Capítulo diecisiete: un beso de reconciliación.

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*Narra Logan*

La había llamado porque tenía algo muy importante que decirle. Hacían pocos días que me había anunciado que su madre había conseguido trabajo en otra ciudad y que debería mudarse. Yo no supe como reaccionar hasta que por fin tuve una idea para que ella supiera que estaría con ella en todo momento.

Me apoye en un árbol y ahí la vi acercarse sonriendo.
- Hola Phill.
- Hola panquecito.
- Ya, deja de llamarme así. Es fastidioso.
- Me gusta fastidiarte. - sonreí.
- Lo he notado.
-¿No vas a contarme lo que sucedió hoy con Mel?
-No sucedió nada. - habló secamente. Odiaba a Mel con toda su vida.
- Vamos, ¿no confías en mí? - inqué en sus costillas.
- Claro que si... ¡Eres mi mejor amigo!- sonrió ampliamente - pero no es eso para lo que me citaste.
-No, claro que no- reí -Tú también eres mi mejor amiga _______.-tomé su mano y suspiré tratando de alejar los nervios que salían inexplicablemente cuando me quedaba a solas con ella.
- Quiero que tengas este brazalete, para que recuerdes lo mucho que te quiero.

Su rostro cambió y pensé que no le habría gustado pero luego...

-¡Eres muy tierno!- me abrazó.
- ¡Prométeme que cuando te vayas de la cuidad no me olvidaras!- Me separé de ella y la miré a los ojos.
-No lo haré, jamás podría olvidarte.
-¡___________! Es hora de cenar. - gritó su madre.
- Tengo que irme... te veo luego.
- Adios, Linda. -

Me desperté sobresaltado.

-¡CLARO! Que ciego soy... Ella es... Ella es... Que estúpido, mil veces estúpido.

Salí de mi habitación, se sentían ruidos en la cocina.

Bajé con la esperanza de que fuera ella quien estaba allí. Y así fue. Estaba de espaldas hurgando el refri...

No me aguantaba las ganas de ir a abrazarla, sentía una gran sensación que crecía en mi pecho cada vez más al seguir recordando cosas y más cosas. Conviviendo con ella más de dos semanas y no me di cuenta de que era la chica de la cuál yo...

Ya no me importaba Camila o ese chico que la había besado... Ella era sólo mía.

Torpemente pateé una silla, ella obviamente se asustó.

- ¿Quien anda ahí? - Dijo en voz baja.- la puerta del refri se cerró la oscuridad nos invadió.

No contesté.

- ¿Carlos, eres tú? - Caminó un poco más. Me fui corriendo para agarrarla por detrás. - Carlos, esto no es gracioso. - Dijo.

Fui lentamente y la tomé de la cintura.

- No soy Carlos. - Susurré en su oído.
- ay Logan, Por favor... - Dijo aliviada. - ¿Quieres matarme de un susto? - Dijo dándose la vuelta aliviada. Volvió a abrir el refri para iluminarnos un poco.
- No, sólo quiero que me perdones por ser un idiota- hablé susurrando.
- Ya te dije que no. - chilló cruzándose de brazos.
- Por favor panquecito... - Sonreí.
- Te dije que... - Se calló en seco. - ¿Cómo me llamaste?
- Panquecito. - Volví a sonreír.
- O sea que tú... tú... - Tartamudeó.
- Si, perdona por ser tan tonto pero... - No terminé la oración y _____ estaba colgada abrazándome. - ¿Eso quiere decir que ya estoy perdonado?
- Si. - Dijo alejándose con una gran sonrisa. - ¿Como es que recordaste todo? Si al parecer tenías pérdida de memoria. -rió.
- Un sueño. - Dije. - Soñé cuando te regalaba el brazalete. - Lo saqué del bolsillo y se lo puse en la mano.
- Yo también tuve ese mismo sueño hace unas semanas. - Dijo. - Pensé que te ibas a dar cuenta. - Frunció el ceño.
- Mil perdones. - Dije suplicando con las manos. - El trabajo me tenía bloqueado. - me rasqué la cabeza.
- Pero lo bueno es que por fin volvemos a estar juntos...- Sonrió.
- Pero hay algo que no me acuerdo. - miré al piso y luego la miré sonriendo.
- ¿Que? - Dijo confundida.
- Esto. - en un movimiento rápido la tomé de la cintura y la atraje a mi para besar su labios.
El beso fue lento y tierno... Sus labios estaban dulces por el trozo de pastel que había probado. Suavemente colocó sus manos en mi cuello comenzaron a jugar con mi pelo. Luego comenzó a introducir su lengua convirtiéndolo en un beso más apasionado. Sentía un fuego cruzar por todo mi cuerpo y sabía que en cualquier momento "mi amigo" Haría su presencia así que lentamente fui deshaciendo el beso para no pasar vergüenza.

- Así que no te acordabas de tu primer beso. - levantó una ceja, pero en su rostro había una sonrisa oculta.
- Sólo era una escusa para poder besarte. - Unimos nuestras frentes.
- Eres malo. - Dijo riendo.
- Ya es tarde... - Dije bostezando. - Vamos a dormir.
- Ok, solo con una condición. - Dijo susurrando en mis labios.
- ¿Cual? - Dije viendo sus carnosos labios.
- Que duermas conmigo. - Depositó un beso corto.
- Será un placer. - sonreí.

Fuimos a su habitación. Sacó de su armario un pijama.

- ¿A donde vas? - Dije.
- A cambiarme... - Dijo apuntando el baño. - ¿no pensaras que dormiré con esta ropa o si? - la miré, aún seguía con la ropa con la qué había salido con ese chico.
- ¿Y no puedes cambiarte aquí? - Dije pícaramente.
- Ni lo sueñes Henderson. - rió.

Luego de un rato volvió con su Pijama puesto. Algo simple, una remera holgada, un pantalón suelto.

- ¿Que paso? - Dijo sacándome del trance. - ¿Tengo algo?
- No, sólo que te ves hermosa.
- Logan, ya, basta - Exclamó riendo.

Abrí las sábanas y ella se metió primero, luego yo. Nos acomodamos, la abrace por detrás y después de dejar un beso en su mejilla, oculté mi rostro en su cuello y allí me dormi.

El destino nos une. (LoganBTRyTu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora