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Ecuación de Dirac

Parte 2: Distancia

IX

Tanto tiempo

Abril de 2025, Japón

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Abril de 2025, Japón.

Todoroki sintió su móvil vibrar. Lo revisó antes de terminar de prenderse el traje de héroe y, con solo ver la notificación, la incomodidad volvió a inundarlo.

[15/04/25 09:26] Yoarashi: ¿Nos vemos esta noche?

Cinco meses atrás, Todoroki Shoto había tenido una enorme pelea con Inasa. Después de ello, ambos habían dejado pasar las fiestas sin hablarse. Fue para su cumpleaños número 25 que Inasa comenzó a enviarle mensajes otra vez. Quedaron en verse para arreglar las cosas. Y ya tenían dos meses dando vueltas entre el sí y el no, resolviendo en un a veces.

Realmente no sabía qué hacer ni cómo actuar. Shoto todavía necesitaba hallarse a sí mismo, no podía caer una vez más en lo mismo. Se repetiría la historia y solo ganaría dolor.

Recordaba haber regresado a su departamento, esa noche después de la pelea, dando por sentado que Inasa estaría ahí para insistirle hasta el cansancio, como siempre. Pero Inasa se había ido y con él, todas sus cosas.

Así fueron las noches siguientes, Shoto tenía todo el espacio para él mismo y sus plantas, justo como quería. La sorpresa era que no se sentía vacío. Todavía recordaba cómo vivir solo, por su cuenta. No estaba destrozado tras la ruptura, estaba entero y se sentía fuerte. Sentía que había protegido su espacio y su mente.

Volver a Inasa algunas veces era una recaída, tal vez. Porque, aunque no le resultara tan imprescindible, el calor humano era algo que, una vez probado, hacía notar su ausencia. Pero no era igual que antes. Si bien no estaba perfecto, Shoto se sentía completo. Y le daba orgullo no necesitar de nadie para sentirse así.

Se preparó para el trabajo y salió a la calle. En el camino, la gente lo saludaba y él saludaba de regreso. Shoto había subido en un año desde el puesto 15 al puesto 8 en el ranking de héroes. Esa mañana le correspondía el perímetro del parque Ueno. Había una exposición muy importante en el museo nacional de Tokio y se temía que algún villano se proclamara en contra de las políticas de inclusión al mukosei. Estaba entusiasmado porque sabía que Iida estaría allí, era su proyecto de docencia, después de todo, y hacía mucho tiempo que no lo veía.

En el trayecto, Shoto salvó a dos gatitos de caer de un árbol y evitó que una señora mayor fuera atropellada por un camión de suministros, le gustaba ser héroe de barrio mucho más que ser héroe del mundo.

Las calles estaban cortadas llegando al parque, debido al tumulto de gente que participaría. Vio a un grupo de niños ser guiados por su maestra de grado hacia el blanco e imponente edificio. Le dio ternura al ver a dos niños de la mano, señalando las aves que hacían nido en los árboles que marcaban el camino. Y acto seguido, el ambiente de dulzura y cariño se rompió. Al final de la fila, dos niños, con Dones completamente manifestados en sus cuerpos, empujaron con burla a una pequeña niña de tez morena y largos cabellos negros al suelo.

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