El destino nos une. (LoganBTRyTu)

Capítulo Cuarenta: Alterados por el Cansancio.

Sentí unas manos que rodeaban mi cintura por detrás.
- Se va a mejorar... - Susurró en mi oído. - Él es muy fuerte. - Me dio ánimos.
Me giré y lo abracé escondiendo mis lágrimas en su pecho, él acarició mi cabello y luego nos sentamos en un par de asientos a esperar el diagnostico del médico.
- Todo fu mi culpa. - Dijo James golpeando la pared. - Si no hubiese sido por mi a él no le hubiese ocurrido nada. - Varias lágrimas se deslizaron por sus mejillas.
- No te culpes. - Dijo Kendall. - Son solo cosas que pasaron.
- ¡NO! - gritó. - ¡¡¡Es mi culpa!!! - Dijo alterado.
- James Cálmate.
- No puedo. - Dijo tirándose en el piso. - Es mi mejor amigo... No aguantaría que algo le pasara.
- Nada malo le va a ocurrir. - Dijo Logan calmándolo. - él es muy fuerte, va a salir de todo esto.
- Il parenti di Mr Pena... ( Familiares del Sr Pena) - Dijo el medico.
- Noi. (Nosotros) - Dije levantándome del piso.
- Devo dire che sta bene, ma rimane in ospedale fino a quando il suo funzionamento. (debo comunicarles que el esta bien pero permanece internado hasta su operación)
- É una cosa seria? ( Es grave?) - pregunté preocupada.
- No. - Sonrió. - Ma deve rimanere ricoverato in ospedale. In un paio di giorni sarà l'operazione. (Pero deberá permanecer internado. En un par de días será la operación.)
- Dottore ancora una domanda... (Doctor una pregunta más...). - dije antes de que se fuera
- Se?
- a che ora si arriva a vederlo? (a que hora podemos entrar a verlo?) - pregunté.
- Improvvisamente un infermiere vi dirà quando si può passare (Una enfermera vendrá a informarles cuando pueden pasar) - Y se fue.
Volteé con un alivio en el pecho mientras los tres chicos me miraban desconcertados.
- ¿Qué dijo? - dijeron los tres al unísono.
- Que no es nada grave, pero lo van a operar dentro de unos días. - Los tres suspiraron.
- ¿cuando podemos entrar a verlo? Preguntó James.
- Una enfermera vendrá. - bufé. - sólo hay que esperar...

***

00:35. La mald*ita enfermera no llegaba. Logan y kendall estaban tirados en el suelo a punto de dormirse y James y yo estábamos recostados en las sillas de espera con los ojos cansado pero Luchando por no dormirnos.
Miré de reojo a Logan, estaba con unas ojeras y una cara de cansancio terrible, ya hacía más de seis horas esperando.
Me levanté estirándome y bostecé.
- Logan, vamos a dormir... - él me miró. - Los chicos pueden quedarse a esperar a la enfermera.
- Ella, tiene razón, deben descansar. - Dijo James.
- ¿seguros?
- Si. - Dijeron al unísono.
- Cualquier cosa nos llaman. - Dijo Logan antes de despedirnos.
Bajamos por el ascensor en silencio y salimos hasta el estacionamiento donde había quedado el auto de Logan.

Los paparazzis ya no estaban, Gracias a Dios.

Nos subimos y el arrancó, los dos íbamos en silencio, estábamos muy cansados no habíamos descansado casi nada después de haber llegado de nuestro paseo, Rex no había comido nada, seguro estaría aullando de hambre.
Cuando llegamos a la suite y Logan abrió la puerta, prendí el interruptor de la luz, dejando ver el desorden que había hecho Rex.
- ¿¡Qué mierd* hiciste?! - Dijo fúrico.
- Logan cálmate ¿si? - Dije tomando a Rex en brazos. - sólo es un animal, no sabe lo que hace. Estuvo mucho tiempo solo...
Miré a mi alrededor había papeles destrozados, un par de calcetines de Logan hecho trizas. Las plumas de las almohadas desparramadas por todos lados. Ropa de Logan y mía desparramada por entero y para el final había dejado un "regalito" muy apesto encima de las sábanas.
- ¡¡Mira el desorden que hizo tu estú*pido perro!! - Exclamó levantando los papeles. - ¡Arruinó mi trabajo!
- ¿Mi estú*pido perro? - dije molesta. - Se supone que es de los dos - dije fría. - Y no te preocupes los papeles puedo arreglarlo.
- Como sea, tú limpiaras todo esto. - dijo autoritario.
- ¿Yo? ¡JA! - reí sarcásticamente. - Los dos querido Logan. Yo no tuve la culpa que dejaras toda tu ropa tirada. Es más esta mañana me puse a acomodar...
- De ahora en más no quiero al perro aquí. - dijo levantando la voz.
- Primero no me grites, porque yo a ti te estoy hablando bien. - dije seria. - Segundo, ¿dónde quieres que deje al perro?
- No lo sé, ni me interesa.
- Este perro es como nuestro hijo Logan... ¿Así trataras a los nuestros el día de mañana? - pregunté.
- y ¿Quién dijo que íbamos a tener hijos? - Me miró con el ceño fruncido.
- ¿Así que no quieres que formemos una familia? - Pregunté con los ojos aguados. - ¡BIEN! - Grité. - Quédate con tus cosas, yo me voy a MI casa. - Tomé mis cosas y las cosas de Rex.
- ¡Entonces vete! - gritó.
- ¡ESO ES LO QUE HAGO! - grité antes de salir pegando un portazo.
Como pude bajé mi maleta y a Rex en brazos hasta afuera de edificio y tomé un taxi de regreso a casa.

*Narra Logan.

Después de que se había marchado, recapacité por todas las cosas que había dicho. Me había dejado llevar por el cansancio y el enojo y terminé perdiéndola de nuevo.
¿En que me había convertido? Quería morder mi lengua por todo lo que había dicho. Ahora ella estaba expuesta a que el degenerado de novio que tenía le hiciera algo.
- ¡¡Por fin que te arreglas con ella y ya lo arruinas!! Muy bien Henderson. - Me decía a mi mismo.
Tenía ganas de ir a buscarla y traerla en brazos si era necesario, pero por alguna extraña razón no lo hice. Sólo llamé a su casa.
Sonó una, dos, tres y no contestó.