el mundo encima al escuchar su voz, mierda... ¿pero que acabo de hacer? Me giro, pero las puertas se están cerrando ya dándome a entender que se ha marchado y el corazón se me encoge en un puño.

- Vale, primero que nada, Abby mientes de pena, sé que estáis juntos desde hace tiempo, segundo, no entiendo porque has sentido la necesidad de mentirme cuando yo solo quiero que seas feliz, pero eso es algo que hablaremos otro día, y tercero, reconoce que estás enamorada de él de una vez por todas y corre a buscarlo, no seas más idiota de lo que lo acabas de ser.

Me abraza sonriendo antes de empujarme hacia la puerta, le devuelvo la sonrisa vocalizando un gracias y salgo corriendo hacia la puerta, lo veo con sus amigos cruzando la calle para coger un taxi y corro más rápido, no me puedo creer que haya dicho esas palabras, ni si quiera yo era capaz de creérmelas. No sé exactamente en qué momento pasó, no sé cuándo mis sentimientos se volvieron tan inestables e incontrolables, pero lo que si sé, es que estoy completamente enamorada de él.

- ¡ALEX! -lo llamo saliendo del teatro y notando como la lluvia me empapa entera mientras salgo a la calle corriendo – espera por favor

Debo gritar para que me escuche por encima del sonido de la lluvia, no sé en qué momento se ha puesto a llover tan fuerte. Me aparto el pelo pegado de la cara y veo como se detiene, Asher y Riven se quedan un poco más atrás, y la mirada de Alex me parte el alma. Le he hecho daño de verdad y eso no me lo voy a perdonar.

- Lo que he dicho no era cierto Alex, me importas y mucho – le digo sincerándome, él se me queda mirando y parece que a los dos nos da igual estar en medio de la carretera mientras la lluvia nos empapa

Entre RedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora