No me siento preparada para salir con Mateo...Pero a la vez, me siento más preparada que nunca. El día en el insti fue como cualquier otro en el que estuvimos juntos, pero de vez en cuando no le hacía caso a Mateo, y leía WhatsApps de Juan, María, etc.
Ya es última hora, y recojo mis cosas, como siempre, muy lenta, también como siempre, Mateo me espera en la puerta.
-Ya estoy.-Le digo. Pero al fondo veo a María. -¡María!
-¡Flavia! -Dice como si no me viese desde hace 10 años. Corremos las dos a cámara lenta hasta que veo que la gente nos mira, paro y me pongo super roja. Viene riéndose hacia mí, y nos abrazamos.
-¿Y tu aquí?
-Vengo a buscarte.
-¿Para?
-Te llevo a la playa antes de que tengas que ir a trabajar.
-Pero...
-Venga que se que ya acabaste los examenes.
-¿Y la bolsa de la playa y así?
-Ya la tengo lista...
-Vamonos...
-¡Bien!
Nos fuimos en bus hasta la playa que quedaba más cerca de la casa a la que iría a trabajar. Cuando acabamos de tomar el sol y cosas que se suelen hacer en la playa, fuimos a casa de mi "jefa".
Estuve las cuatro horas cuidando y mimando a la niña, hasta que llegó su padre, y me dió el dinero. OTRA VEZ 50€. Un poco más y me da para el móvil, entre este trabajo y los recados que les hice a mis padres, la semana que viene lo tendré
Los días de semana son los más aburridos y menos cansados, mañana practicamente no iré al cole escepto a la hora de gimnasia, pero aún así, estoy agotada, no del cole, que también, si no del trabajo.
Ahora mismo estoy girando la llave dentro del cerrojo de la puerta de mi casa, y cuando entro, veo a Mateo hablando con María, ella lleva uno de sus croptop, que aunque odio, admito que le quedan genial, un pantalón de tiro alto pero flojo y una mochila de cuero. Él lleva unos vaqueros que le quedan genial y una camiseta con un dinosaurio dibujado que me encanta.
-Eiii -Les saludo.
-Eiii-Contestan
-Estábamos hablando de una...¿Mateo?
Se ríe pero sigue él.
-Una cita doble, para que María pueda salir con Omar.
-Vale ¿Y yo con quien voy?-Dije sacándole la lengua a Mateo.
-¿María...?
-Pfff-Dijo a la vez que se iba por el pasillo.
Mateo me agarró y me subió a colo a la vez que me besaba. Yo me reía, le besaba, y le susurraba cosas al oído.
El sonido de la puerta me despertó de mi sueño despierta, me giro lo más rápida que puedo, y veo a Pablo tapándose los ojos y con una cara de asco.
Primero se ríe Mateo, luego yo, y más tarde estamos todos por los suelos.
-¿Quién es?-Me pregunta Mateo después de colgar el fijo.
-Mis padres, no vienen a dormir que tienen cena de trabajo y ya se quedan por allí.
-¿Podría...Quedarme a dormir contigo plis?
-Puedes...
-¿y yo? - Me pregunta Pablo. Mateo le lanza una mirada asesina, pero aún así acepto, y saco sacos de dormir para todos, y los pongo en el salón para que sea más divertido.
-¡Yo hago las palomitas!- Nos grita María entusiasmada.
-¡Yo la peli!-Dice Pablo.
-¡Me pido las mantas! -les anuncio.
-¡La ayudo! -dice mirandome con una sonrisa pícara.
Las palomitas y la peli eran fantásticas, pero el saco me estaba haciendo daño.
-Hola princesa. -Me susurró a las tres de la mañana.
-Hola amor.- Le dije yo.
-¿No te parece incómodo esto?
-¿Vienes a la cama?
-¡Claro! -Y nos quedamos dormidos. Su brazo sobre mi cintura y mi cabeza apollada en su pecho, y antes de que me quedase dormida, me susurró una vez más, diciendo.
-Sabía que lo de la cita doble te animaría.