Alguien fuera de la ciudad

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Para los que aman en silencio y sueñan en distancia.

En el silencio de la noche, me encuentro atrapada en mis pensamientos, recordando el rostro de alguien que está fuera de la ciudad. No puedo evitar pensar en ti, en cómo te vi pasar, ajeno a mi presencia, como un extraño en un mundo que no está hecho para nosotros. Dios mío, te veo claramente ahora; cada detalle de ti resuena en mi mente.

Debería tener miedo; podría ser peligroso. Sin embargo, aquí estoy, sumida en la confusión de mis sentimientos. No sé quién eres realmente, pero algo en ti me atrae de una manera que no puedo explicar. La idea de enamorarme de alguien que no está aquí me parece graciosa. A veces, desearía no haber caído tan fuerte por ti.

En mis sueños, estás conmigo de alguna manera, y en esos momentos, todo parece posible. Tu voz es un susurro en la oscuridad que me llama a despertar. -Llama a mi nombre y no haré ruido-. La realidad es cruel. Sé que estoy enamorada de alguien que no está aquí, alguien que podría ser un peligro, un riesgo que nunca debí correr. Y, sin embargo, he seguido observándote en silencio mientras caminas por la vida sin notarme. El tiempo parece detenerse cuando te observo desde la distancia, en cámara lenta, con tanta gracia que me pregunto si alguna vez seré capaz de acercarme a ti. Solo pensar en ello me da miedo; siento que si lo hago, el mundo se detendrá solo para mí.

Desearía poder mostrarte lo que hay a mi alrededor, las pequeñas cosas que me hacen quien soy. Pero, al mismo tiempo, tengo miedo de abrirme, de mostrarte mi verdadero yo. ¿Quién es este extraño que se ha apoderado de mi corazón? A pesar de la distancia, este amor se siente real. Quizás no debería dejar que me consuma, pero, ¿Cómo evitarlo? -Ojalá no me enamorara tanto de ti-. Pero, ¿Cómo luchar contra lo que siento? La verdad es que, cada vez que pasas, siento que mi corazón se acelera, como si el tiempo se detuviera y solo existiéramos tú y yo. Pasas por aquí, pero no me ves.

Sin embargo, en el fondo, todo esto me viene grande. Ahora solo quiero que seas mi amigo y que te muestre un lugar. -Por favor, sé mi amigo-, pienso, deseando que un simple gesto me acerque un poco más a ti. Es un amor complicado, lleno de silencios. -¿Quién es este extraño que me tiene de esta manera?- Tal vez nunca lo sepa, pero lo que sí sé es que cada vez que pienso en ti, siento que, aunque estés fuera de la ciudad, has llegado para quedarte.

Porque ahora, toda mi casa tiene partes de ti. Me desahuciaré solo para curarme. Pero sé que no podré lograrlo. Porque, para cuando llames a mi puerta, ni siquiera tendré que mirar por la mirilla; sabré que eres tú porque mi casa te pertenece, ahora es tuya. Pero no me llamas. Van dos semanas y ni te has molestado. ¿Seré yo el problema? No lo sé. Quizás amo de más, o como pudiera.

A veces me cuesta abrirme a ti, aunque realmente lo quiera. Estaba tan asustada de perderte que no supe cómo actuar. El miedo ató mis palabras y el tiempo acelera si nos ve pasar. Si lloro por quererte, no se explica; es mi dolor sin solución.

¿Por qué el amor, si es verdadero, solo se paga con amor? No sé si me amarás mañana, si tu cariño caduca, pero hoy mismo bajaría la luna para estar a tu lado una vez más. Me pregunto: ¿Qué piensas cuando no estoy cerca? Si no me miras, ¿desaparezco, amor? Te quiero sin saber cómo hacerlo, pero te quiero de corazón. Sin embargo, todo esto es un juego complicado: querer hacerte falta, que me recuerdes todos los días cuando vengas a esta ciudad, que cada calle te hable de mí, que al escuchar una canción, te acuerdes de mí. Quiero dolerte, que arranques la tirita de la herida y te sangre, que te quede una cicatriz que cubrirás con un nuevo tatuaje, uno que lleve mi nombre. Quiero que, cuando leas un libro, me veas grabándote, cantando detrás de ti, sonriéndote.

Pero me cuesta fiarme de ti, aunque realmente te quiera. Y es entonces que me aferro a la esperanza de que, algún día, cuando menos lo esperemos, nuestras vidas se crucen de nuevo. Que el destino será honesto y bueno y nos hará volver a vernos, saludarnos con un beso y fundirnos en una burbuja de anhelos y recuerdos que nos hagan sentirnos vivos y, a la vez, menos solos.

Porque esta es una noche de esas, que me pongo a imaginar cómo sería todo si estuvieras aquí. Imagino que podríamos compartir risas, conversaciones y secretos bajo la luz de la luna. Te veo caminando por mi ciudad, como si fuera la tuya, mientras las calles se llenan de nuestra historia, una historia que estoy escribiendo. Y me pregunto: -¿Quiénes seríamos juntos? ¿Seríamos la respuesta que ambos buscamos en medio de la confusión?- A veces me siento culpable por querer tanto a alguien que apenas conozco. Me asusta pensar que mis sentimientos son un capricho, un espejismo que he romantizado. Pero no puedo evitarlo; mi corazón te ha elegido, y cada latido me recuerda que somos un amor a distancia, un amor lleno de preguntas sin respuesta. -¿Qué harías si estuvieras ahí? ¿Nos miraríamos a los ojos y descubriríamos que hay algo más?- Dime que sí.

La idea de perderte me aterra, y a veces desearía poder olvidar, dejar el pasado atrás y de lado esa conexión que me paraliza. Pero sé que nunca podría. No lo haría, porque te quiero y quiero que recuerdes que hay una persona aquí, en esta ciudad, que te espera en silencio, nombrándote a cada anciano que conoce en la estación del metro. Porque me acuerdo de ti todos los días y quiero que te acuerdes de mí. Aunque estemos lejos, que cada vez que sientas el roce de la brisa o escuches una canción, pienses en lo que podríamos haber sido. Así que aquí estoy, con el corazón expuesto y la esperanza latiendo. 

Pero. ¿Cómo quieres que te quiera si no estás aquí? ¿Qué puedo hacer si aún te quiero? Todo lo que sé de ti es lo que sale en las redes si escribo tu nombre. ¿Será que otra vez vas a perder el avión? Y otra vez soy una imbécil esperando a mi hombre. Pero ahora el "mi" sobra, porque yo no lo siento mío, no así. Así que dime qué quieres hacer. -Soltarte- nada va a salvarme, estoy enferma de ti, cállate, que nada de esto va a ninguna parte. Estoy harta de hablar y de esperarte, y de mirar el móvil hasta tan tarde. Pienso en con quién estás cuando no estás conmigo. Odio que mis planes no sean tu camino y haberlos negado solo por querer estar contigo.

Me dan miedo los días que han pasado y yo sin mirarte. He quedado flaquita de tanto esperarte. ¿Cómo quieres que te quiera si no estás aquí? A veces me despierto en medio de la noche, el corazón latiendo con fuerza al recordarte. Me pregunto si tú también piensas en mí, si en esos momentos de silencio te gustaría que yo estuviera allí, entre risas, compartiendo mis pensamientos con tus sueños. Solo eso.

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Estoy escribiendo un poco de todo estos dias, estoy en mal de amores vale? no me juzguéis porfiis que soy artista y tengo que escribir mis traumas y romantizando emociones 😔🤍

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𝐃𝐞𝐬𝐠𝐚𝐫𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐀𝐥𝐦𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora