Capítulo diez: Travesuras.

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El sobre era más pequeño que el anterior, lo tomé cuidadosamente y lo abrí.

"Espero que no hayas olvidado las indicaciones del sobre anterior."

Dejé el sobre en la mesita de luz y me fije que es lo que había detrás de los almohadones de mi cama. Allí había un chocolate mediano con una tarjeta rosa que decía "un bombón para otro bombón".

Moría de ternura. 

Lo tomé y me quedé mirando la tarjeta varios segundos, verificando que lo que estaba sucediendo era verdad.

 Acomodé un par de cosas y bajé por el delicioso pastel de Doris.


- Ahí dejé tu porción de pastel ______ . – Dijo Doris cuando llegué a la cocina, apuntó hacia la barra de desayuno.
- !Muchísimas gracias nana! – Dije dejándole un beso en su mejilla.
- No comas demasiado por que no te va a quedar apetito para la cena. – me regañó en tono de broma
- No te preocupes. – Sonreí.

Mientras disfrutaba el rico pastel le contaba lo que me sucedió esta mañana. Ella era como mi confidente siempre me escuchaba, sabía todo. Quien me gustaba, a quien odiaba, quienes eran mis amigas, todo.

- Así que tienes un pretendiente. - Dijo pícaramente.
- No es de la escuela, creo que es alguno de los chicos de la banda. – dije comiendo otro bocado.
-Pues sí, no creo que alguien de la escuela se meta en casa y deje chocolates en tu habitación.

-Es todo muy raro, Doris.- volví a darle otro bocado al pastel.
-¿y quien sospechas que es? – Dijo ella sentándose en frente mío.
- aún no tengo sospechas.

- Yo creería que es el chico de esta mañana.
- ¿Logan?
-Ese mismo.
- ¿Qué? – Me ahogué con el pastel.
- ¿Acaso no te diste cuenta de la forma en la que te mitra, _______? – dijo sonriendo. – Apuesto a que es él.
- Sólo nos conocimos ayer. No se puede... pasar tan rápido– Dije confundida. – ¿o si?
- Lo único que sé es que cuando te mira se le iluminan los ojos. – sonrió de nuevo, esta vez con más picardía.

La puerta de la entrada se abrió y supuse que eran los chicos. Mamá no llegaría a esta hora, sería un milagro de Cristo si lo hiciera.

- ¡Hola! – saludaron los cuatro al unísono.
- Hola chicos. – respondí el saludo.
- ¿Como les fue hoy? – preguntó mi nana.
- Muy bien. – Dijo Kendall sonriendo.
- ¿qué huele tan delicioso? – preguntó James.
- Es el pastel de Doris. – pinché el tenedor en mi rebanada de pastel.
- Supongo que quieren probar... - Dijo Doris.
- por su puesto. – sonrió entusiasmado Carlos.
-Esperen, iré a cortar más porciones.
- A ver... - Dijo Logan tomando de mi pastel. 
- ¡HEY! – protesté. – ¡¡ese es mío!! – chillé.
- Esta bien. – Dijo tomando un poco de merengue en la mano embarrándome la cara.
- Uuuuh. – Dijeron los demás, Logan sólo reía.
- Date por muerto, Henderson. – Dije enojadísima. Él dejó de reír y comenzó a correr.
Lo perseguí por toda la casa, él salió al patio y lo perdí de vista. 

Fui hasta la piscina de atrás, tal vez allí se había escondido. 

Miraba por todos lados. Me paré erróneamente al borde de la piscina.


- ¿Donde se metió? – Me decía a mi misma.
- Aquí. – y me empujó hacía la piscina.

Caí al agua cuando salí veía como él se reía. 

¿A sí? Todavía no me conoce.

Empecé a patalear y a gritar como si me estuviese ahogando, me hundí por unos segundos para luego subir y volver a patalear.

- Logan ayúdame, no se nadar. – Dije fingiendo desesperación.
- Toma mi mano. – Estiró su brazo parándose en el borde la piscina. Mal hecho, Henderson.

Cuando tomé su mano lo tiré al agua. ¡Splash! al agua.


- Eres mala. – Dijo cuando salió a la superficie.
- Tú te metiste con mi pastel. – Le saqué la lengua.
- Mereces un castigo. – su voz era seria e igual que su rostro.
- ¿Qué? – Dije confundida.- ¿Qué castigo?
- Comienza a nadar. – Dijo sumergiéndose abajo del agua como si fuera un tiburón en asecho. 

Comencé a nadar lo más rápido que pude... en un momento me detuve en una esquina. No veía a Logan por ningún lado. 

Comencé a asustarme. Miré hacía los costados y el agua estaba calma. ¿Dónde se había metido?


- ¡Buuu! – Salió bruscamente del agua quedando muy cerca mío.
grité - ¿Por qué siempre me asustas? – dije algo nerviosa.
- Me gusta hacerlo. – Dijo sin retirase un solo centímetro y con una sonrisa picara en su rostro. 
- Que no se te haga costumbre. – Dije golpeándolo levemente en el brazo.
- Te ves muy dulce mojada. – buscó mi mirada.

Traté de evitarlo, pues era incomodo, después de un rato me rendí y me detuve a ver esos hermosos ojos marrones que con la luz de la luna brillaban. Bajé mi vista por su perfecta nariz y continué hasta llegar a sus carnosos labios rosados. Se veían tan tentadores con pequeñas gotas de agua en ellos, Sin poder evitarlo mordí mi labio inferior. Volví mi vista hacía sus ojos y estos estaban mirando mis labios.


- No hagas eso. – Dijo casi susurrando.
- ¿Hacer que? – dije del mismo modo.
- Morder ese labio. – Dijo sin apartar su mirada.
- Lo siento. – lo solté lentamente.
- ¿Quieres torturarme cierto? – Dijo él levantando una ceja.
- ¿Perdón? La verdad no te entiendo. – reí.
- Olvídalo es una tontería. – Movió su cabeza.
- ¿podemos salir? Hace un poco de frío. – Dije.
- Está bien.

Me ayudó a salir y me alcanzó una toalla que había en una reposera. 

Luego entramos y todos nos miraron.


- ¿Qué les pasó? – Dijo James riendo.
- Nos caímos en la piscina. – Dijo Logan rascándose la cabeza.
- ¿Y Carlos donde está? – Pregunté viendo que no estaba con ellos.
- Subió. – Respondió con la boca llena mientras James sólo conversaba con Doris.

El destino nos une. (LoganBTRyTu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora