El destino nos une. (LoganBTRyTu)

Capítulo Seis: Disculpas y Sueños.

*Narra Logan

¡Mierda! Lo habían hecho a propósito estos malditos, ellos y sus disculpas de porquería. Quería irme, pues estaba incómodo y estaba seguro de que ella tampoco me quería ahí,pero si me levantaba debía despedirme y decir algo, además de quedar como un cobarde e idiota.
Sin embargo también quería quedarme, ella me llamaba la atención, no sé si porque ella era tan indiferente conmigo o porque sentía una atracción involuntaria.
Una extraña sensación recorría mi cuerpo, una sensación familiar.
Poco a poco comencé a sentirme a gusto allí, analizando mis pensamientos.

Sin poder evitarlo la miré por el rabillo del ojo, ella sólo estaba con el codo en el apoya-brazos del sofá y con su mano sosteniendo su cabeza, se veía aburrida o fastidiada seguramente por haberse quedado hasta el último con el idiota que casi le saca la nariz de un portazo.Giré un poco más mi cabeza y examiné mejor a la mocosa... su cabello, su piel, sus manos, su boca... estaba embobado mirándola, era una belleza que seguramente había visto en otro lado, maldita sea.

- ¿Qué te pasa?- Interrumpió ella mirándome confundida, me sorprendí y traté de parecer confundido como ella- Te has quedado mirándome ¿Tengo algo?- comenzó a mirarse.
-No, no es nada...- Dije nervioso. Yo y mi maldita in disimulación.
-Ok - Dijo cortante.

¿Cuánta vergüenza puede pasar una persona en tan sólo un día? ¿Cuánto más debía meter la pata? Soy un profecional.

Así que me la jugué y hablé antes de seguir metiendo la pata. Los chicos tenían razón, debía dejar de lado mi orgullo.

- Yo...- dije muy nervioso. Y mis nervios aumentaron cuando ella posó su mirada en mi.- quería... quería... pedirte disculpas. Por lo de hoy, por lo que escuchaste, por tirarte al suelo... en fin por todo.- dije y agaché la cabeza.
Ella no decía nada, sólo me miraba seria, después de varios minutos sonrió y soltó una pequeña risa.
- Está bien. Te disculpo...- agachó su cabeza.
- ¿Es en serio?- Pregunté sorprendido.
- Si.- rió.- Por qué habría de bromear...
- Pensé que me pegarías... o algo.
- Debería hacerlo, por mi nariz y por todas las cosas que dijiste. Pero no... Yo también quería disculparme, me he comportado muy mal contigo.
- Entonces comencemos de nuevo.- Dije enderezándome.- Soy Logan Henderson- Le extendí mi mano.
- Soy ________ ________ .- La tomó.

Después continuamos viendo la película... el clima entre nosotros había cambiado, ahora estaba más simpática.

La maldita pelicula era un poco larga. ________ no aguantó más y se terminó durmiendo en mi hombro. Pensé que ya deberíamos ir a dormir... Eran como la una de la madrugada, ella tendría que ir a la escuela al día siguiente, nosotros a trabajar en el nuevo CD y su madre aún no llegaba a casa, cosa que me llamó la atención.

________ vivía prácticamente sola.

Apagué el televisor y tomé a _________ entre mis brazos con cuidado de no despertarla. Subí las escaleras y me dirigí hasta su habitación. La coloqué suavemente entre la sabanas...
Se veía adorable, su cabello, un poco enredado, caía al costado dr su rostro haciéndola ver dulce.

Mis párpados pesaban bastante, un día muy agitado.

Me senté por unos momentos en la cama de ____ y extrañamente me sentí cómodo,muy cómodo y relajado.

Me recosté unos minutos allí a su lado y sin pensarlo me dormí, allí con ella, en su cama, en su habitación, a la par de su cálido cuerpo.

*Narra ______*

Me encontraba en la escena del barrio de mi infancia en Texas, todo estaba tan igual cómo siempre, él salía de su casa y se acercaba a mí, sonriendo. Me había citado porque tenía una sorpresa para mí.
-¿No vas a contarme lo que sucedió hoy con Mel?
-No sucedió nada. - traté de obviar el tema. Él sabía que Mel era una de las perras más perras de mi grado.
- Vamos, ¿no confías en mí?
- Claro que si... ¡Eres mi mejor amigo!- Le sonreí amplamente. - pero no es eso para lo que me citaste. - arqueé una ceja.

-No, claro que no- rió -Tú también eres mi mejor amiga _______.-tomó mi mano dulcemente.
Últimamente no podía evitar sentir cosquilleos por todo mi cuerpo cuando él se acercaba, él era más grande que yo pero aún así él me parecía tan atractivo y sentía que no podía controlarme cuando él estaba tan cerca.
- Quiero que tengas este brazalete, para que recuerdes lo mucho que te quiero.

Mi corazón se ablandó, un brazalete de metal con unas cuantas piedritas de color rojo incrustadas, nada lujoso pero cargado de un valor sentimental inmeso.
-¡Eres muy tierno!- lo abracé enternecida.
- ¡Prométeme que cuando te vayas de la cuidad no me olvidaras!- Me dijo mirándome a los ojos.

Nuestros días estaban contados.

-No lo haré, jamás podría olvidarte. - me atreví a besar su mejilla.
-¡___________! Es hora de cenar. gritaba mi madre .
- Tengo que irme... te veo luego- Dije despidiéndome.
- Adios, Linda. - sonrió él.

La imagen se distorcionó y de repente me encontré en otro escenario de mi subconsciente.