Capítulo Diesiocho: Canción especial.

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*Narra ____*

Me desperté por el sonido del canto de los pájaros en mi ventana. Giré mi cabeza para ver el reloj, pues aún faltaban minutos para que mi alarma sonara.

Me quedé en la cama acostada mirando al techo pensando en todo lo que había sucedido en las últimas horas, lo pajarillos seguían cantando. Sentía mi respiración. Sentía su respiración. Eso me hizo sonreír. Cuántas veces en mi delirio de niña enamorada me habría imaginado este momento, para mi habría sido imposible.

Mi alarma sonó, la apagué rápidamente antes de que despertara a todos.

Era hora de levantarme, pero un brazo fuerte y grande rodeando mi cintura impidió que me levantará. Estaba plácidamente presa entre el brazo y el cuerpo perteneciente a esa persona tan especial.
Me giré lentamente para ver su rostro. Se veía tan dulce. Tan tranquilo.

Inconscientemente pasé mi mano por su cabello despeinado, bajando por su mejilla hasta su mentón como si estuviera comprobando que lo que estaba pasando era real, que él era real... estaba embobada admirando cada rincón de su rostro y su cabello despeinado.

Cuando él empezó a estirar su boca como si fuera una trucha, comencé a reír, se veía gracioso... En ese instante abrió sus ojos y me sonrió un poco adormecido con sus ojos a penas abiertos.

- ¿No me vas a dar un beso de Buenos días? - Dijo susurrando. Me incliné y dejé un beso corto en sus labios. - ¿Dormiste bien? - Preguntó.
- Si. ¿Y tú?
- De maravilla. - dejó un beso suave en mi frente.
- Debo ir al colegio. - Hice una mueca de fastidio. Hubiera sido lindo pasar la mañana así con él.
- Y yo al bendito estudio. Hoy kendall presentará la canción escrita por él. Dice que es muy especial.
- ¿Puedo ir a verlos? - Dije entusiasmada.
- Claro. - Sonrió. - Después del colegio puedes ir.
- Bueno, entonces te veo allá. - Dije sentándome en la cama.
- Esta bien.

Me fui al baño y giré la llave del agua caliente me duché salí, me puse mi uniforme y bajé para desayunar. Ya no había nadie sólo estaba Doris.

- Nana Doris, ¿que pasa? - Dije preocupada. - Estas rara.
- Oh no pasa nada... - Dijo. - Sólo estoy triste.

Doris triste, eso no lo podía permitir.

- ¿Por qué? - Mi tono de voz fue de preocupación.
- Por que ya estas creciendo... ya no serás más mi niña. - Dijo abrazándome y besándome la frente.
- ¿Qué te ocurre? - Dije riendo. - Aún me quedan varios años en esta casa. Aún voy a seguir siendo tu niña. - Sonreí. - aún seguiré molestando por estos lados...
- Sí, serás una niña, una niña que duerme con un joven y apuesto cantante. - Dijo subiendo una ceja mientras su boca se curvaba en una sonrisa picarona.
- ¿Tú como sabes que dormí con él? - Abrí mis ojos hasta más no poder. ¿Acaso todos se enteraban con quien dormía?
- Cuando fui a tu habitación por la ropa sucia, me di con la sorpresa. - Dijo riendo. - Así que ya están juntos....
- Sí.- Sonreí ampliamente.
- Espero que seas muy feliz con ese chico. - Sonrió.- y por favor, cuidense.
-¡Hey! Eso aún no. - tapé mi cara.
- Cocinaré pollo frito para el almuerzo.
- Gracias. - La abracé. - Tengo que irme. Nos vemos para el almuerzo. - Besé su mejilla. - ni loca me pierdo ese pollo.
- Adiós _____, cuídate. - Dijo antes de que saliera por la puerta.

***

El día continuó normal. No ví ni a Sol ni a Agus.
Lo cual me pareció raro, las extrañaba, tenía un par de días sin verlas y poder hablar con ellas de todo lo que sucedía en casa.

En los recesos me quede con Beck y sus amigos, son muy buenos y amistosos.

Conversamos un par de cosas sobre después de la graduación y a qué universidad iría cada uno después de terminar la secundaría.

El destino nos une. (LoganBTRyTu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora